Es, pues un pensamiento santo y saludable el rogar por los difuntos, a fin que sean libres de sus pecados. (2 Mac. XII, 45-46). Orar por almas del Purgatorio (Iglesia purgante) es un pedido que Jesús hizo a tres santas, a tres esposas de su amantísimo corazón: Santa Gertrudis la grande, a Santa Faustina Kowalska y a Sor Maria Consolata Betrone.
A cada una de ellas le dió una oración:
Santa Gertrudis, La Grande:
"Eterno Padre, te ofrezco la Preciosísima Sangre de tu Divino Hijo, en unión con todas las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por todas las Santas Almas del Purgatorio. Amén".
Nuestro Señor le dijo a Santa Gertrudis la Grande, que esta oración puede librar 1000 almas del purgatorio cada vez que se rece.
Faustina Kowalska:
“El Señor me pidió que rezara este rosario (la coronilla) durante los nueve días que preceden a la Fiesta de la Misericordia, comenzando el día de Viernes Santo. Entonces, me dijo: Por esta novena concederé todas las gracias posibles a las almas “(11, 197). También se puede hacer esta novena en otros momentos y por cualquier necesidad. Es un Rosario a través del cual Jesús en su infinita misericordia nos otorga, a la iglesia militantes (los vivos) perdón de nuestros pecados y a la iglesia purgante (los difuntos) el perdón de sus pecados reduciendo sus penas en el purgatorio y su pronta salida para ir a la Gloria del Padre.
Jesús le dijo esta santa: “Deseo que durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi misericordia, para que encuentren allí la fortaleza, el refugio y toda aquella gracia que necesiten en las penalidades de la vida, y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi corazón un grupo de almas diferentes y las sumergirás en el océano de Mi misericordia y Yo conduciré todas esas almas a la mansión de Mi Padre... Todos los días implorarás a Mi Padre gracias para esas almas en atención a los méritos de mi amarga Pasión.”
El Señor de la Misericordia le pidió para el octavo día de la novena que le llevara a las almas del Purgatorio:
“Hoy tráeme a las almas que están detenidas en el Purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi Miseriordia. Que torrentes de Mi Sangre refresquen el ardor del Purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por Mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a Mi justicia. Está en tu poder llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del Tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con Mi justicia.
Oración:
Jesús Misericordioso, Tú mismo has dicho que deseas la misericordia, heme aquí que llevo a la morada de Tu muy compasivo Corazón, a las almas del purgatorio, almas que Te son muy queridas pero que deben pagar su culpa adeudada a Tu justicia. Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del Purgatorio para que también allá sea glorificado el poder de Tu Misericordia. Padre Eterno vuelve tu mirada Misericordiosa sobre las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el muy Compasivo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, Tu Hijo y por toda la amargura con la cual Su Sacratísima alma fue inundada, muestra Tu Misericordia a las Almas que estan bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu Amadísimo Hijo, porque creemos firmemente que Tu bondad y Tu compasión no tienen límites. Amén
La coronilla de la Divina Misericordia tiene Indulgencia Plenaria, establecida por Juan Pablo II para toda la Iglesia el segundo Domingo de Pascua, tal como pidió Jesús en el Diario de Santa Faustina.
María Consalata Beltrone
Jesús enseñó a Sor M. Consolata Bertrone un Acto de Amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada Acto de Amor salvaría el alma de un pecador y que repararía mil blasfemias.
La fórmula de este Acto es:
"Jesús, María, Os Amo, Salvad las Almas"
A estas tres esposas Jesús les pidió especial devoción por las almas purgantes, les mostró los sufrimientos de las almas en el lugar de la purificación, les enseñó el misterio del purgatorio, y también les entregó oraciones para realizar por las almas.
Otras santas a quienes les dió oraciones por las almas del purgatorio:
María Valtorta
Jesús dicta a María Valtorta.
“Llega el mes dedicado a los difuntos. Ruega así por ellos:
¡Oh Jesús!, que con tu gloriosa Resurrección nos has mostrado cómo serán eternamente los ‘hijos de Dios’, concede la santa resurrección a nuestros seres queridos, fallecidos en tu Gracia, y a nosotros, en nuestra hora. Por el sacrificio de tu Sangre, por las lágrimas de María, por los méritos de todos los Santos, abre tu Reino a sus espíritus.
