Páginas

sábado, 3 de enero de 2015

¿Reyes Magos o Epifanía del Señor?

La tradición mundana, contraria a la Liturgia Católica  celebra una adoración a los Reyes Magos basada en una mentira  seguida por muchísimas personas de engañar a los niños de que si se portan bien los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltazar les traerán regalos; y éstos deben hacer la carta donde le dicen que juguetes quieren. Mientras que los padres en el papel de “Reyes Magos” compran los juguetes solicitados o aquellos que puedan adquirir en su economía y  a escondidas ponen los juguetes a un lado del árbol navideño o junto a la cama del niño.

Con  esa practica mundana han desviado a los creyentes de la verdadera tradición católica. Si queremos agradar a Dios debemos “renunciar a la mentira y hablar siempre con la verdad” (Ef 4. 24-25) enseñando a nuestros hijos aquello que dice la Santa Palabra que cuando nació el Niño Jesús Los astrólogos, conocidos como sabios en aquellos tiempos, vieron la estrella de Belén y fueron en busca del recién nacido y cuando lo encontraron “cayendo de rodillas, lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra” (Mt 2,1-11):    Según la Liturgia católica el 6 de enero se celebra la Epifanía del Señor, que significa “manifestación”; es decir que es cuando Jesús que es Dios Hijo se da a conocer al mundo y por eso este día recordamos este hecho por lo que los fieles lo celebramos yendo como los sabios de oriente

Vayamos como los Sabios de Oriente (astrólogos y no reyes) a adorar a Jesús en nuestro camino llevando una vida según lo indica el Evangelio para alcanzar la corona de la salvación con la que se coronaron los magos, los apóstoles y tantos santos que creyeron en que Jesús era el Mesías.

Ni una mentira más a los niños los sabios de oriente solo eran astrólogos de los que no saben sus nombres,  no reyes y tampoco llevaban juguetes a los niños; llevaron regalos a Jesús que era el Niño Dios y lo adoraron.  Recordemos que todo lo que hagamos al más pequeño de los hermanos nuestros y de Cristo, lo estamos haciendo a Cristo mismo. (Mt. 25,40); le estamos mintiendo a Cristo.

Los astrólogos le ofrecieron regalos porque era el Hijo de Dios, el Rey de Reyes y porque iba a dar su vida por salvarnos. Ningún niño de la tierra  es lo que es Jesús por lo tanto ningún astrólogo le dará esos regalos y muy seguramente ninguno en cualquier edad podría soportar la Pasión de Cristo.

Más nos valdría corregir ese error que nos ahoga en el pecado y explicarle a los hijos qué podemos ofrecer nosotros a Dios a ejemplo de esos sabios:

clip_image002

Le regalaron oro porque lo reconocían como el Rey de Reyes (Jn 18,36).

Reconozcámoslo Rey dueño de nuestra voluntad. Cumplamos sus mandamientos. Viviendo  según sus enseñanzas con rectitud, justicia y amor.

clip_image004 Incienso porque lo reconocían como, el Mesías, el Hijo de Dios.

Hagamos oración diaria, personal y en familia. Rezar el Rosario Mariano, el de su Preciosísima Sangre y toda oración agradable a sus oídos. En todo tiempo, lugar y cualquier circunstancia.

clip_image006

La mirra para el hombre que sufriría su pasión y muerte por nuestra salvación.

Ofrezcamos sacrificios: diezmo, obras de misericordia- ayudar al prójimo, dar al necesitado, compartir el pan-; cargar nuestra cruz con amor. Puedes regalas ropa, alimentos y juguetes al que no tiene y evita hacer regalos de reyes a tus hijos.

La decisión está en cada uno de nosotros: seguir conservando la mentira de los reyes magos o enseñar a nuestros hijos la verdad y hablarles de la Epifanía del Señor, además de enseñarles a ofrecerle a Dios nuestra obediencia, oraciones y buenas obras.

Busca tu salvación y no tu condenación a la muerte de tu alma. Encuentra la Vida Eterna.

¿Qué podemos ofrecer?

A los niños más necesitados si les podemos seguir regalando juguetes, como el DIF y algunas asociaciones siempre y cuando se haga a nombre directo, sin disfrazados de Reyes Magos, De esta manera se da a los que no tienen, así también nosotros, seguro conocemos a una o algunas familias que no tienen pues a esas podemos ofrecerle a Dios, compartirles aquello que nuestro corazón disponga: alimentos, ropas, muebles, juguetes, medicinas, la visita a enfermos, a ancianos abandonados de sus familiares. Y esta ayuda puedes hacerla durante todo el año cada vez que así lo quieras.

Comparte lo que tienes en abundancia que Dios te bendecirá al ciento por uno.

 

Dios los bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario