Semana Santa

Es la semana en la que recordamos la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús.

Cambia de fecha porque se celebra el día de la primera luna de primavera en recuerdo de la liberación judía de la esclavitud de Egipto, Fecha que fijaban en base al año lunar y no al año solar como el calendario moderno. Jesús es el nuevo cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado y de la muerte.

Vive la Semana Santa, santamente. El verdadero católico dispone esta semana para confirmar su santidad después de los cuarenta días de preparación, de purificación y conversión vividos durante la cuaresma.  Si se quiere resucitar con Cristo a vivir una año más en santidad, libre de pecado y alejados de toda práctica mundana de diversión  (ir a la playa, al río, tomar, bailar, etc) El católico está llamado a vivir en espiritualidad, participando de las actividades que nuestra Iglesia organiza para celebrarla. Pero sobre todo hacer todo aquello que permita morir al pecado y resucitar a una nueva vida con la Resurrección de Jesús, nuestro salvador. Quien se quiera salvar tendrá que santificarse, pedirle fortaleza a Jesús para cargar nuestra Cruz. Él nos ayudará como el Cirineo lo ayudó. Nos muestra en ese acto que debemos apoyarnos unos a otros para continuar el camino cuesta arriba…hacia el reino de Dios. Asi que esta semana sigue a Cristo en su pasión, carga tu cruz con amor y síguelo!

 

Domingo de Ramos

Celebramos la entrada de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para alabar al Señor y ser bendecidas.

 

 

Miércoles santo

Santa Misa Crismal, en la que se bendice el Santo Crisma, los santos óleos de catecúmenos y enfermos que se administran en los sacramentos; y la renovación del sacerdocio o profesión de fe, los sacerdotes renuevan sus votos ante los feligreses haciendo un recuerdo de su entrada al sacerdocio de Jesucristo por la imposición de manos y oración hechos por el obispo para que sean «santificados en la verdad» (Jn 17,19)

 

 

Jueves Santo

 

 En la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que instituyó la Eucaristía (quedándose con nosotros en el pan y vino) y el Sacerdocio y les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicialidad, Después, Jesús se fue a orar al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y en la madrugada del día siguiente llegaron a aprehenderlo.Esas horas de oración en el Huerto se conoce como Hora de Getsemaní y Jesucristo nos llama a acompañarlo. Así que esta noche es muy hermosa para ofrecerle el Rosario Mariano e inmediatamente después el de su Preciosa Sangre y todas las oraciones del Devocionario de la Sangre de Cristo que encuentras separadas en julio 2013 en este blog.

El Triduo Pascual

(Viernes, Sábado y Domingo santos).

Viernes Santo

Día de la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilatos; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne en la mañana y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz. Viacrucis

Jesús murió por nuestros pecados. Cargó nuestros pecados en la cruz, por amor dijo sí al Padre, le dijo: “si es posible aparte de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”. Cristo nos muestra que quien pide  Dios hacer su voluntad en él, tendrá vida eterna. Pidamos a Jesús la gracia de la fortaleza, la paciencia y la mansedumbre para poder cargar nuestra cruz con amor y poder resucitar con Él el día del Juicio Final que ya está muy cerca, la hora ya empezó. Apartémonos de toda vida mundana y llevemos una vida santa como la de Él, la de María y de San José. Vivamos como nos dice Dios en la Sagrada Escritura, así que a leer los libros sapiensales, los libros de los evangelistas (Nuevo Testamento), para empezar. En septiembre 2013 de este blog encuentras los libros de la Biblia y una guía para leerlos. A conocer a Cristo, leyendo la Palabra y la Verdad, que es Cristo.nos hará libres del pecado!

Sábado Santo o Sábado de Gloria

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Se hace el Rito del Lucernario en donde el sacerdote enciende el Cirio Pascual con el Fuego Nuevo de la hoguera en señal de la Resurrección de Cristo.  En esta celebración se bendicen los cirios y el agua, (que son los que indica la Virgen María en la Profecía de Fátima). Esta noche se hace la renovación del bautismal, la cuál es muy importante porque así confirmamos nuestro bautizo y le decimos a Cristo que queremos seguir siendo el próximo año y para siempre, sus fieles seguidores, que queremos ser dignos también de la vida eterna como Él lo logró al vencer a la muerte para abrirnos las puertas del cielo.

Algunas personas acostumbran ir al río en este día y aventarse cubetazos de agua, tradición contraria a lo que significa la Vigilia Pascual. El agua que brotó del Sagrado Costado de nuestro Señor Jesucristo la invocamos para limpiar nuestras impurezas y no es el agua del río o de los cubetazos la debemos rociar en nuestro cuerpo, es el agua bendita de la Renovación del Bautismo. Es el agua que el sacerdote nos rocía en señal de la renovación bautismal. Así que esta noche de Vigilia ve a tu parroquia, lleva tu cirio pascual y agua para bendecir y para que hagas la renovación bautismal y recibas el agua y la sangre que brotó del traspasado Corazón de Jesús.

Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida, de la muerte del pecado a una vida eterna que solo son alcanzables siguiendo el camino recto que Dios nos mostró y que nos dejó en su Santa Palabra y que nos explicó muy bien en el Sermón de la Montaña (Mateo Caps. 5, 6 y 7)

Cada año debemos resucitar con Cristo y en Cristo, renovar nuestra vida a una vida de santidad como la que llevó Cristo en esta tierra y para gozar de la vida eterna que Él alcanzó y que nos prometió a nosotros si seguimos el camino de rectitud que nos lleve a la santidad.

Este día alabamos, glorificamos y bendecimos al Señor por el amor con el que nos amó. Le damos gracias por abrirnos las puertas del cielo, por salvarnos. Ahora trabajemos para alcanzar esa salvación que Jesucristo nos prometió.