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sábado, 24 de mayo de 2014

Novena a María Auxiliadora

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En estos tiempos en que estamos ya viendo las señales en los cielos, María cumple su papel de Corredentora de la humanidad, pero somos nosotros quienes hemos de implorar su ayuda. Ella nos auxilia en todas nuestras necesidades, espirituales y corporales. Pidamos a María Auxiliadora su ayuda con esta novena que puedes hacer 9 días seguidos en cualquier día del año, hacerla 9 días, descansar otros 9 hasta terminar un año y repetirla tantas veces quieras su auxilio recibir.

El día de su fiesta que es le 24 de Mayo puedes hacer esta novena durante el día, es decir, hacer esta oración nueve veces al día.  Así le imploras nueve veces en su día y seguro te escuchará.

Imploremos el auxilio de María para ayuda de la humanidad y podamos todos volver a Dios.

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viernes, 23 de mayo de 2014

Nuestra Santísima Madre de la Luz

Patrona de la Basílica-Catedral y de la Arquidiócesis de León

Fiesta 23 de Mayo

madreluz

En esta advocación de la Virgen y con maternal amor, nuestra Madre rescata las almas en peligro de perderse acechadas por las fauces del infierno, al mismo tiempo que nuestros corazones son ofrecidos a su Divino Hijo quien los recibe con tierno amor.

Por segunda ocasión nuestra Madre María elige México como su patria:

Una vez pintada la imagen tal y como era vista por la vidente en Palermo Italia, según el deseo de la Virgen, habiéndola bendecido ella misma, pidió que se le invocara con el título de “María Madre Santísima de la Luz” prometiendo que colmaría de favores a cuantos la honren e invoquen con este nombre. El destino de esta imagen fue por tercera elección, según un sorteo realizado tres veces saliendo en todas ellas como destino: León Guanajuato. Lugar en el que se le construyó su Catedral- Basílica. Al reverso de la Imagen está inscrito el texto de autentificación con las firmas de P. José María Genovese (quien deseaba tener esa imagen para llevarla en sus misiones y ganar muchas almas para el cielo, José María Mónaco, Javier Alagua y Francisco Banalli. Con este hecho María Nuestra Madre, elige a México por segunda vez para morar en nuestra Patria, confirmándonos al mismo tiempo ser un pueblo elegido de Dios .

Como pueblo elegido de Dios e hijos fieles de María invoquémosla constantemente con este título pidiendo la destrucción del maligno y sus agentes para que extermine todos los males que hemos dejado entrar en nuestras casas, en nuestras familias, en nuestras almas y en nuestra Patria: desobediencia (no cumplimos con los mandatos de Dios ni con los deseos de la Virgen), infidelidad (decimos creer en Dios y hacemos cosas que no son de Él), pereza (flojera, no somos trabajadores como María y José), soberbia, avaricia (cada vez más queremos más cosas materiales y mucho dinero), mentira, egoísmo, vanidad, violencia (en la familia y en todas partes: física, verbal y psicológica), aborto, asesinato, etc. En León fue invocada contra la epidemia del cólera y después de cantar 3 días seguidos las letanías lauretanas esta epidemia cesó inexplicablemente y con toda seguridad gracias a Nuestra Santísima Madre de la Luz. Así que invócala cuando necesites algún favor. Al hacerlo conseguiremos sus favores en la medida de la confianza que depositemos en Ella y que pueden ser mayores a los obtenidos por intercesión de San Judas Tadeo.

Oración a Nuestra Señora de la Luz

Madre y señora, tú eres luz que disipas la sombra del engaño;
tú eres la dulzura que deleita al corazón
y eres la poderosa madre en quien espero y confío.
Aleja de mi todo peligro; guárdame, señora,
y en estos ocho días recíbeme por tuyo;
yo volveré, señora, a tus santísimos pies;
yo daré a mi corazón la dicha de saludarte,
y yo renovaré el amor que desde hoy te ofrezco.
Ángeles de la patria celestial, alabad por mí
a la madre santísima de la luz;
dios y señor de la majestad y grandeza,
pues sólo vos sabéis lo que es María,
ensalzadla y engrandecedla y tú,
madre y señora, admite mi corazón;
las necesidades que tiene tú lo sabes; remédialas;
derrama el bálsamo suavísimo de tu amor;
haz que en todas mis acciones te llame madre de la luz;
alúmbrame, compadécete de mí, y no permitas
que sea presa del demonio; y haz que,
pues te portas como mi madre, yo me porte
como tu hijo. Amén.

Contigo voy Virgen pura

Y en tu poder voy confiado

Pues yendo de Ti amparado

Mi alma volverá segura.

Dulce Madre, no te alejes,

Tu vista de mí no apartes

Y nunca solo me dejes.

Pues ya que nos proteges tanto

Como verdadera Madre

Haz que nos bendiga

El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo.

Amén.

sábado, 10 de mayo de 2014

María Madre Nuestra

 

No hay regalo más grande que Dios nos haya dado, después de dar su vida por nosotros, que darnos a su propia Madre como Madre Nuestra.

 

Gracias Mamá María por aceptarnos como hijos tuyos, siendo indignos, aún hoy nos abres tus brazos con maternal amor y nos llamas a ti para entregarnos a tu Hijo.

En el evangelio de Juan 19, 25-27 Jesús nos hereda a su madre como Madre nuestra y a nosotros nos deja cono hijos de tan dolorida Madre:

Nueva imagen (2)Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la acogió en su casa.

 

Juan. al aceptar a María como su Madre, lo hizo no tan solo para él, sino para toda la humanidad.

Jesús en toda su pasión y hasta el último instante de vida terrenal nos confirmó su inmenso amor pos nosotros, sus indignos hermanos menores. Nos deja a su pueblo al cuidado maternal de su Santísima Madre como hijos suyos, representados en ese momento por Juan.

De esta manera Jesús nos ofrece a su Madre,  nosotros, hermanos de Cristo nos hace hijos de María y como tales, como buenos hijos a ejemplo de San Juan recibamos ese amor maternal y aceptémosla también como nuestra Madre, pongámonos en manos de la Virgen, a su servicio, a su disposición, como lo hizo en su día el discípulo al acoger a la Virgen en su casa. Y en esa disposición tengamos la firme voluntad de entregarnos a ella como sus verdaderos hijos.

¿Cómo ser un verdadero hijo de María?

Es tan difícil para muchos porque no aceptan a María como esa Madre aceptada por el discípulo Juan. Cuando aceptamos a la Madre de Jesús como nuestra, cuando le decimos “si”, entonces el Espíritu Santo obra en nosotros y ser verdadero hijo de María es más fácil. Porque Dios, a través del Paráclito prometido por Jesús va poniéndonos un camino firme para llegar a Mamá María quien feliz nos recibirá para llevarnos con su hijo. ¿Qué madre no quiere a sus hijos reunidos? y más aún, salvados.

Caminemos el camino como ella siempre nos lo ha indicado: haciendo oración (Rosario Mariano), penitencia y ayuno. Orar todos los días, orar en familia. Alegremos a nuestra madre de los cielos dejando que escuche el santo Rosario Mariano en nuestras casas y dejemos que su amor nos conduzca en la vida.

Demos gracias a Mamá María no tan solo con flores, con mañanitas, sino también cumpliendo lo que ellas nos pide, siendo santos en nuestro actuar, en nuestro sentir, en nuestro pensar. Seamos santos en todo momento pues aunque una madre siempre intercede por sus hijos, Mamá María siempre intercede, ella cumple su papel de corredentora pero nosotros…¿cumplimos como hijos santos?

Todo lo que ha planeado Dios para el fin de los tiempos se cumplirá, la intercesión de Mamá María no logra salvar a las almas que no creen en Dios, que no lo aman y que no esperan su salvación; que al contrario se hunden más en las tinieblas, se visten de negro, de oscuridad cuando bien sabemos que hemos de mantenernos revestidos de luz, resplandecientes con nuestras túnicas blancas.

Nuestra Santa Madre siente una enorme tristeza cuando sus hijos no somos obedientes, cuando no buscamos la  santidad…¿Cómo decimos que amamos a nuestra Santa Madre si la ofendemos con nuestra tibieza, frialdad y rechazo a su Hijo? Cuando nos alejamos de las cosas de Dios es cuando lo rechazamos.

 

Alegremos a Mamá María volviendo a Dios.

 

No tan solo con flores, cantos, o visitando sus santuarios. De nada sirve ir a la Villa de Guadalupe y entrar a la Basílica de rodillas, solo raspas tus rodillas causándole a Mamá María el dolor de recordarle a su hijo flagelado, escarnecido. Bien se lo dijo a Santo Domingo en el año 1208 cuando éste fue al bosque porque los crímenes de los hombres obstaculizaban la conversión de los albigenses, y pasó en él tres días y tres noches en continua oración y penitencia flagelándose; se le apareció la Santísima Virgen y le dijo que esa no era la forma de pedirle algo, sino que lo hiciera con la salutación angélica, que hiciera su salterio. De tal forma queda confirmado que es haciendo el santo Rosario Mariano, al que en Fátima Portugal nuestra Madre agregó las oraciones que el ángel les enseñó a los videntes y otra que ella misma les enseñó.

ORACIÓN PARA OFRECER SACRIFICIOS

¡Oh Jesús, te ofrezco este sacrificio por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados que tanto ofenden al Inmaculado Corazón de María!

¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman! (Tres veces).

