Fuente: Corazones.org y Arciprensa
Fiesta: 29 de septiembre, junto con San Miguel y San Rafael
Rafael: "el que cura o sana". Es el arcángel cercano a los hombres para aliviarlos en su dolor y sufrimiento. Es uno de los tres arcángeles cuyo nombre aparece en la Biblia (Tobit 12:6, 15). “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor" (Tb 12:15)
A San Rafael se lo representa con un atuendo de caminante o peregrino, con bastón y cantimplora, y el pez del que se obtuvo la hiel para curar al padre de Tobías.
En el Libro de Tobías se cuenta que Dios envió a San Rafael a ayudar al anciano Tobías, quien estaba ciego y se hallaba en una gran aflicción, y a Sarah, la hija de Raquel, cuyos siete maridos habían muerto la noche del día bodas. San Rafael tomó la forma humana y se hizo llamar Azarías. Éste, acompañó a Tobías en su viaje, le ayudó en sus dificultades y le explicó cómo podía casarse con Sarah sin peligro alguno. En el libro de Tobías él mismo Arcángel se describe como "uno de los siete que están en la presencia del Señor".
Oh poderoso Príncipe de la gloria San Rafael, llamado medicina de Dios, salud de los enfermos, luz de los ciegos, guía de caminantes, protector de la limosna, del ayuno y de la oración: por aquella caridad con que acompañaste al joven Tobías, te pido, oh glorioso protector mío, me libres de todos los males y peligros, y me acompañes en la peregrinación de esta vida mortal, para llegar felizmente a puerto de salvación en la eterna. (Compilado por: José Gálvez Krüger)
(Padrenuestro)
Oración a San Rafael Arcángel.
Gloriosísimo príncipe San Rafael antorcha dulcísima de los palacios eternos, caudillo de los ejércitos del todopoderoso, emisario de la divinidad, órgano de sus providencias ejecutor de sus ordenes secretario de sus arcanos, recurso universal de todos los hijos de Adán, amigo de tus devotos compañero de los caminantes maestro de la virtud protector de la castidad socorro de los afligidos medico de los enfermos auxilio de los perseguidos, azote de los demonios, tesoro riquísimo de los caudales de Dios. Tu eres ángel santo, uno de aquellos siete nobilísimos espíritus que rodean al trono del altísimo.
Confiados en el grande amor que has manifestado a los hombres te suplicamos humildes nos defiendas de las asechanzas y tentaciones del demonio en todos los pasos y estaciones de nuestra vida, que alejes de nosotros los peligros del alma y cuerpo poniendo freno a nuestras pasiones delincuentes y a los enemigos que nos tiranizan, que derribes en todas partes y principalmente en el mundo católico el cruel monstruo de las herejías y la incredulidad que intenta devorarnos.
Te pedimos también con todo el fervor de nuestro espíritu, hagas se dilate y extienda mas el santo evangelio, con la práctica de la moral. Que asistas al romano pontífice y a los demás pastores y concedas unidad en la verdad a las autoridades y magistrados cristianos.
Por ultimo te suplicamos nos alcances del trono de Dios a Quién tan inmediato asistes, el inestimable don de la gracia, para que por medio de ella seamos un día vuestros perpetuos compañeros en la gloria. Amen
Oración
Oh Bienaventurado San Rafael, medicina de Dios, acompáñame en todos en mis caminos así como lo hiciste con Tobías; protégeme de los emisarios del mal y guíame por el buen sendero; envíame la medicina que necesito para mi sanación. Que tu compañía, bendito San Rafael permanezca siempre a mi lado, y junto con San Miguel y San Gabriel, defiéndeme del enemigo de mi alma que ronda como león furioso buscando a quién devorar. No permitas que me aparte de Dios y muéstrame el camino que me lleve seguro junto con mi familia a las puertas de la Jerusalén Celestial. Amén.
Gloriosísimo Arcángel San Rafael, médico de los casos difíciles, desata el área de mi cuerpo que necesita sanación especialmente….............
Te lo pido:
En el nombre de nuestro Padre Celestial. Bendición.
En el nombre de Jesús, Nuestro Redentor. Bendición.
Con la fuerza del Espíritu Santo, Nuestro Consolador. Bendición.
Y por la intercesión de la Santísima Virgen María, Nuestra Madre y Reina de los Arcángeles y Ángeles. Bendición.
Entra espiritualmente en mí y sana y desata esta área de mi cuerpo que necesita sanación.
Primero se reza el Credo tres veces y luego:
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Oh amado Arcángel San Rafael, así como sanaste la ceguera de Tobit, sana también esta enfermedad que me aflige; devuélvele la salud a todo mi cuerpo. Te lo pido en el nombre de la Santísima Trinidad y para Gloria de Dios. Amén.
Se reza el Credo tres veces y luego:
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
San Miguel, San Gabriel y San Rafael: Venid en mi auxilio.
San Miguel, San Gabriel y San Rafael: Combatid conmigo al dragón infernal.
San Miguel, San Gabriel y San Rafael: Sean mi amparo, mis consejeros y amigos.
San Miguel, San Gabriel y San Rafael: En ustedes confío. Ayúdenme a cumplir la misión que Dios me ha encomendado, para así glorificar su Santo Nombre. Amén.
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