¡Oh Madre!, cuya aflicción finalizó con la alborada pascual ante el Resucitado y cuya espera de reunirte con tu Hijo cesó en el gozo de tu gloriosa Asunción, consuela nuestro dolor librando de las penas a quienes amamos hasta más allá de la muerte, y ruega por nosotros que esperamos la hora de volver a encontrar el abrazo de quienes perdimos.
Mártires y Santos que estáis jubilosos en el Cielo, dirigid una mirada suplicante a Dios, y una fraterna a los difuntos que expían, para rogar al Eterno por ellos y para decirles a ellos: ‘He aquí que la paz se abre para vosotros’.
Amados, tan queridos, no perdidos sino separados, que vuestras oraciones sean para nosotros el beso que añoramos, y cuando por nuestros sufragios estaréis libres en el beato Paraíso con los Santos, protegednos amándonos en la Perfección, unidos a nosotros por la invisible, activa, amorosa Comunión de los Santos, anticipo de la perfecta reunión de los ‘benditos’ que nos concederá, además de gozarnos con la visión de Dios, el encontraros como os tuvimos, pero sublimados por la gloria del Cielo”.
Con el fin de mostrar mi amor a Jesús, al Padre, al Espíritu Santo y a María, retomando las oraciones que Cristó dió para pedir por las almas del purgatorio he formado el siguiente rosario para las almas del purgatorio. Con la única intención de ayudar a lasalmas purgantes a gozar de la Promesa de Dios de ir a la Gloria del Padre.
Se usa un Rosario de 5 misterios con 10 cuentas en cada uno de ellos. Ya sea el Rosario de cuentas rojas del Sagrado Corazón de Jesús o el Rosario de la Misericordia.
El Rosario por las almas del Purgatorio con las oraciones dadas por Jesús a sus tres esposas espirituales.
Nos ponemos en presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para ofrecer esta coronilla por las almas del purgatorio.
En la Cruz: La Señal de la Cruz.
Credo
Padre Nuestro
Ave María
Oración dada a Sor Faustina:
Jesús Misericordioso, Tú mismo has dicho que deseas la misericordia, aquí me tienes para llevar a la morada de Tu muy compasivo Corazón, a las almas del purgatorio, almas que Te son muy queridas pero que deben pagar su culpa adeudada a Tu justicia. Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del Purgatorio para que también allá sea glorificado el poder de Tu Misericordia. Padre Eterno vuelve tu mirada Misericordiosa sobre las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el muy Compasivo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, Tu Hijo y por toda la amargura con la cual Su Sacratísima alma fue inundada, muestra Tu Misericordia a las Almas que estan bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu Amadísimo Hijo, porque creemos firmemente que Tu bondad y Tu compasión no tienen límites. Amén
Padrenuestro, Avemaría y Credo.
En las cuentas grandes: (en vez del Padre Nuestro):
"Eterno Padre, te ofrezco la Preciosísima Sangre de tu Divino Hijo, en unión con todas las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por todas las Santas Almas del Purgatorio. Amén".
En las diez cuentas de cada decena:
Jesús, María os amo, salvad las almas.
Al Final de cada misterio:
Oh Sangre y Agua, que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros…
-en Ustedes confío.
Las almas de los fieles difuntos (puede hacerse petición especial por alguno aqui) por la misericordia de Dios
- descansen en paz, así sea.
Si con tu Sangre Preciosa los has redimido
-que los perdones te pedimos por tu pasión dolorosa.
Virgen Madre Dolorosa que consuelas afligida
-que lo saques te pedimos de la cárcel tenebrosa
Oración por los difuntos (dictada a María Valtorta):
¡Oh Jesús!, que con tu gloriosa Resurrección nos has mostrado cómo serán eternamente los ‘hijos de Dios’, concede la santa resurrección a nuestros seres queridos, fallecidos en tu Gracia, y a nosotros, en nuestra hora. Por el sacrificio de tu Sangre, por las lágrimas de María, por los méritos de todos los Santos, abre tu Reino a sus espíritus.
¡Oh Madre!, cuya aflicción finalizó con la alborada pascual ante el Resucitado y cuya espera de reunirte con tu Hijo cesó en el gozo de tu gloriosa Asunción, consuela nuestro dolor librando de las penas a quienes amamos hasta más allá de la muerte, y ruega por nosotros que esperamos la hora de volver a encontrar el abrazo de quienes perdimos.