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

“Oh Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén”.

Dice nuestra Madre:

“Yo puedo todavía salvarlos de las calamidades que se acercan. Aquellos que ponen su confianza en Mí, se salvarán".

 Cumplamos entonces el deseo de nuestra Dulce Madre:

Pongamos nuestra confianza en Ella y recemos el Rosario con el corazón, como si fuera una plática tranquila entre nosotros y ellas, una imploración, un reconocimiento de nuestras culpas un deseo ferviente de amarla. Hacer el rosario de carretilla como comúnmente se hace en los velorios, o en cualquier ocasión, no es escuchado en el cielo (así lo afirma nuestra Santa Madre), no sirve de nada, es pérdida de tiempo. En cambio un rosario hecho con el corazón y más aún por niños inocentes puede ser milagroso. Recemos en familia pues quien lo reza así mantiene su familia unida.

Confiemos en Nuestra Dulce y Tierna Madre que nos ama y que nos da el arma más poderosa contra todo mal y para nuestra salvación; que ahora está en nuestra manos. Mamá María hace lo suyo y nosotros hagamos lo nuestro para alcanzar la salvación e ir con Nuestra Madre y entonces podamos decir:

Felicidades Santísima Madre María, aquí está este hijo tuyo consagrado a tu inmaculado corazón.

 

Que la llama de amor de Nuestra Santa Madre arda en nuestro corazón.

martes, 6 de mayo de 2014

Visitación de la Virgen María

Fuente: ACI Prensa

Fiesta, 31 de mayo

Visitación de la VirgenFiesta Litúrgica

Luego que María Santísima oyó del ángel Gabriel que su prima Isabel también esperaba un hijo, se sintió iluminada por el Espíritu Santo y comprendió que debería ir a visitar a aquella familia y ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se había encarnado en Ella. San Ambrosio anota que fue María la que se adelantó a saludar a Isabel puesto que es la Virgen María la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cariño a quienes ama.
Por medio de la visita de María llevó Jesús a aquel hogar muchos favores y gracias: el Espíritu Santo a Isabel, la alegría a Juan, el don de Profecía, etc., los cuales constituyen los primeros favores que nosotros conocemos que haya hecho en la tierra el Hijo de Dios encarnado. San Bernardo señala aquí que desde entonces María quedó constituida como un "Canal inmenso" por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones.
Además, nuestra Madre María recibió el mensaje más importante que Dios ha enviado a la tierra: el de la Encarnación del Redentor en el mundo, y en seguida se fue a prestar servicios humildes a su prima Isabel. No fue como reina y señora sino como sierva humilde y fraterna, siempre dispuesta a atender a todos que la necesitan.
Este fue el primero de los numerosos viajes de María a ayudar a los demás. Hasta el final de la vida en el mundo, Ella estará siempre viajando para prestar auxilios a quienes lo estén necesitando. También fue la primera marcha misionera de María, ya que ella fue a llevar a Jesús a que bendijera a otros, obra de amor que sigue realizando a cada día y cada hora. Finalmente, Jesús empleó a su Madre para santificar a Juan Bautista y ahora ella sigue siendo el medio por el cual Jesús nos santifica a cada uno de nosotros que somos también hijos de su Santa Madre.

En la visitación María nos invita a visitar al necesitado y ofrecernos humildes a servirles. Cumplamos pues esta hermosa misión de nuestra Madre y vayamos visitando a los más necesitados para ayudarles.

Virgen de Fátima: Nuestra Señora del Rosario

VIRGEN DE FATIMA

13 de mayo

Conocida también como Virgen de Fátima, se apareció a tres pastorcitos en Cova de Iría, Fátima, Portugal; por primera vez el 13 de mayo de 1917 y así sucedió cada día 13 de los siguientes meses hasta octubre. Antes de presentarse María se les apareció un ángel que los preparó para ese encuentro con la Virgen enseñándole en la 1ª y 3ª aparición dos oraciones que, por solicitud de María, deben hacerse al inicio del rosario:

ORACIÓN PARA OFRECER SACRIFICIOS

“¡Oh Jesús, te ofrezco este sacrificio por tu amor, por la conversión de os pecadores y en reparación de los pecados que tanto ofenden al Inmaculado Corazón de María!”

¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo!¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman! (Tres veces)

“Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Tabernáculos del mundo, en reparación por los sacrilegios, ultrajes e indiferencia por la cual Él mismo es ofendido. Y mediante los méritos infinitos de su sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores”

La primera oración es la solicitud de María a los niños de hacer el rosario, la segunda y tercera son las que les dio el Ángel en sus tres apariciones:

Primera aparición fue en la primavera de 1916 en la cueva "Loca de Cabeco". El Ángel les dijo: " No teman. Soy el Ángel de la Paz. Recen conmigo." Luego se arrodillo en la tierra, se inclino y dijo: "Mi Dios, Yo creo en ti, Yo te adoro y Yo te amo. Te pido perdón por todos aquellos que no creen, que no te adoran y no te aman." Lo repitió tres veces, se levanto y le dijo a los  pequeños "Recen de esta manera. Los corazones de Jesús y María están atentos a sus súplicas." Luego desapareció.
Segunda aparición, entre otras cosas, el Ángel les dijo: "Yo soy el Ángel de su guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, acepten y soporten con sumisión el sufrimiento que el Señor les envíe".
Tercera aparición: El Ángel nuevamente se apareció en la cueva Loca de Cabeco, llevaba consigo un cáliz y sostuvo sobre él, una Hostia. Repitió tres veces esta oración: "Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en acto de reparación por los sacrilegios, ultrajes e indiferencia por la cual Él Mismo es ofendido. Y mediante los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, yo le pido la conversión de los pobres pecadores."
Después le dio la Hostia a Lucía y ofreció el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco para que lo bebieran. Volvió a repetir la oración y se marcho.

La misma Virgen les dio una tercera oración para decir al final de cada misterios y que ya se incluye en el Santo Rosario.

El 13 de mayo les preguntó:

_¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio por las ofensas que hacen a Nuestro Señor?

-Sí Señora, sí queremos. Respondieron.

Y ella les pidió:_ Recen el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”

En este mensaje los niños a ejemplo de María dijeron sí con esa misma obediencia. María a través de ellos nos hace llegar el mismo mensaje: ¿Quieren alcanzar la paz del mundo y el fin de las guerras? Nosotros decimos SÍ, sí queremos la paz y también nos manda a hacer el rosario en familia y que lo hagan especialmente nuestros niños pero ahora a eso NO obedecemos, ponemos mil pretextos: tengo mucho trabajo, no me da tiempo, mis niños tienen tarea y agregamos más pretextos. Si no obedecemos ¿cuándo alcanzaremos la paz. Irónicamente un niño podría decir ¿cuándo estemos ancianos y estemos muertos?

En las apariciones de la Virgen podemos ver cómo estos pastorcitos, siendo niños ofrecieron sus vidas por la conversión de nosotros pecadores y la salvación del mundo entero:

Ocurridas entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917 (en agosto ocurrió el día 19).

Primera Aparición: (
3 de mayo) los tres niños se encontraban en la Cova de Iría, cuando vieron un luz como si fuera un relámpago, entonces creyendo que era una tormenta, intentaron marcharse, pero nuevamente otro rayo de luz los detuvo, de repente por encima de un arbusto apareció Nuestra Señora vestida de blanco, brillaba como el sol, en su mano derecha llevaba un Rosario. La Virgen les hablo así: "No tengan miedo. No les haré daño."

Lucia pregunto:  - ¿De dónde es su merced?
La Virgen María respondió: - Mi lugar es el cielo.
Y el diálogo siguió, más o menos de esta manera: - ¿Y qué desea de nosotros?
- Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes al mediodía. En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero.

Lucía le Pregunto: - ¿Nosotros también iremos al cielo?
- Jacinta y tu, sí.
- ¿Y Francisco?,  preguntó Lucía.
- El también irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios.
Y la Señora continuó diciéndoles: - ¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio por las ofensas que se hacen a Nuestro Señor?

- Sí, Señora, queremos. Respondieron los pastorcitos.
La Santísima Virgen les dijo: - Tendrán ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios los fortalecerá y asistirá.

Pasados unos minutos Nuestra Señora agregó: -"Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra". Luego se elevó y desapareció.

Segunda Aparición:
Tuvo lugar el 13 de Junio de 1917, en ella Nuestra Señora les pidió a los niños que recen el rosario y aprendan a leer.
Después Lucía le preguntó: ¿Quiere llevarnos a los tres al cielo?
Nuestra Señora le responde: - Sí a Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte aquí abajo, porque Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El desea propagar por el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.
Lucía entonces le dice: - ¿Y voy a quedarme sólita en este mundo?
La santísima Virgen le responde: - ¡No hijita! ¿Sufres mucho? Pero no te desanimes, que yo no te abandonaré. Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y yo seré el camino que te conduzca a Dios.

