Páginas

lunes, 16 de febrero de 2015

Miércoles de ceniza, inicio de Cuaresma 2015

VIVAMOS LA CUARESMA CON GRAN PASIÓN, COMO CRISTO. 18 de febrero-29 de marzo imageimage
La Cuaresma es el camino de la conversión que comienza con el miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón. La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo., La imposición de la ceniza señala el inicio de la cuaresma. Es el inicio del tiempo de la conversión. Cubrirse de ceniza para simbolizar penitencia y arrepentimiento. En la imposición de la ceniza, el sacerdote traza una cruz sobre la frente de los fieles, mientras repite las palabras "Conviértete y cree en el Evangelio" "Recuerda que polvo eres y en polvo te has de convertir", para recordarnos que nuestro lugar definitivo es el Cielo y que la vida aquí en la tierra es pasajera. Esta tradición nos recuerda que, al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por los demás hombres. Nos ayuda a desprendernos de cosas o de dinero para ayuda del prójimo necesitado y soportar con amor este hermoso sacrificio al compartir con los que no tienen algo que nosotros tenemos en abundancia por bendición de Dios, no únicamente por tu trabajo. Al recibir la cruz de ceniza reflexiona e inicia el camino de la conversión verdadera y mantenla todos los días de tu vida: “Convertíos al Señor” Dice el Señor:"… convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas." …no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo." Joel 2,12-18 "Misericordia, Señor: hemos pecado." Misericordia, Dios mío, por tu bondad, / por tu inmensa compasión borra mi culpa; / lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R. Pues yo reconozco mi culpa, / tengo siempre presente mi pecado: / contra ti, contra ti sólo pequé, / cometí la maldad que aborreces. R. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme; / no me arrojes lejos de tu rostro, / no me quites tu santo espíritu. R. Devuélveme la alegría de tu salvación, / afiánzame con espíritu generoso. / Señor, me abrirás los labios, / y mi boca proclamará tu alabanza. R Salmo 50 "Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable" Hermanos: Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: "En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda"; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación. II Corintios 5,20-6,2 Condiciones necesarias a cumplir durante la cuaresma y en todo tiempo. EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre. LA ORACIÓN: nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad. Para que nuestra Oración tenga frutos, debemos evitar la hipocresía, la disipación (distracciones) y la multitud de palabras (no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios). EL SACRIFICIO: Al hacer sacrificios (cuyo significado es "hacer sagradas las cosas"), hacerlos con alegría, por amor a Dios, quién ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar. “Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino Tu Padre, que está en lo secreto: y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará." (Mt 6,6). La ceniza es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección.
Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar cómo es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean. Al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y reconciliándonos con Dios. Para eso debemos tener verdadero Arrepentimiento, Confesar nuestros pecados, hacer Penitencia y lograr la Conversión.
El arrepentimiento: Debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos cometido no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a cometer. La confesión de nuestros pecados: necesitamos la gracia de Dios para borrar nuestros pecados, por medio de la absolución expresada por el sacerdote en la confesión. La penitencia: a cumplir impuesta por el sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero debemos continuar con la oración, que es la comunicación íntima con Dios, con el ayuno, que además del que manda la Iglesia en determinados días, es la renuncia voluntaria a diferentes satisfactores con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo. Y finalmente la Conversión que como hemos dicho es ir hacia delante, es el seguimiento a Jesús.
Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón.
Es importante escuchar y leer el Evangelio, meditarlo y Creer en él y con ello Convertir nuestra vida, siguiendo las palabras del Evangelio y evangelizando, es decir transmitiendo su mensaje con nuestras acciones y nuestras palabras.
¿CÓMO VIVIR LA CUARESMA?
· 1. Arrepintiéndome de mis pecados y confesándome. · Pensar en qué he ofendido a Dios, Nuestro Señor, si me duele haberlo ofendido, si realmente estoy arrepentido. Éste es un muy buen momento para llevar a cabo una confesión preparada y de corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión. · 2. Luchando por cambiar. · Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte propósitos para cumplir día con día y revisa en la noche si lo lograste. Reconoce cuál es tu defecto dominante y haz un plan para luchar contra éste. Tu plan debe ser realista, práctico y concreto para poderlo cumplir. · 3. Haciendo sacrificios ("hacer sagrado") es hacer una cosa sagrada, es decir, ofrecerla a Dios por amor. Hacer sacrificio es ofrecer a Dios, porque lo amas, cosas que te cuestan trabajo. Por ejemplo, ser amable con el vecino que no te simpatiza o ayudar a otro en su trabajo. A cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo hacer en la vida de todos los días. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estamos haciendo sacrificio. · 4. Haciendo oración, hablar con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con Él. Te puedes ayudar de un buen libro de meditación y leer en la Biblia.
  • intensificar la escucha y la meditación atenta a la Palabra de Dios, la asistencia frecuente al Sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía, hacer ayuno, leer la parábola del hijo pródigo, San Lucas 15, 11-32 o el texto evangélico de San Mateo 6, 1-8.
· La mortificación y la renuncia: Saber ofrecer aquellas circunstancias cotidianas que nos son molestas, de aceptar con humildad, gozo y alegría, los distintos contratiempos que se nos presentan a diario. De la misma manera, el saber renunciar a ciertas cosas legítimas nos ayuda a vivir el desapego y desprendimiento. · Practicar la caridad de manera especial con aquél a quien tenemos más cerca. Arrepiéntete de tus pecados, reconcíliate con el Padre, haz penitencia, oración, sacrificios y obras de caridad. Regresa al Padre que te llama como al hijo pródigo.

































