Papa y doctor de la Iglesia, 3 de septiembre
Arregló problemas temporales y, como siervo de los siervos, atendió a los cuidados espirituales, mostrándose como verdadero pastor en el gobierno de la Iglesia, ayudando sobre manera a los necesitados, fomentando la vida monástica y propagando y reafirmando la fe por doquier, para lo cual escribió muchas y célebres obras sobre temas morales y pastorales. Murió el doce de marzo (604).
A los cuatro años fue nombrado Nuncio de Constantinopla.
Gregorio es elegido Papa para suceder a Pelagio. En su fecundo Pontificado, destaca su celo por la liturgia, la organización definitiva del canto litúrgico ("canto gregoriano"). Gregorio es el pastor auténtico, que quiere lo mejor para sus ovejas que viven en la unidad del mismo Amor. Su honor es el de la Iglesia universal y su grandeza el ser y llamarse "Siervo de los siervos de Dios", título que pasarán a utilizar desde entonces todos los Papas.
Reorganizó la caridad en la Iglesia. Su obra fue curar, socorrer, ayudar, enseñar, cicatrizar las llagas sangrantes de una sociedad en ruinas.
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