Tercera Aparición
:
Ocurrió el 13 de julio de 1917, en esta aparición, ya se encuentran 4000 personas contemplando a los niños. Nuestra Señora les habló a los videntes así:
"Es necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran digan: 'Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores' ".
Luego tuvieron la visión del Infierno, que Lucía nos relata así:
"Ella abrió sus manos una vez más, como lo había hecho los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra y vimos, por decirlo así, un vasto mar de fuego. Sumergidos en este fuego, vimos a los demonios y a las almas de los condenados. Estas últimas eran como rescoldos transparentes y ardientes, todos ennegrecidos o bruñidos en bronce, que tenían forma humana. Flotaban en aquella conflagración, que a veces se elevaba en el aire por las llamas que ellas mismas emitían, junto con grandes nubes de humo. Retrocedían después hacia todos lados como chispas en incendios inmensos, sin peso o equilibrio, entre alaridos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo (debió haber sido este espectáculo lo que me hizo gritar, como dice la gente que nos escuchó). Los demonios se distinguían de las almas de los condenados, por su aterrador y repugnante parecido con espantosos y desconocidos animales, negros y transparentes como brasas ardientes. Esa visión duró sólo un momento, gracias a nuestra bondadosa Madre Celestial, Quien en la primera aparición había prometido llevarnos al Cielo. Sin esto, creo que hubiéramos muerto de terror y miedo."
Después de este suceso, los niños Videntes estaban asustados y Nuestra Señora, les habló con bondad y tristeza:

"¿Han visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? Para salvarlos, el Señor quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Si se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Si no, esparcirá sus errores por el mundo y habrá guerras y persecuciones a la Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho. Varias naciones quedarán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal el dogma de la fe se conservará siempre... (Luego de estas palabras la Virgen María les cuenta a los niños la tercera parte del secreto o (tercer secreto), que Lucía escribió entre el 22 de Diciembre de 1943 y el 9 de Enero 1944). Después la Virgen dijo: 'Esto no lo digas a nadie. A Francisco si podéis decírselo'."
Y agregó: Cuando recen el Rosario, después de cada misterio digan: "Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia".

Cuarta Aparición
:
Esta ocurrió el domingo 19 de Agosto, porque el 13 de agosto, el administrador del Consejo del lugar, apresó a los tres niños para tratar de hacerlos decir que ellos no habían visto a la Virgen, los asusto, los encerró en el calabozo, donde los pequeños colgaron en la pared una medalla que tenia Jacinta y rezaron el rosario junto a los presos, hasta que finalmente tuvo que liberarlos. Unos días después la Virgen apareció en un lugar llamado Valinhos (a 400 metros de Aljustrel), y entre otras cosas les dijo: "Deseo que sigan yendo a Cova de Iría en los días 13, que sigan rezando el rosario todos los días y les prometió que haría en el último mes un milagro para que todos creyesen."

Quinta Aparición:
Sucedió el 13 de Septiembre 1917. Nuestra Señora les dice nuevamente a los niños que sigan rezando el Rosario para que finalice la guerra y les expresa: "En octubre haré un milagro para que todos crean, Curaré a algunos enfermos, pero no a todos."

Sexta Aparición: "El milagro del cielo de Fátima o el milagro del Sol."
La última aparición ocurrió el 13 de octubre de 1917, en la Cova de Iría, donde se encontraban 70.000 personas, llovía torrencialmente y los pequeños fueron al lugar, donde la Virgen se manifestó y les dijo:
" Yo soy la Señora del Rosario, continúen rezando el Rosario todos los días, la guerra se acabará pronto. “ Luego se produce el milagro del sol, la Virgen elevó sus brazos al cielo y la lluvia se detuvo, el sol giró tres veces sobre si mismo, emitiendo luces de variados colores. Los niños y los testigos del suceso vieron como si el sol se desprendiera del firmamento y fuese a caer sobre ellos. Muchos gritaban de miedo, los niños Videntes en esos momentos tuvieron visiones al lado del sol, vieron a San José con el Niño, a Nuestra Señora de los Dolores y a Nuestra Señora del Carmen. Luego de diez minutos el sol volvió a su lugar y los miles de peregrinos que tenían sus ropas mojadas por tanta lluvia, quedaron con sus ropas completamente secas.
Un observador de los hechos el Doctor Garrett, profesor de la Facultad de Ciencias de Coimbra, Portugal, relato lo sucedido así:
"El cielo, que había estado nublado todo el día, súbitamente se aclaró; la lluvia paró y parecía como si el sol estuviera a punto de llenar de luz el campo que la mañana invernal había vuelto tan lóbrego. Yo miraba el lugar de las apariciones en un estado sereno, aunque frío, en espera de que algo pasara, y mi curiosidad disminuía, pues ya había transcurrido bastante tiempo sin que pasara nada que llamara mi atención. Unos momentos antes, el sol se había abierto paso entre una capa gruesa de nubes que lo escondían y brillaba entonces clara e intensamente. De repente escuché el clamor de miles de voces, y vi a la multitud desparramarse en aquel vasto espacio a mis pies ... darle la espalda a aquel lugar, que hasta ese momento había sido el foco de sus expectativas, y mirar hacia el sol en la otra dirección. Yo también di la vuelta hacia el punto que atraía su atención y pude ver el sol, como un disco transparente, con su agudo margen, que brillaba sin lastimar la vista. No se podía confundir con el sol que se ve a través de una neblina (en ese momento no había neblina), pues no estaba velado ni opaco. En Fátima, el sol conservó su luz y calor, y se destacó claramente en el cielo, con un margen agudo, parecía una mesa de juego. Lo más sorprendente era que se podía mirar directamente al disco solar, sin que los ojos se lastimaran o se dañara la retina. Durante ese tiempo, el disco del sol no permaneció inmóvil, se mantuvo en un movimiento vertiginoso, pero no como el titilar de una estrella con todo su brillo, pues el disco giraba alrededor de sí mismo en un furioso remolino ...". Todos quedaron estupefactos ante el hecho.

La Virgen insiste en los diferentes lugares que se ha aparecido:

ORAD, ORAD, ORAD

Y seguimos de desobedientes: no hacemos el santo Rosario, aunque nos insiste.

Mensaje 18 de marzo 2013

¡Queridos hijos! Los invito a que con plena confianza y alegría bendigan el nombre del Señor, y que día a día le agradezcan, desde el corazón, por Su gran amor. Mi Hijo, mediante ese amor que con la cruz mostró, les ha dado la posibilidad que todo les sea perdonado, que no se deban avergonzar y ocultar, y que por temor, no le abran la puerta de vuestro corazón a mi Hijo. Por el contrario, hijos míos, reconcíliense con el Padre Celestial para que se puedan amar a sí mismos, como mi Hijo los ama. Cuando se amen a sí mismos, podrán amar a los demás, podrán ver en los demás a mi Hijo y reconocer la grandeza de Su amor. ¡Vivan en la fe! Mi Hijo, a través de mí, los prepara para las obras que El quiere realizar a través de ustedes, a través de quienes desea glorificarse. Agradézcanle. En especial, agradézcanle por los pastores, por vuestros mediadores en la reconciliación con el Padre Celestial. Yo les agradezco a ustedes, mis hijos. Gracias.

Mensaje, 25. abril 2013

“¡Queridos hijos! Oren, oren, y sólo oren, hasta que su corazón se abra a la fe, como una flor se abre a los cálidos rayos del sol. Este es un tiempo de gracia que Dios les da a través de mi presencia, sin embargo, ustedes están lejos de mi Corazón, por eso los invito a la conversión personal y a la oración familiar. Que la Sagrada Escritura sea siempre un estímulo para ustedes. Los bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje dado a la vidente Mirjana Dragicevic

Seamos obedientes al llamado de la Virgen a quien aceptamos como Madre nuestra. Hagamos el rosario en familia, todos los días, no solo en mayo. Ella misma nos dice en un mensaje que

“Si el rosario es ofrecido por los niños puede tener efectos milagrosos y especialmente en los días de la Tribulación”

Si creo en Dios, creo en su Madre María a quien nos dejó como Madre nuestra. Entonces como verdaderos hijos seamos obedientes a sus deseos:

OREMOS, OREMOS, OREMOS.

Hagamos el Rosario Mariano, e inmediatamente después el de la Sangre de Cristo –tal como Él lo pide- y el Rosario de la Misericordia, como lo indica nuestra Madre para implorar la misericordia del Señor en estos últimos tiempos.

Dios nos da la libertad, Jesús nos dijo que “La verdad los hará libres” de toda atadura del mal y nos da la libertad de elegirlo y amarlo:

¿Es tu voluntad dejar que Dios realice su voluntad en nosotros?

¿Ama a Dios por sobre todas las cosas?

Si es así con verdadero amor de hijos seamos tan obedientes como María al decir SÍ a Dios  con sus palabras y con sus actos. Hagamos le Rosario con nuestros niños. Sus voces inocentes serán prontamente escuchadas por Dios y María, entonces se derramará sobre nosotros abundantes bendiciones.

María Madre Santísima ayúdanos a fortalecernos en la fe y en la oración. Amén.

Consagración al Inmaculado Corazón de María

Fuente: www.virgendemedjugorje.org

 

“Mujer ahí tienes a tu hijo” “Ahí tienes a tu madre” (Jn 19,26)

Jesús Cruz antes de morir en la Cruz se dirigió a su Madre y Juan su discípulo:  “Madre, ahí tienes a tu hijo” y diciéndole a San Juan: “ahí tienes a tu Madre”. Desde aquel momento, el discípulo la acogió en su casa.

Es ese hermoso gesto de amor profundo de Jesús hacia la Virgen María y a su discípulo, nos deja a su Madre como Madre nuestra y a ella nos deja a su pueblo a su cuidado maternal como hijos suyos, representados en ese momento por Juan.