lunes, 2 de febrero de 2015

Virgen de Lourdes

imageEl 11 de febrero de 1858, en la villa de Lourdes, Francia, la Virgen María se aparece a Bernadette Soubirous (Bernardita de 14 años) en la gruta de la roca de Masabielle.

Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858 hubo 18 apariciones. Éstas se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y por la aparición de una fuente de agua milagrosa que brotó junto al lugar de las apariciones

Los mensajes que la Santísima Virgen dio en Lourdes:

1.- En agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, (declarado por Pio IX 1854), presentándose como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud, invitándonos a vivir sin mancha de pecado, en pureza.

2.- La conversión a Cristo. Abrir las puertas de nuestro corazón a la conversión verdadera.

3. Exaltación a las virtudes de la pobreza y humildad, al escoger a Bernadette como instrumento de su mensaje, invitándonos a ser humildes de corazón y a vivir la pobreza con amor.

4.- Tomar la Cruz con amor. La Virgen le asegura que lo importante es ser feliz en la otra vida, y para ello es necesario aceptar la cruz con humildad y obediencia.

5.- Rezar el Rosario. En todas las apariciones vino con su Rosario y la niña rezaba el rosario.

6.- La oración, la penitencia, humildad (besando el suelo como señal de ello); y la misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos.

7.- La confianza en Dios. Confiar plenamente en Dios, sin dudas.

LOS SIGNOS DE LOURDES

clip_image002 EL AGUA que la Virgen le ordenó a Bernardita beber: "Vete a beber y a lavarte en la fuente" de la roca. La niña bebió el agua, signo del “agua viva” que ofrece Jesús (Juan 4,14).

 

clip_image004LA ROCA de la gruta, lugar donde Bernardita vio a la Virgen 18 veces. Dios es nuestra roca en quien podemos apoyarnos. (Salmo 17).

clip_image006
LAS VELAS encendidas en la Gruta, representa la luz de la fe. Esta luz es Cristo. «Yo soy la luz del mundo: el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.» (Juan 8,12).

clip_image008

LAS MULTITUDES de peregrinos de toda raza, lengua y nación que en Lourdes se reúnen como Iglesia, en la unidad de todos los hijos de Dios dispersos.

LOS ENFERMOS que acuden poniendo toda su confianza en Dios como lo solicita Nuestra Madre, con la esperanza de recibir la sanación milagrosa de las enfermedades del cuerpo y del alma.