Mártires y Santos que estáis jubilosos en el Cielo, dirigid una mirada suplicante a Dios, y una fraterna a los difuntos que expían, para rogar al Eterno por ellos y para decirles a ellos: ‘He aquí que la paz se abre para vosotros’.
Amados, tan queridos, no perdidos sino separados, que vuestras oraciones sean para nosotros el beso que añoramos, y cuando por nuestros sufragios estaréis libres en el beato Paraíso con los Santos, protegednos amándonos en la Perfección, unidos a nosotros por la invisible, activa, amorosa Comunión de los Santos, anticipo de la perfecta reunión de los ‘benditos’ que nos concederá, además de gozarnos con la visión de Dios, el encontraros como os tuvimos, pero sublimados por la gloria del Cielo”.
Para solicitar con amor a nuestra Santísima Madre María su ayuda para que saque a las almas del purgatorio y las entregue a su Misericordioso Hijo Jesús recitemos las letanías.
Señor ten piedad de las ánimas ... ten piedad de las ánimas
Cristo...
Señor...
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre Celestial
Dios Hijo, Redentor del mundo
Dios, Espíritu Santo
Trinidad Santa, único Dios
Santa María,
... ruega por las ánimas
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las Vírgenes
Madre de Jesucristo
Madre de la Divina Gracia
Madre de la Iglesia
Madre purísima
Madre castísima
Madre y Virgen
Madre Santa
Madre inmaculada
Madre amable
Madre admirable
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Virgen prudentísima
Virgen digna de veneración
Virgen digna de alabanza
Virgen poderosa
Virgen clemente
Virgen fiel
Espejo de justicia
Trono de la eterna sabiduría
Ideal de santidad
Causa de nuestra alegría
Templo del Espíritu Santo
Honor de los pueblos
Modelo de entrega a Dios
Rosa escogida
Fuerte como la torre de David
Hermosa como la torre de marfil
Casa de oro
Arca de la nueva Alianza
Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Consoladora de los aflijidos
Refugio de los pecadores
Auxilio de los cristianos
Reina de los ángeles
Reina de los patriarcas
Reina de los profetas
Reina de los apóstoles
Reina de los mártires
Reina de los que viven su fe
Reina de las vírgenes
Reina de todos los santos
Reina concebida sin la mancha del pecado original
Reina del santísimo Rosario
Reina elevada al cielo
Reina de la paz
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Perdónanos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Escúchanos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros
y de las benditas ánimas del santo Purgatorio. Amén.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Al final del Rosario, se reza en las tres últimas cuentas antes de la Cruz:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de las almas del purgatorio, de nosotros y del mundo entero.
Si se desea hacer este rosario por algun familiar en especial hacemos la siguiente oración al inicio.
ORACIÓN PARA PEDIR POR EL ALMA DE UN DIFUNTO EN PARTICULAR.
Oh Adorable Corazón de Jesús, por los dolores que sufriste pendiendo en la cruz, por tus cinco llagas y tu costado herido, por lo latigazos recibidos y por tu preciosísima sangre derramada para nuestra salvación, te suplicamos que purifiques y redimas el alma de tu siervo (a) y hermano (a) nuestro (a).
Devuélvele la vida y concédele el descanso eterno que solo obtenemos al estar a tu lado. Dale a él (ella) la eterna luz para que goce en el cielo de la gloria de tus santos. Otórgale, Señor, tu divina protección.
Consuela asimismo a sus familiares y amigos que hoy sienten su muerte y haz que llegue a éstos la resignación cristiana. Que acepten el estado de la muerte como un paso transitorio y obligado hacia la vida verdadera que se obtiene estando a tu lado.
Todo esto te lo pedimos por el purísimo Corazón de María, nuestra augusta Madre y por la intención de tu padre punitivo San José, quien compartió su vida con la Tuya y a quien luego despediste de este mundo terrenal. Amen
Podemos ofrecer a Dios le Rosario de la Divina Misericordia ofreciéndolo con la intención del 8o día de la novena dada a sor Faustina.
Ayudemos a Dios a salvar almas. Recemos en octubre y noviembre este rosario como cuarentena o novena. terminando el día 2 de Noviembre y ofreciendo este día una Santa Misa por los difuntos.
Por qué rezar por las almas del purgatorio? Una respuesta amplia podemos la conocemos en los escritos de las santas mencionadas y otras personas que tuvieran el encargo de Jesús de rezar por las almas del purgatorio.
https://www.youtube.com/watch?v=1xdS7h3dYL4