De esta manera Jesús nos ofrece a su Madre,  nosotros, hermanos de Cristo nos hace hijos de María y como tales, como buenos hijos a ejemplo de San Juan recibamos ese amor maternal y aceptémosla también como nuestra Madre, pongámonos en manos de la Virgen, a su servicio, a su disposición, como lo hizo en su día el discípulo al acoger a la Virgen en su casa. Y en esa disposición tengamos la firme voluntad de entregarnos a ella como sus verdaderos hijos y en ese sentido consagrémonos a su Inmaculado Corazón tal como Ella nos lo ha solicitado en sus apariciones.

Una de las principales peticiones de Nuestra Señora en Medjugorje. La Reina de la Paz nos pide que nos consagremos al Corazón Inmaculado de María. Entregarnos plenamente a Ella. De esta manera, Ella actuará en nosotros, entraremos en unión total con María, y que como toda Madre que lleva a sus hijos a donde ella va, así María, nuestra Madre nos llevará con su hijo Jesucristo. Al dejarnos guiar por la Madre conoceremos al Hijo y al conocerlo aprenderemos a amarlo verdaderamente y entonces ocurrirá lo que experimentó San Pablo: “Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí”. (Gal 2,20) Y entonces salgamos a las calles y anunciemos al mundo: “¡Cristo vive! ¡Cristo vive en mí!. Será hermoso sentir la llama ardiente de Cristo arden en nuestro Corazón como María y los discípulos de Jesús la sintieron el Día de Pentecostés.

Este acto de Consagración que nos solicita nuestra amorosa Madre, es un acto de abandono, que cuanto más puro es , alcanza una mayor unión con María, para que Ella ejerza su papel de Madre espiritual, de Mediadora de todas las Gracias, Corredentora de toda la humanidad, de Abogada nuestra. Según San Luis María Grignion de Montfort es el camino más rápido para llegar a la santidad y el consagrarse a María como hijos verdaderos, es decir, entregarnos totalmente a Ella, es el medio que tiene Ella para que seamos totalmente de Jesús.

Así, este acto de Consagración permitirá a la Virgen Santísima usar libremente su poder de intercesión y de santificación para el crecimiento de nuestra alma. Gozaremos su protección y su amor. Nos sentiremos plenamente hijos suyos y podremos participar de esta batalla contra el maligno y obtener la victoria para Gloria de Dios. Una victoria que ya está asegurada desde el principio y cuya arma poderosísima son: El Santo Rosario, el ayuno y el sacrificio.

En diversas ocasiones Nuestra Señora en Medjugorje ha manifestado su deseo que nos consagremos a Ella:

“Queridos hijos: Vengo entre vosotros porque deseo ser vuestra Madre, vuestra intercesora. Deseo ser un vínculo entre vosotros y el Padre celestial, vuestra mediadora. Deseo tomaros de las manos y caminar con vosotros en la lucha contra el espíritu impuro. Hijos míos: consagraos totalmente a mí. Yo tomaré vuestras vidas en mis manos maternas y os enseñaré la paz y el amor, y entonces las entregaré a Mi Hijo. A vosotros os pido que oréis y ayunéis, porque solamente así sabréis testimoniar, de manera correcta, a mi Hijo por medio de mi Corazón materno. Orad por vuestros pastores: para que unidos en mi Hijo puedan siempre, anunciar alegremente, la Palabra de Dios. ¡Os lo agradezco! (Mensaje anual del 18 de Marzo de 2012 a Mirjana)

Consagremos esa unión que Jesús hizo al pie de la Cruz, con nuestra Madre, con la oración que la Virgen dictó a la vidente del corazón Jelena Vasilij en noviembre de 1983.

Oración de Consagración:

Oh, Corazón Inmaculado de María, desbordante de bondad, muestra tu amor por nosotros. Que la llama de tu corazón, oh María, descienda sobre todos los pueblos. Te amamos inmensamente.

Imprime en nuestros corazones un verdadero amor. Que nuestro corazón suspire por ti. Oh María, dulce y humilde de corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en el pecado. Tú sabes que nosotros, los hombres, somos pecadores.

Con tu santísimo y maternal corazón, sánanos de toda enfermedad espiritual. Haznos capaces de contemplar la bondad de tu maternal corazón, para que así nos convirtamos a la llama de tu corazón. Amén.

En estos tiempos  en que la maldad ha entrado a nuestras casas en forma de odio, rencor, violencia (pleitos, golpes, asesinatos, ofensas verbales), robo, desobediencia, pereza,  mentira, rechazo, desamor, amasiato, divorcio, inmoralidad, explotación, el aborto y muchos otros males; es momento de renovar esa consagración que nos solicita la Virgen como Madre afligida por sus hijos perdidos en el pecado y para agradarla más me atrevo a consagrarme a Ella con la oración que nos dio a través de Jelena agregando una segunda oración de consagración que me inspira su amor:

Consagración al Inmaculado Corazón de María, Madre de todos.    

Yo, (Nombre), humilde sierva Tuya, con el corazón desbordante de alegría porque en el momento más doloroso de tu vida cuando perdías a Tu Hijo amado al pie de la Cruz por nuestros pecados, nuevamente dijiste Sí y aceptaste ahora la solicitud de Tu Hijo de tomarnos como Hijos Tuyos; me consagro servicial y amorosamente a tu Inmaculado Corazón, porque quiero así hacerlo por libre voluntad, porque creo en Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y porque creo en Ti que eres Madre de Dios Hijo y Madre Nuestra, por amor de Jesús a nosotros que nos ama como hermanos. Me consagro con corazón sinceros y te entrego mi voluntad para que guíes mis pasos y mis acciones, para que seas dueña absoluta de todo mi ser y hagas de mí lo que sea necesario para Gloria de Dios. Te consagro mi vida entera, a mi familia y a toda mi descendencia para que dispongas de ella a tu servicio. Te consagro a mi Patria y al mundo entero y te pido que ofrezcas a Tu Hijo todas mis oraciones, sacrificios y ayunos por la conversión de los pecadores que tanto ofenden a Tu Inmaculado Corazón y que siguen flagelando y crucificando a Cristo nuestro Redentor.

Yo prometo ser siempre fiel a tus deseos y solo te pido fortaleza para no caer ante las dificultades y ayudarte en la batalla contra el maligno y todos sus agentes  por medio del santo Rosario. Amén

Una de las  inmoralidades de estos tiempos es la práctica constante de los antivalores (pecados) que se experimentan en el seno familiar. Los niños de hoy no viven el respeto, sino fracciones de ello. Hoy es muy común escuchar como responden sus tiernas voces a sus padres y ese acto es un gran dolor en el corazón y oídos de María nuestra Madre. Las graserías, el desorden, la indisciplina, irresponsabilidad, pereza, bulling desde muy temprana edad son permitidos por nosotros los padres. Esa conducta permisiva que tenemos hoy es parte de la modernidad-vida pecaminosa. La Iglesia no entrará a la modernidad, lo que hoy es “común” en la sociedad, es pecado en la Iglesia desde el principio. El amasiato en el noviazgo, el adulterio, el divorcio, son pecados y no dejarán de serlo nunca para Dios. Dios dijo: “Lo que Dios une, no lo separe el hombre” por ende quienes se divorcian, confirman que no quieren servirle a Dios en familia. Al divorciarse quedamos al servicio de Dios sin caer en la tentación del adulterio o amasiato. Quien no cumple esto, no cumple los mandamientos y sobre todo: NO AMA A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS. Aprendamos a amar a Dios verdaderamente y seamos obedientes a sus leyes: seamos hijos obedientes y mansos como Jesús.

Que Dios te de fortaleza para continuar en su camino. Bendiciones.

Mensajes de María

La Virgen, desde hace muchos años se a aparecido en diferentes lugares dándonos mensajes para nuestra salvación. (Recordemos que Cristo ya nos salvó y después de habernos salvado seguimos cometiendo pecados y con eso seguimos flagelando y crucificándolo, por lo que Él en su segunda venida ya no vendrá a salvarnos sino a juzgarnos, viene el Cristo Rey, el Juez.). Mensajes que no hemos tomado en cuenta y nos comportamos como los hijos desobedientes: no cumplimos sus deseos:

  • Orar: hacer el Santo Rosario Mariano con las oraciones dadas a los videntes en Fátima.
  • Ayunar
  • Hacer sacrificios (penitencia y obras de misericordia)

Nuestra Madre con maternal preocupación nos insiste en los mismo en los diferentes lugares que se ha aparecido y nosotros seguimos de desobedientes. Es importante conocer esos mensajes para poder cumplirlos. Es necesario aclarar que la virgen nos comunica sus deseos, nos pide hacer oración, ayuno y sacrificio si es nuestra voluntad, Ella no nos obliga a nada, Jesús, su Hijo nos dio libertad de elegir las cosas de Dios o rechazarlas. Si amas a Dios por sobre todas las cosas por libre voluntad cumplirás cuantos deseos tengas nuestra Madre y su Hijo. Solo por amor.

GARABANDAL

r&jmJMEn pueblo montañoso de España,casi 3000 apariciones públicas ocurridas entre los años 1961 y 1965 a cuatro niñas de entre 11 y 12 años, Conchita, Jacinta, Mari Cruz y Mari Loli.

Fueron muchos los mensajes y profecías dados a la humanidad a través de estas niñas, entre esos el anuncio de tres grandes eventos de carácter universal que han sido anunciados por otros videntes y rectificados en otras apariciones Marianas y son: EL AVISO, EL MILAGRO y EL CASTIGO o Purificación.