Lo más importante en toda persona es el cambio de vida: convertirnos a Cristo, confiar plenamente en Dios, tomar la cruz y seguir a Jesús. Hacer oración, rezar el rosario, hacer penitencia, ser misericordiosos con los necesitados especialmente con los enfermos. Vivir en la pobreza y la humildad.

Nuestra Madre del cielo se preocupa por nuestra salvación, porque regresemos al camino recto que nos conduce hacia su hijo. Nos invita anticipadamente a vivir una verdadera cuaresma con amor, aceptando nuestra cruz con humildad, recorriendo el camino en oración, haciendo el rosario, cumpliendo penitencia y actos de misericordia.

Día de la Candelaria

Purificación de María

clip_image002De acuerdo a las  palabras de Simeón, María llevó al Templo a “La Luz de las Naciones” que es su Hijo  Jesús. De ahí nace  la tradición de llevar  cirios y velas  a bendecir que  simbolizan a nuestro Señor Jesucristo como luz de los hombres. Por tal razón el 2 de febrero se le conoce como  día de la Candelaria o Candela, en alusión a María que llevó a presentar la Luz que ilumina al mundo.

Purifiquémonos como María que siendo Hija de Dios, Madre de Dios y Esposa del Espíritu Santo con fiel obediencia presenta a su Hijo, para cumplir con la Ley y para ser purificada. Aunque María continuó virgen después del parto, pues fue un “parto Divino”; no habiendo quedado manchada su pureza, por amor y obediencia cumplió la Ley de la Purificación. Imitemos su obediencia y enseñemos a los hijos a ser obedientes tanto como Jesús lo fue desde su niñez hasta su último día de vida terrenal. Cumplamos todo aquello que Dios quiere que hagamos, en verdad dejemos que el Padre haga su voluntad en nuestras vidas y en nuestras familias. Cumpliendo la Santa Palabra de Dios nos vamos purificando en el camino, eliminando todas aquellas impurezas de nuestro ser y nuestra forma de actuar, nos vamos perfeccionando y alcanzamos la santificación, condición necesaria para entrar al reino de Dios. Hay que blanquear nuestra túnica para que resplandezca su blancura, purificando nuestra alma.

María nos da ejemplo de obediencia filial y nos invita a ofrecer a nuestros hijos al Señor y consagrarlos a Él, pues solo Dios es el que los puede rescatar ahora de la maldad en la que los hemos dejado caminar al enseñarles a cumplimiento las leyes y mandamientos de Dios., Al consagrar nuestros hijos a Dios y cumplir los sacramentos (bautismo, confesión, comunión, confirmación, matrimonio, unción de los enfermos y orden sacerdotal) así alcanzarán la salvación y ellos crecerán como el Niño Jesús: fortaleciéndose en Dios.

En algunos lugares se acostumbra llevar a los niños a ser bendecidos en esta fiesta, además de llevar las velas a bendecir. Pues María es la Madre de la Luz: Jesús, Luz del mundo y las naciones. Es un buen día ir a recibir la luz, pedir a Dios que nos ilumine durante nuestra vida y renovar esta súplica cada día de la candela o Candelaria. Cristo la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva la advocación de la Virgen de la "Candelaria".

Fiestas de la Virgen de la Candelaria en México.

Tlacotalpan, Ver., donde se conmemora con el embalse de los toros (tradición mundana), el paseo de la Virgen en el río para pedirle la bendición de la tierra para sus cultivos y los libre de inundaciones e inclemencias.

Amealco, Querétaro, donde se hace la bendición de las imágenes del Niño Dios, bendición del maíz y de las “candelas” (velas) que se necesitan durante el año para que nunca falte alimento y la luz física y espiritual en el hogar. Los fieles acuden a la misa con bolsas o canastas con diferentes variedades de maíz, de las cuales ofrecen algunas mazorcas en ofrenda. Posiblemente esto haya originado la tradición de la bendición de las Doce Velas para encender los día 1º de cada mes y bendecir diferentes semillas. La fiesta de este lugar es pagano-religiosa. Si queremos caminar a la Luz de Cristo solo hay que cumplir aquello que Jesús vino a explicarnos y que nos indican nuestros sacerdotes.

Bendición de los niños y de las imágenes del Niño Dios.

¿Cómo vestir la Niño Dios, al que es Luz?

image

El día de la Candelaria celebramos la Presentación del Niño Jesús por María, por tal razón hacemos un recordatorio de tal hecho llevando a bendecir imágenes del Niño Dios y éstos deben ir vestidos de blanco como ella cumplió. De ahí que en todo sacramento y como es mencionado en la Biblia hay que mantener la túnica blanca. En la tradición católica el Niño Dios ha de llevarse a bendecir con ropas blancas porque es la LUZ que ilumina. El blanco es la Luz Resplandeciente: Jesús. Si le ponemos otro color perdemos su significado y no respetamos las reglas de la Iglesia.

Este día se bendicen a los niños también, así que puedes llevar a tus hijos preferentemente de blanco a esta misa para ser bendecidos por el sacerdote en la Misa de Bendición de niños y de las imágenes del Niño Dios.

La Presentación del Señor

2 de febrero

image

Fiesta en que se conmemora la presentación de Nuestro Redentor en el templo y la purificación de María Santísima.

CRISTO LUZ, QUE ILUMINA LAS NACIONES

“El Niño Jesús fue llevado al Templo en Jerusalén para ser presentado al Señor, según la Ley. Simeón al verlo lo toma en brazos y dice: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu SALVACIÓN, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, LUZ para iluminar a los gentiles y GLORIA de tu pueblo Israel.» Simeón les bendijo y dijo a María: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.» La profetisa, Ana, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él”. (Lucas 2, 22-40)

clip_image003Simeón y la profetisa Ana. Por inspiración divina, reconocen en aquel Niño al Mesías anunciado por los profetas, como la Luz que ha brillado en las tinieblas para alumbrar a las naciones. A través de sus palabras Dios nos confirmó cumplida su promesa de enviar a un Salvador para redimir a su pueblo. Celebramos “La Luz”.

Jesús es el “único Dios verdadero”. Él mismo se autoproclama la "luz del mundo" porque Él es el único capaz de disipar todas las tinieblas del mundo y de nuestro corazón. Es nuestra LUZ, nuestra vida y resurrección, nuestra paz y fortaleza, nuestro triunfo y nuestra esperanza cierta. Él está lleno de sabiduría porque es el Hijo de Dios y vino a explicarnos con claridad las Leyes de Dios porque la gente no las entendía correctamente.

clip_image005En el Sermón de la Montaña, Jesús nos ilumina de cómo ser Hijos de la Luz; qué debemos cumplir y cómo para ser digno de entrar a su reino. ¿Queremos ser Hijos de la Luz y brillar en la santidad de nuestro Padre Santo? ¿O solo queremos seguir con ligeros deseos y falsas voluntades?

 

Para ser verdaderos Hijos de la Luz debemos:

clip_image001 Cumplir la Ley de Dios como el Hijo de Dios nos enseñó con su ejemplo, viviendo a la Luz de sus enseñanzas.

clip_image001[1] Ser Santos como Jesús, María, José a imagen del Padre Creador.

Cumplir la Ley de Dios implica primero conocer a Dios, y para conocerlo es necesario conocer la Palabra de Dios. Nuestro párroco iluminado por Dios está dando Curso de la Palabra de Dios, vayamos entonces a ser iluminados por la Palabra del Espíritu Santo para fortalecernos en Dios y poder cumplir todas sus leyes. Perfecciona tu Espíritu y tu carácter a la Luz de Cristo que te ama. Escuchemos la Voz de Jesús, Luz que ilumina a las naciones en el Sermón de la Montaña, corazón del Evangelio que contiene las enseñanzas morales más importantes donde Jesús nos invita a ser perfectos como el Padre. (Mateo Caps.5, 6 y 7)

