“Me doy a ti”
“Ejército de María” El ejército de la inocencia integrado por niños que se convierten en el arma más poderosa al hacer el Santo Rosario para ayudar a la Virgen María a destruir el mal y lograr la paz del mundo.
En Fátima, Portugal la Virgen Nuestra Señora del Rosario, conocida por su aparición como la Virgen de Fátima pide a Lucía, Jacinta y Francisco, tres niños pastorcitos; hacer el rosario y ellos preparados previamente por el ángel y a imitación de María dicen SÍ. Cuánta alegría sería para María que en cada parroquia del mundo existiera una Armada Blanca que hiciera el rosario todos los días del año y no solo durante el mes de mayo. Esa es la insistencia de María: que los niños recen el santo Rosario Mariano con las oraciones dadas a los videntes de Fátima, todos los días.
La Armada Blanca es un movimiento eclesiástico que tiene como objetivo principal el cuidado espiritual de los niños por medio de la Consagración a Dios Padre en María, conformando Nidos de oración y preparándolos para la Primera Comunión al primer uso de razón. Armada Blanca actúa también en defensa de la vida, así como en dar a conocer el Rostro Misericordioso de Dios Padre y la Evangelización misionera. Para el Padre Pío el rosario era su arma.
Goliat es el campeón de Satanás fuerte en sus armas y en su soberbia, David es el campeón de Dios, fuerte en su fe: “Tú vienes a mí armado de espada, de lanza y de jabalina, yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos de Israel a quien tú has desafiado (1Sam 17,45).
El Goliat de estos tiempos ha tomado demasiada fuerza, tiene en sus manos el mundo. La salvación puede venir sólo de María, quien “terrible como ejército en formación para la batalla” (Ct 6,4), lo enfrenta desde sus niños, como nuevos David, armados con el Rosario: «Recen el Rosario todos los días para obtener la Paz y el fin de la guerra» (Fátima 13 de Mayo de 1917).
Cada pequeño que se consagra a María y reza el Rosario es un nuevo David y su rosario es su honda, es la “Armada” de María; “Blanca” porque blanco es el color de la inocencia.
El primer nido de oración es por naturaleza la familia en la cual el papá y la mamá deben nutrir a los hijos, no solo con el alimento material sino también con el alimento espiritual, transmitiendo la fe sobre todo con el ejemplo.
Constituyendo un Nido de Oración en casa se queda salvaguardada la unidad de la familia como dijo Pío XII: “Familia que reza unida, permanece unida”. –(www.armatabianca.org)
Intentemos en estos momentos de nuestra vida consagrar a los niños al Inmaculado Corazón de María para que sean parte de su ejército de inocentes: la Armada Blanca de nuestras parroquias, de nuestra casa y de la localidad donde vivimos. Consagremos a los hijos desde el vientre es importante hablarles de Dios y hacer el rosario por la embarazada y el hijo nacerá santo´y con el deseo de hacer el Santo Rosario con un gusto tiernamente hermoso.
Nuestra Madre del cielo llama a los niños a hacer el rosario y ellos lograrán la conversión del mundo. Consagremos los niños a María
La Consagración es el ofrecimiento que los niños - en edad y en espíritu - hacen de sí a Dios Padre y a María, en respuesta a este ofrecimiento, “también María se da a ellos sin reservas” (Tratado de la Verdadera Devoción num. 181) comunicándoles toda su Potencia de gracia y haciendo de ellos sus “apóstoles de los últimos tiempos fuego ardiente, que llevarán a donde quiera el fuego del Amor Divino” (id. 56) (Armata Bianca).
No hay comentarios:
Publicar un comentario