Según la visión de las niñas este castigo será tan grande como jamás lo hubo ni lo habrá sobre la faz de la tierra, afectará a toda la humanidad, y por tal motivo el AVISO universal y el MILAGRO vienen antes para prepararnos y como última oportunidad de conversión.

El MILAGRO de Garabandal viene poco tiempo después del AVISO para confirmar al mundo que el AVISO vino de Dios y no quede duda de su naturaleza.

FÁTIMA

Virgen de FátimaNuestra Señora del Rosario o Virgen de Fátima como se le conoce pide a tres pastorcitos hacer el rosario, previa preparación de un ángel que les enseña tres oraciones para agregar al inicio del rosario.Les pide orar por la paz y por los pecados del mundo.Les da a además tres secretos. El 13 de Mayo de 1917 la Virgen se apareció en Fátima, Portugal para llamarnos, por medio de 3 pastorcitos, a regresar a su Hijo Jesucristo. El mensaje es de EXTREMA IMPORTANCIA Y URGENCIA. Nuestra Madre nos advierte sobre la seriedad de la vida, de peligros inminentes, sus causas y como salvarnos.

Los secretos

1º Los videntes ven el infierno y Dios para salvarlos, quiere que se establezca la devoción al Inmaculado Corazón de María.

2º Un aviso: la guerra terminará por las oraciones de los videntes pero si la gente no deja de ofender a Dios (pecar), vendrá otra guerra  peor y un castigo  a través de las guerras, hambre,  persecución de la Iglesia y del Santo Padre. La Virgen pide la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón y la comunión de reparación de los Primeros Sábados.
3º El sacrificio de Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas en una gran Cruz, además del Santo Padre, que había atravesado una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios".


Beata Jacinta Marto
"Sufro mucho, pero lo ofrezco todo por los pecadores, y en reparación al Inmaculado Corazón de María."

Ofrecer nuestros sufrimientos por los pecados del mundo agrada a Dios pues de esta manera Él nos recuperará. Ofrezcamos nuestros sufrimientos por esta intención.

MEDJUGORJE

Mensajes recientes donde ella nos pide la conversión,  orar, amar, aumentar nuestra fe, entregarnos a ella para que nos entregue al Hijo y ser salvados por su misericordia:

25 de diciembre 2012: en dos apariciones La virgen pide le entreguemos nuestras vidas y nuestros corazón para entregarlos a su hijo, solo de esa manera se vivirá la Misericordia de Dios y lograr la salvación. Segunda aparición:  La Virgen vino con el Niño Jesús en brazos  el Niño Jesús comenzó hablar y dijo: “Yo soy vuestra paz, vivid mis mandamientos.”

25 de febrero 2013: Orar hasta que nuestra vida se convierta en un camino hacia Dios porque estamos pecando mucho. Dejarse guiar por María a la santidad.  

18 de marzo 2013 Mensaje anual: Invitación  a bendecir el nombre del Señor, y  agradecerle diario desde el corazón por Su gran amor al  dar su vida por nosotros. Reconciliarse con el Padre. Amarse a ´uno mismo para poder amar a los demás, viendo en ellos a Jesús. Vivir la fe y darle gracias por los pastores, mediadores de reconciliación.

25 de abril 2013: Orar, abrir el corazón a la fe, invitación a la conversión personal y a la oración familiar.Leer la Sagrada Escritura.

2 de mayo 2013:Invitación a amar y no juzgar. Amar como Jesús nos amó y nos lo mostró aquí en esta tierra y como nos ama el Padre. Ayuno y oración para ser fortalecidos en Dios. Ser apóstoles de la fe y el amor. Orar por los sacerdotes(pastores).

LOURDES

z_lourdes_berarditaLa Virgen pide a Bernardita orar, hacer penitencia por los pecados de los demás y derrama su amor en abundantes curaciones, prueba de su misericordioso amor a sus hijos de esta tierra. Nos regala una fuente de agua muy pura como su Inmaculado corazón, y en la que ninguna bacteria sobrevive. La Virgen nos purifica, nos bautiza con su pureza para que quedemos sin mancha, sin pecado, listos para recibir a su Hijo en la segunda venida.

Los motivos

La Virgen en sus apariciones viene para traernos gracia, para acercarnos a Jesús, el fruto bendito de su vientre. También para recordarnos el camino de salvación y advertirnos las consecuencias de optar por otros caminos. En algunas nos deja hermosas oraciones para ir por el camino de la salvación, en otras nos derrama su amor en curaciones milagrosas.Ella nos manifiesta que está para guiarnos en el camino que nos conduce a su Hijo nuestro Salvador y poder gozar de su reino eterno. En estos últimos tiempos nos insiste mucho en dejar de pecar, hacer oración, penitencia y ayuno para limpiar nuestros pecados, conocer la Sagrada Escritura para conocer y amar verdaderamente a Dios y cumplir sus mandamientos por voluntad propia. ¿Quién deja a la Madre amorosa insistente por tu salvación? Óyela, escucha su llamado y acude pronto.

Si quieres ser salvado por Jesús, toma tu cruz y síguelo. Déjate guiar por María que te llevará por el camino correcto a su Hijo. Te dará fortaleza cuando sientas debilidad o cansancio, te animará cuando sientas que ya no puedes, calmará tu sed y tu angustia y te cubrirá con su protección maternal. Elige ser salvado y sigue al Señor que te espera en su casa. 

Estas revelaciones son avisos para prepararnos en pureza, estar limpios de pecado, unirnos a María en oración a través del Santo Rosario. Nos avisa lo que pasará y nos dice lo que debemos hacer para alcanzar nuestra salvación. Que los secretos de Fátima y los mensajes de Garabandal no nos espanten porque son para prepararnos, no para aterrorizarnos. Es para saber que nos ama el Padre, que nos reclama el Hijo pues Él dio su vida por salvarnos y también nos reclama nuestra Madre que nos ama tanto y nos quiere juntos y salvos a todos sus hijos.

Las apariciones son muchas pero las ocurridas en estos cuatro lugares nos preparan para el encuentro con Jesús y María en su segunda venida. Profundicemos en esos mensajes, reflexionemos y sobre todo, cumplamos los deseos de María y de Dios.

Dios nos ilumine en las tinieblas para darnos luz en el pensamiento, rectitud en nuestras acciones, amor en el corazón y sobre todo nunca nos abandone. Que nos permita distinguir las cosas que son de Él de aquellas que son del mentiroso y no deje que nos engañen, que abra nuestros ojos y oídos.Así sea. 

Fuentes:

http://www.centromedjugorje.org/santuario/historial-de-mensajes/

http://www.corazones.org/lugares/francia/lourdes/a_lourdes1.htm

Rosario del Espíritu Santo

imageEl collar tiene un Espíritu Santo (paloma) blanco con diez cuentas en forma de llamas de fuego o de gotas de Sangre por misterio y lleva siete misterios. El Ave María (medalla en la que se cierra el círculo de la corona del collar) es un Espíritu Santo, en forma de Paloma o de Medalla y al final una cruz con el Espíritu Santo, con Cristo o solo. Se debe hacer durante los doce días anteriores al Día de Pentecostés y puede hacerse en cualquier día del año en que quiera pedirse por el crecimiento de nuestra Fe y para tener o conservar el amor de Dios en nuestro corazón.

Rosario del Espíritu Santo

Ofrecimiento: Bendito Espíritu Santo te ofrecemos este Santo Rosario el crecimiento de nuestra Fe según la Voluntad de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Guía: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu y todo será de nuevo creado. Y renovarás la faz de la tierra.

Todos: Oh Dios, que instruiste los corazones de Tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este mismo Espíritu, aprendamos a obrar rectamente siempre y gocemos de la dulzura del Bien y de Sus divinos consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

CREDO DE LOS APÓSTOLES

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Guía: Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo

Todos: Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así también como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos de todo mal. Amén

Guía: Gloria (Lentamente) al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo

Todos: como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

PRIMER MISTERIO

Honremos al Espíritu Santo y adoremos al amor sustancial que procede del Padre y del Hijo y los une en una Caridad infinita y eterna.

Guía: ¡Padre, envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor!

(Diez veces):

Guía: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.

Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Al terminar el misterio:

Guía: Envía tu Espíritu y todo será creado.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra

Guía: Oh Dios que has iluminado el mundo, con las luces del Espíritu Santo

Todos: llévanos a gustar lo que es recto según Tú mismo Espíritu.

SEGUNDO MISTERIO. Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque hizo Inmaculada a María en su Concepción y la santificó con la plenitud de su gracia.

Guía: ¡Padre, envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor!

(Diez veces):

Guía: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.

Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Al terminar el misterio:

Guía: Envía tu Espíritu y todo será creado.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra

Guía: Oh Dios que has iluminado el mundo, con las luces del Espíritu Santo

Todos: llévanos a gustar lo que es recto según Tú mismo Espíritu.

TERCER MISTERIO.. Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque hizo a la Santísima Virgen Madre del Verbo divino en el Misterio de la Encarnación.

Guía: ¡Padre, envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor!

(Diez veces):

Guía: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.

Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Al terminar el misterio:

Guía: Envía tu Espíritu y todo será creado.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra

Guía: Oh Dios que has iluminado el mundo, con las luces del Espíritu Santo

Todos: llévanos a gustar lo que es recto según Tú mismo Espíritu.

CUARTO MISTERIO

Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque dio la vida a la Iglesia en el día glorioso de Pentecostés.

Guía: ¡Padre, envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor!

(Diez veces):

Guía: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.

Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Al terminar el misterio:

Guía: Envía tu Espíritu y todo será creado.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra

Guía: Oh Dios que has iluminado el mundo, con las luces del Espíritu Santo

Todos: llévanos a gustar lo que es recto según Tú mismo Espíritu.

QUINTO MISTERIO

Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque reside de una manera permanente en la Iglesia y la asiste, según la promesa divina, hasta la consumación de los siglos.

Guía: ¡Padre, envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor!

(Diez veces):

Guía: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.

Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Al terminar el misterio:

Guía: Envía tu Espíritu y todo será creado.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra

Guía: Oh Dios que has iluminado el mundo, con las luces del Espíritu Santo

Todos: llévanos a gustar lo que es recto según Tú mismo Espíritu.

SEXTO MISTERIO

Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque creó en la Iglesia al nuevo Cristo, que es el sacerdote, y confirió la plenitud del sacerdocio a los Obispos.

Guía: ¡Padre, envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor!

(Diez veces):

Guía: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.

Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Al terminar el misterio:

Guía: Envía tu Espíritu y todo será creado.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra

Guía: Oh Dios que has iluminado el mundo, con las luces del Espíritu Santo

Todos: llévanos a gustar lo que es recto según Tú mismo Espíritu.

SEPTIMO MISTERIO

Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle en la virtud heroica de los santos en la Iglesia, obra secreta y maravillosa del .Santificador Omnipotente.

Guía: ¡Padre, envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor!

(Diez veces):

Guía: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.

Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Al terminar el misterio:

Guía: Envía tu Espíritu y todo será creado.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra.´

Guía: Oh Dios que has iluminado el mundo, con las luces del Espíritu Santo

Todos: llévanos a gustar lo que es recto según Tú mismo Espíritu.

Oremos. Oh Dios que con la luz del Espíritu Santo enseñaste a los fieles la verdad, concédenos conocerla en el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consuelos celestiales. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

PRECES AL ESPIRITU SANTO EN FORMA DE LETANIA

Guía: Todos:

Señor, ten piedad de nosotros. …………………………………….. Ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros. ……………………………………. Ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros. ……………………………………. Ten piedad de nosotros.

Padre omnipotente, ten piedad de nosotros. ……………………….Ten piedad de nosotros.

Jesús, Hijo eterno del Padre y Redentor del mundo……………….Sálvanos.

Espíritu del Padre y del Hijo y Amor infinito del Uno y del Otro….. Santifícanos.

Trinidad Santísima, óyenos.

Responder: ven a nosotros.

Espíritu Santo, que procedes del Padre y del Hijo.

Promesa del Padre,

Don de Dios Altísimo,

Rayo de luz celeste,

Fuente de agua viva,

Espíritu de amor y de verdad,

Fuego abrasador,

Autor de todo bien,

Unción espiritual,

Caridad ardiente

Espíritu de sabiduría,

Espíritu de entendimiento,

Espíritu de consejo y fortaleza,

Espíritu de ciencia y de piedad,

Espíritu de temor del Señor,

Espíritu de gracia y de oración,

Espíritu de paz y de dulzura,

Espíritu de modestia y de inocencia,

Espíritu consolador,

Espíritu santificador,

Espíritu que gobiernas la Iglesia,

Espíritu que llenas el universo,

Espíritu de adopción de los hijos de Dios.

Responder: Te rogamos óyenos

Espíritu Santo, imprime en nosotros el horror al pecado,

Espíritu Santo, ven a renovar la faz de la tierra,

Espíritu Santo, derrama tus luces en nuestra inteligencia,

Espíritu Santo, graba tu ley en nuestros corazones,

Espíritu Santo, abrásanos en el fuego de tu amor,

Espíritu Santo, ábrenos el tesoro de tus gracias,

Espíritu Santo, enséñanos a orar como se debe,

Espíritu Santo, ilumínanos con tus inspiraciones celestiales,

Espíritu Santo, concédenos la única ciencia necesaria.

Espíritu Santo, inspíranos la práctica de tus virtudes.

Espíritu Santo, haz que perseveremos en tu justicia.

Espíritu Santo, se Tu mismo nuestra recompensa.

Guía: Cordero de Dios que borras los pecados del mundo

Todos: envíanos tu Espíritu Santo.

Guía Cordero de Dios que borras los pecados del mundo

Todos: derrama en nuestras almas los dones del Espíritu Santo.

Guía Cordero de Dios que borras los pecados del mundo

Todos: infúndenos el Espíritu de sabiduría y devoción.

Guía: Ven ¡Oh Espíritu Santo! llena con tus dones los corazones de tus fieles.

Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

OREMOS

Señor, que la fortaleza del Espíritu Santo venga en nuestra ayuda para que se digne lavar las manchas de nuestros corazones y protegernos contra nuestros enemigos. Por Cristo Nuestro Señor Amén.

CONSAGRACION AL ESPIRITU SANTO

Recibe ¡Oh Espíritu Santo de amor!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser que te hago en este día, para que te digne ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones: mi Director, mi luz, mi Guía, mi Fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones.

Oh Santo Espíritu, dígnate formarme con María, y en María, según el modelo de nuestro Divino Jesús. Y que al igual que ella, en absoluta obediencia sea fiel testigo del evangelio y participe ardientemente en tu obra de evangelización.

Gloria al Padre Creador, Gloria al Hijo Redentor, Gloria al Espíritu Santificador.

Oración de Juan Pablo II al Espíritu Santo

(Compuesta con ocasión del segundo año de preparación al Jubileo del año 2000).

Espíritu Santo, dulce huésped del alma, muéstranos el sentido profundo del gran Jubileo y prepara nuestro espíritu para celebrarlo con la fe, en la esperanza que no defrauda, en la caridad que no espera recompensa.

Espíritu de verdad, que conoces las profundidades de Dios, memoria y profecía de la Iglesia, dirige la Humanidad para que reconozca en Jesús de Nazaret el Señor de la gloria, el Salvador del mundo, la culminación de la Historia.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu creador, misterioso artífice del Reino, guía la Iglesia con la fuerza de tus santos dones para cruzar con valentía el umbral del nuevo milenio y llevar a las generaciones venideras la luz de la Palabra que salva.

Espíritu de santidad, aliento divino que mueve el universo, ven y renueva la faz de la tierra. Suscita en los cristianos el deseo de la plena unidad, para ser verdaderamente en el mundo signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad del género humano.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu de comunión, alma y sostén de la Iglesia, haz que la riqueza de los carismas y ministerios contribuya a la unidad del Cuerpo de Cristo, y que los laicos, los consagrados y los ministros ordenados colaboren juntos en la edificación del único Reino de Dios.

Espíritu de consuelo, fuente inagotable de gozo y de paz, suscita solidaridad para con los necesitados, da a los enfermos el aliento necesario, infunde confianza y esperanza en los que sufren, acrecienta en todos el compromiso por un mundo mejor.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu de sabiduría, que iluminas la mente y el corazón, orienta el camino de la ciencia y la técnica al servicio de la vida, de la justicia y de la paz. Haz fecundo el diálogo con los miembros de otras religiones. y que las diversas culturas se abran a los valores del Evangelio.

Espíritu de vida, por el cual el Verbo se hizo carne en el seno de la Virgen, mujer del silencio y de la escucha, haznos dóciles a las muestras de tu amor y siempre dispuestos a acoger los signos de los tiempos que Tú pones en el curso de la Historia.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

A Ti, Espíritu de amor, junto con el Padre omnipotente y el Hijo unigénito, alabanza, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Invoquemos al Espíritu Santo:

VEN, ESPÍRITU CREADOR
Rezada a diario por el Papa JPII *

Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fíeles
y llena de la divina gracia los corazones,
que Tú mismo creaste.

Tú eres nuestro Consolador,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, el dedo de la mano de Dios;
Tú, el prometido del Padre;
Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.

Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra débil carne,

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé Tú mismo nuestro guía,
y puestos bajo tu dirección,
evitaremos todo lo nocivo.

Por Ti conozcamos al Padre,
y también al Hijo;
y que en Ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo.,

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos infinitos. Amén.

V. Envía tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.

Por Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.

¡Ven, Espíritu Divino!

(El himno mas antiguo al ES)

Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

Pentecostés

Ve y evangeliza!

Jesús antes de ascender prometió regresar y dijo:

"Mirad yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre...permaneced en la ciudad hasta que   seáis revestidos de poder desde lo alto" (Lc 24,49). "Mientras estaba comiendo con ellos les mandó  que no se ausentasen de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre (Hch 1,4).

“Yo pediré al Padre que os de un Paráclito, un defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de Verdad” Jn. 14,16

pente“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo”.
Hechos de los Apóstoles 2, 1-5

"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos" Act: 1, 5-8. El Espíritu Santo hace misioneros con el testimonio y con la palabra. Somos elegidos de Dios para llevar su "anuncio" hasta los confines de la tierra. Es una elección personal y un envío intransferible.

El día de Pentecostés nace nuestra iglesia. Es la fiesta en la que se conmemora el descendimiento del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles, a los cincuenta días después de la Resurrección de Cristo; razón por la cuál es una fecha movible.