Vivamos según las enseñanzas de Cristo. Coherente con el Evangelio en una vida de fe llena de obras (Sant 2,20). Cumpliendo la Voluntad del Padre (Mt 7,21). Amando a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. (Ef 5,21-33) Practicando las enseñanzas morales contenidas en la Biblia (los diez Mandamientos, el Sermón de la montaña (Mt. Caps.5, 6 y 7) las 14 obras de misericordia contenidas en el Catecismo que ilustran ampliamente cuál es el modo de vivir según el Evangelio), siendo buen fruto (Mt 7, 16). Viviendo en el amor y la caridad; dando buen ejemplo a los hijos (Mateo 19:6), manteniendo la paz (Ef. 4, 3); perdonando hasta 70 veces 7 (Mt 18,22).

Así como el Niño Jesús crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él” nosotros vivamos en la verdad y en el amor, creciendo plenamente, unidos a Cristo (Ef. 4,15) sin apartarnos del camino ni un milímetro, ni a la izquierda ni a la derecha. Renunciando a la mentira y hablando siempre con la verdad, con palabras buenas, siendo mutuamente buenos y compasivo. (Ef 4. 24-25,29) Ser puros del corazón y hablar con gracia, con palabra dulce y correcta. (Prov. 22,10)

Purifiquémonos como María que siendo Hija de Dios, Madre de Dios y Esposa del Espíritu Santo con fiel obediencia presenta a su Hijo, para cumplir con la Ley y para ser purificada. Aunque María continuó virgen después del parto, pues fue un “parto Divino”; no habiendo quedado manchada su pureza, por amor y obediencia cumplió la Ley de la Purificación. Imitemos su obediencia y enseñemos a los hijos a ser obedientes tanto como Jesús lo fue desde su niñez hasta su último día de vida terrenal. Cumplamos todo aquello que Dios quiere que hagamos, en verdad dejemos que el Padre haga su voluntad en nuestras vidas y en nuestras familias. Cumpliendo la Santa Palabra de Dios nos vamos purificando en el camino, eliminando todas aquellas impurezas de nuestro ser y nuestra forma de actuar, nos vamos perfeccionando y alcanzamos la santificación, condición necesaria para entrar al reino de Dios. Hay que blanquear nuestra túnica para que resplandezca su blancura, purificando nuestra alma.

María nos da ejemplo de obediencia filial y nos invita a ofrecer a nuestros hijos al Señor y consagrarlos a Él, pues solo Dios es el que los puede rescatar ahora de la maldad en la que los hemos dejado caminar al enseñarles a cumplimiento las leyes y mandamientos de Dios., Al consagrar nuestros hijos a Dios y cumplir los sacramentos (bautismo, confesión, comunión, confirmación, matrimonio, unción de los enfermos y orden sacerdotal) así alcanzarán la salvación y ellos crecerán como el Niño Jesús: fortaleciéndose en Dios.

 

“El hombre ha renunciado a la búsqueda de una luz grande, de una verdad grande, y se ha contentado con pequeñas luces que alumbran el instante fugaz, pero que son incapaces de abrir el camino” (n. 3). “La luz de la fe no disipa todas nuestras tinieblas, sino que, como una lámpara, guía nuestros pasos en la noche, y esto basta para caminar” Encíclica Lumen Fidei

clip_image002

. Busquemos la Luz que es Cristo, quien disipa nuestras tinieblas, iluminando la oscuridad que no nos deja ver. La Luz que ilumina nuestro entendimiento y nuestra vida. Caminemos al encuentro de la Luz conociendo, reflexionando y meditando la Palabra de Dios que es Luz y Verdad pues es Dios mismo dándose a conocer. Vivamos como Hijos de la Luz.

De las palabras de Simeón nace la tradición de la Bendición de los cirios y velas hechas de parafina pura, que al bendecirlas simbolizan a nuestro Señor Jesucristo como luz de los hombres. Es por eso que al día 2 de febrero se le nombra día de la Candelaria o Candela.