Cada año, después de la Resurrección de Cristo debemos prepararnos para esperar su Promesa: la venida del Espíritu Santo cada día de Pentecostés. Esta preparación la podemos hacer con:

  • El Rosario de la Santa Octava de Consagración a Dios Padre Eterno Yahvé, durante la Octava de Pascua (primeros ocho días después de la Resurrección de Cristo).
  • El Rosario de la Divina Misericordia.
  • Obras de Misericordia.
  • Ayunos
  • El Rosario de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
  • El Rosario Mariano (previo a cualquier rosario y durante los cincuenta días posteriores a la Resurrección de Cristo).
  • El Rosario al Espíritu Santo (durante los doce días anteriores a Pentecostés)
  • Vigilia al Espíritu Santo (culmen de la preparación para recibirlo)
  • El Rosario de los Dones del Espíritu Santo
  • Misa de Pentecostés (implorándole descienda el Espíritu Santo sobre nosotros, nos llene de sus siete dones y disponernos con ardiente pasión a evangelizar, sin olvidar pedirle nos una fuertemente a María para cumplir fielmente, como ella lo hizo, todos los deseos de Dios).
  • Leer la Sagrada Escritura pidiendo previamente al Espíritu Santo nos permita interpretar los mensajes de Dios iluminados por el Don de Sabiduría.
  • El Rosario de la llama de Amor de Nuestra Madre María Santísima.

Como Pueblo-Iglesia de Dios estamos invitados (porque Dios nos da esa Libertad de elegir) a permanecer en oración y sobre todo haciendo el Santo Rosario, educándonos en la Fe y Amar a Dios sobre todas las cosas para que libremente sin que nadie nos obligue , sino por amor al que dio su vida por salvarnos, hagamos la voluntad de Dios y no la nuestra. Ser verdaderos hijos de Dios, verdaderos discípulos, verdaderos y fervientes evangelizadores. Vayamos pues a cumplir con ardiente pasión el mandato de nuestro Señor, comuniquemos que Cristo vive y que Él muy pronto viene: el Juez Justo, el Cristo Rey, el Rey de Reyes.

Que el Espíritu Santo nos ilumine con la Verdad y la comuniquemos a los demás. Amén.

Novena a María Auxiliadora

(Propagada por San Juan Bosco)

1. Rezad durante nueve días seguidos tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias con la jaculatoria "Sea alabado en todo momento el Santísimo Sacramento", y tres salves con la jaculatoria "María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros".

El cristiano ora al Señor y también a la que es su Auxiliadora

2. Recibid los Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía.

El cristiano vive unido a Cristo, a la Auxiliadora de los cristianos y a la Iglesia por los Sacramentos.

3. Os recomiendo que prometáis vuestro donativo o vuestro trabajo personal para sostener obras de apostolado, preferentemente salesianas.

El cristiano, siente que la Auxiliadora le anima a ser apóstol y a sostener las obras de apostolado de la Iglesia de Cristo.

Oración de súplica

Santísima Virgen, Madre de Dios, yo aunque indigno pecador postrado a vuestros pies en presencia de Dios omnipotente os ofrezco este mi corazón con todos sus afectos. A vos lo consagro y quiero que sea siempre vuestro y de vuestro hijo Jesús.

Aceptad esta humilde oferta vos que siempre habéis sido la auxiliadora del pueblo cristiano.

Oh María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en que me encuentro.

Reina de los cielos, en vuestras manos pongo mi causa. Se bien que en los casos desesperados se muestra más potente vuestra misericordia y nada puede resistir a vuestro poder. Alcanzadme Madre mía la gracia que os pido si es del agrado de mi Dios y Señor. Amén.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN

¡Oh Santísima e Inmaculada Virgen María, tiernísima Madre nuestra y poderoso Auxilio de los Cristianos! Nosotros nos consagramos enteramente a tu dulce amor y a tu santo servicio. Te consagramos la mente con sus pensamientos, el corazón con sus afectos, el cuerpo con sus sentidos y con todas sus fuerzas, y prometemos obrar siempre para la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.

Tú, pues, ¡oh Virgen incomparable! que fuiste siempre Auxilio del Pueblo Cristiano, continúa, por piedad, siéndolo especialmente en estos días. Humilla a los enemigos de nuestra religión y frustra sus perversas intenciones. Ilumina y fortifica a los obispos y sacerdotes y tenlos siempre unidos y obedientes al Papa, maestro infalible; preserva de la irreligión y del vicio a la incauta juventud; promueve las vocaciones y aumenta el número de los ministros, a fin de que, por medio de ellos, el reino de Jesucristo se conserve entre nosotros y se extienda hasta los últimos confines de la tierra.

Te suplicamos ¡oh dulcísima Madre! que no apartes nunca tu piadosa mirada de la incauta juventud expuesta a tantos peligros, de los pobres pecadores y moribundos y de las almas del Purgatorio: sé para todos ¡oh María! dulce Esperanza, Madre de Misericordia y Puerta del Cielo.

Te suplicamos, gran Madre de Dios, que nos enseñes a imitar tus virtudes, particularmente la angelical modestia, la humildad profunda y la ardiente caridad, a fin de que, por cuanto es posible, con tu presencia, con nuestras palabras y con nuestro ejemplo, representemos, en medio del mundo, a tu Hijo, Jesús, logremos que te conozcan y amen y podamos, llegar a salvar muchas almas.

Haz, ¡oh María Auxiliadora! que todos permanezcamos reunidos bajo tu maternal manto; haz que en las tentaciones te invoquemos con toda confianza; y en fin, el pensamiento de que eres tan buena, tan amable y tan amada, el recuerdo del amor que tienes a tus devotos, nos aliente de tal modo, que salgamos victoriosos contra el enemigo de nuestra alma, en la vida y en la muerte, para que podamos formarte una corona en el Paraíso. Así sea

OFRECIMIENTO

Enséñame, oh María Auxiliadora, a ser dulce y bueno en todos los acontecimientos de mi vida; en los desengaños, en el descuido de otros, en la falta de sinceridad de aquellos en quienes creí, en la deslealtad de aquellos en quienes confié.

Ayúdame a olvidarme de mí mismo para pensar en la felicidad de otros; a ocultar mis pequeños sufrimientos de tal modo que sea yo el único que los padezca.

Enséñame a sacar provecho de ellos, a usarlos de tal modo que me suavicen, no me endurezcan ni me amarguen; que me hagan paciente y no irritable; que me hagan amplio en mi clemencia y no estrecho y despótico. Que nadie sea menos bueno, menos sincero, menos amable, menos noble, menos santo por haber sido mi compañero de viaje en el camino hacia la vida eterna. Amén.

NOVENA DE CONFIANZA

Madre amable de mi vida auxilio de los cristianos, la pena que me atormenta, pongo en tus divinas manos. Dios te salve María...

Tú que sabes mis congojas, pues todas te las confío, da la paz a los turbados y alivia el corazón mío. Dios te salve María...

Y aunque tu amor no merezco, no recurriré a Ti en vano, pues eres madre de Dios y auxilio de los cristianos. Dios te salve María...

Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección haya sido abandonado; animado con esta confianza, me presento a ti. ¡Oh Madre de Dios!, no desoigas mis súplicas; escúchalas y acógelas benignamente, ¡oh clemente, oh dulce Virgen María! (Pedir la gracia que se desea y rezar una Salve)


1. Con este titulo el pueblo cristiano rinde tributo a la eficaz ayuda que siempre ha recibido de la Virgen María en situaciones difíciles, especialmente en la batalla de Lepanto y en la liberación de Pío VII después de estar detenido cinco años por Napoleón. Pío V introdujo en la letanías lauretanas la invocación de "auxilio de los cristianos". Por su parte Pío VII coronó solemnemente una estatua de la Madre Dios en Savona, y estableció que se celebrase todos los años el día 24 de mayo la fiesta de María Auxiliadora. Apóstol destacado de esta devoción mariana fue San Juan Bosco (1815-1888), fundador de los salesianos, que tanta ayuda recibió de María.

DÍA PRIMERO

¡Oh, María, poderoso Auxilio de los Cristianos que confiados de tu misericordia, acuden a tu trono lleno de confianza! Oye los ruegos de tus hijos que suplicantes imploramos tu poderoso patrocinio, para poder huir del pecado y de las ocasiones de pecar. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA SEGUNDO

¡Oh, María Santísima, Madre de bondad y de misericordia! tú que siempre libraste al pueblo cristiano, con tu poderoso patrocinio, de los asaltos e insidias del enemigo, protege nuestras almas, te lo suplicamos, de las acometidas del demonio, del mundo y de la carne, para que alcancemos completa victoria sobre los enemigos de nuestra salvación. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA TERCERO

¡Oh, poderosísima Reina del Cielo, que sola triunfaste de las herejías, que intentaron arrancar a tantos hijos del regazo de nuestra Madre la Iglesia! Ayúdanos ¡oh María! a guardar firme nuestra fe y puros nuestros corazones, en medio de tantas insidias para no contaminarnos con el veneno de tantas perversas doctrinas. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA CUARTO

¡Oh dulcísima Madre nuestra María, tú que eres Reina de los Mártires por los heroicos actos de valor y fortaleza que practicaste en la tierra! Dígnate infundir en nuestro corazón la fuerza necesaria para mantenernos constantes en tu servicio para que, venciendo todo respeto humano cumplamos sin rubor nuestros deberes religiosos y nos comportemos siempre como devotos hijos tuyos hasta la muerte. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA QUINTO

Querida Madre mía, tú que en el triunfo del Papa Pío VII mostraste tu eficaz patrocinio, desplegaste tu manto protector sobre toda la Iglesia y especialmente sobre su augusto jefe el Sumo Pontífice, defiéndelo en todo momento de los ataques de los enemigos, líbralo de las aflicciones, asístelo siempre para que pueda dirigir al puerto de salvación la navecilla de San Pedro, triunfando de las oleadas embravecidas que amenazan de sumergirla. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA SEXTO

¡Oh, María, Reina de los Apóstoles! toma bajo tu protección a los sagrados ministros y todos los fieles de la Iglesia Católica: alcánzales espíritu de unión, de perfecta obediencia al Romano Pontífice, y de celo ferviente por la salvación de las almas; especialmente te suplicamos extiendas tu amorosa asistencia sobre los misioneros, para que consigan atraer a la verdadera fe de Jesucristo a todas las almas, para formar del mundo entero un solo Rebaño bajo la guía de un solo Pastor. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA SÉPTIMO

No seas, Madre de misericordia, insensible a los dolores de la Iglesia menospreciada en su doctrina y en sus Sacramentos. No permitas sea derramada en balde la sangre preciosísima de tu divino Hijo, ilumina a los ciegos que la persiguen, fortalece a los débiles que no la defienden. Brille ¡oh María! tu poder sobre la tierra; sea glorificada y acatada la religión, observada la ley divina y eclesiástica, para que todos te alaben y alcance la humanidad los goces eternos. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA OCTAVO

Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra amantísima, de Ti se ha dicho: todo poder se le ha dado en la tierra y en el cielo; te presentas al trono del Altísimo, no como quien pide, sino como quien manda, a Ti clamamos desde el abismo de nuestras miserias, aleja de nosotros todo mal; bajo tu protección ponemos nuestros bienes, nuestros corazones, almas, potencias, sentidos, vida y todo lo que tenemos; sé nuestro amparo y nuestra defensa durante toda la vida. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA NOVENO

¡Oh, piadosísima Madre!, Tú que en todo tiempo te mostraste verdaderamente la Auxiliadora de los cristianos asístenos con tu poderosísimo patrocinio en vida y especialmente en el terrible trance de la muerte, y alcánzanos la perseverancia final. ¡Ah! no nos dejes un solo instante hasta que felices cantemos tus glorias y las misericordias de tu Hijo en el cielo, por los siglos de los siglos. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

ORACIONES FINALES PARA TODOS LOS DÍAS

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

sábado, 3 de mayo de 2014

Como rezar el Rosario

Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae (29-38)

Rogar a Cristo con María

El Rosario es a la vez meditación y súplica. La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesión lo puede todo ante el corazón del Hijo. Ella es «omnipotente por gracia», como, con audaz expresión que debe entenderse bien, dijo en su Súplica a la Virgen el Beato Bartolomé Longo. Basada en el Evangelio, ésta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano. El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente, siguiendo a san Bernardo, cuando canta: «Mujer, eres tan grande y tanto vales, que quien desea una gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas». En el Rosario, mientras suplicamos a María, templo del Espíritu Santo (cf. Lc 1,35), Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno, rogando con nosotros y por nosotros.

(Juan Pablo II, Rosarium Virginis Mariae, 16)

Como rezar el Rosario

Introducción

1) Hacer la Señal de la Cruz y rezar el Credo.

2) Rezar un Padre Nuestro.

3) Rezar tres Ave María por la fe, la esperanza, la caridad.*

4) Rezar un Gloria.

o bien

1) Hacer la Señal de la Cruz y decir: Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme. Y rezar un Gloria.

Santo Rosario

5) Enunciar el primer misterio (por ejemplo decir: El primer misterio gozoso es la Anunciación del Ángel a María) y rezar un Padre Nuestro.

6) Rezar diez Ave María meditando el misterio.

7) Rezar un Gloria y la Oración de Fátima.

8) Enunciar el segundo misterio y rezar un Padre Nuestro.

9) Rezar diez Ave María meditando el misterio.

10) Rezar un Gloria y la Oración de Fátima.

11) Enunciar el tercer misterio y rezar un Padre Nuestro.

12 ) Rezar diez Ave María meditando el misterio.

13) Rezar un Gloria y la Oración de Fátima.

14) Enunciar el cuarto misterio y rezar un Padre Nuestro.

15) Rezar diez Ave María meditando el misterio.

16) Rezar un Gloria y la Oración de Fátima.

17) Enunciar el quinto misterio y rezar un Padre Nuestro.

18) Rezar diez Ave María meditando el misterio.

19) Rezar un Gloria y la Oración de Fátima.

20) Rezar la Salve.

(Se pueden rezar las Letanías Lauretanas. Se puede rezar la Oración a San José, la Oración a San Miguel, el Sub Tuum Praesidium).

Hacer la Señal de la Cruz.

CREDO

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

AVE MARIA

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN DE FATIMA

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

SALVE

LETANIAS LAURETANAS

(Esta oración no es parte del Rosario, pero se dice después del rosario)

Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial,                                                       Ten piedad de nosotros

Dios, Hijo Redentor del mundo,                                         Ten piedad de nosotros

Dios, Espíritu Santo,                                                        Ten piedad de nosotros

Trinidad Santa, un solo Dios,                                            Ten piedad de nosotros

Santa María,                                                                 Ruega por nosotros

Santa Madre de Dios,                                                    Ruega por nosotros

Santa Virgen de las vírgenes,                                         Ruega por nosotros

Madre de Cristo,

Madre de la Iglesia,

Madre de la divina gracia,

Madre purísima,

Madre castísima,

Madre virginal,

Madre inmaculada,

Madre amable,

Madre admirable,

Madre del buen consejo,

Madre del Creador,

Madre del Salvador,

Virgen prudentísima,

Virgen digna de veneración,

Virgen digna de alabanza,

Virgen poderosa,

Virgen clemente,

Virgen fiel,

Espejo de justicia,

Trono de sabiduría,

Causa de nuestra alegría,

Vaso espiritual,

Vaso digno de honor,

Vaso insigne de devoción,

Rosa mística,

Torre de David,

Torre de marfil,

Casa de oro,

Arca de la alianza,

Puerta del cielo,

Estrella de la mañana,

Salud de los enfermos,

Refugio de los pecadores,

Consuelo de los afligidos,

Auxilio de los cristianos,

Reina de los Ángeles,

Reina de los Patriarcas,

Reina de los Profetas,

Reina de los Apóstoles,

Reina de los Mártires,

Reina de los Confesores,

Reina de las Vírgenes,

Reina de todos los Santos,

Reina concebida sin pecado original,

Reina asunta al cielo,

Reina del Santísimo Rosario,

Reina de la familia,

Reina de la paz,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,                              perdónanos Señor

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,                              escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo                                ten piedad de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios                                          para que seamos dignos de

                                                                                                       alcanzar las Divinas promesas

                                                                                                       de nuestro Señor Jesucristo.

Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo, y, por la intercesión gloriosa de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del Cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que con su sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades. Proteged, oh providentísimo custodio de la divina familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y de corrupción; asistidnos propicio desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora defended a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza. Amén.

ORACIÓN A SAN MIGUEL

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Sub tuum praesidium

Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!

CONSAGRACIÓN Al INMACULADO CORAZÓN DE MARIA

" Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como tu quieres que sea,
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.

Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo."

ACTO DE CONSAGRACIÓN
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARIA
(Papa Pío XII)

¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios! Ante vuestro Trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón.

En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, nos entregamos y nos consagramos, no sólo en unión con la Santa Iglesia, cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con todo el Mundo dilacerado por atroces discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de sus propias iniquidades.

Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en la horrenda carnicería, tantas almas torturadas y agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente.

Vos, oh Madre de misericordia, impetradnos de Dios la paz; y, ante todo, las gracias que pueden convertir en un momento los humanos corazones, las gracias que preparan, concilian y aseguran la paz. Reina de la paz, rogad por nosotros y dad al mundo en guerra la paz por que suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad del orden se dilate el reino de Dios.

Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos yacen aún en las sombras de la muerte; concédeles la paz y haced que brille para ellos el sol de la verdad y puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del mundo: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

Dad la paz a los pueblos separados por el error o la discordia, especialmente a aquellos que os profesan singular devoción y en los cuales no había casa donde no se hallase honrada vuestra venerada imagen (hoy quizá oculta y retirada para mejores tiempos), y haced que retornen al único redil de Cristo bajo el único verdadero Pastor.

Obtened paz y libertad completa para la Iglesia Santa de Dios; contened el diluvio inundante del neopaganismo, fomentad en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, a fin de que aumente en méritos y en número el pueblo de los que sirven a Dios.

Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que, puestas en El todas las esperanzas, fuese para ellos señal y prenda de victoria y de salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina del Mundo, también nos consagramos para siempre a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un extremo a Otro de la tierra, el eterno Magníficat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, en sólo el cual pueden hallar la Verdad, la Vida y la Paz.

* Nuestra Madre tiene un especial agrado por aquellos que le ofrecen el rezo de la Devoción de las Tres Ave Marías y en lugar de las tres Ave Marías podemos agradarla con esta hermosa devoción en la que le suplicamos hacer uso del poder que le otorgó Dios Padre, la sabiduría de la que la llenó su Hijo y de la Misericordia Amor con que la llenó el Espíritu Santo. Otra opción es agregar esta devoción al final del rezo seguida de la Consagración a María, oración que no debe ser olvidada en el rosario y sobre todo en nuestro diario amanecer.