SACRAMENTO DEL ESPÍRITU SANTO
Del Catecismo de la Iglesia Católica.
1285 El Bautismo, Eucaristía (Comunión) y la Confirmación son los "sacramentos de la iniciación cristiana". Recibir este sacramento es necesaria para la plenitud de la gracia bautismal (cf Ritual de la Confirmación, Prenotandos 1). A los bautizados "el sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta forma quedan obligados aún más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y sus obras" (LG 11; cf Ritual de la Confirmación, Prenotandos.
1293 En el rito de este sacramento se realiza el signo de la unción que designa e imprime el sello espiritual.
1295 Por medio de esta unción, el confirmando recibe "la marca", que es el sello del Espíritu Santo.
La unción del santo crisma después del Bautismo, en la Confirmación y en la Ordenación, es el signo de una consagración. Por la Confirmación, los cristianos, es decir, los que son ungidos, participan más plenamente en la misión de Jesucristo y en la plenitud del Espíritu Santo que éste posee, a fin de que toda su vida desprenda "el buen olor de Cristo" (cf 2 Co 2,15).
Este sello del Espíritu Santo, marca la pertenencia total a Cristo, la puesta a su servicio para siempre, pero indica también la promesa de la protección divina.
1298 Cuando se celebra la Confirmación se hace la renovación de las promesas del Bautismo y la profesión de fe de los confirmandos. De tal manera que la Confirmación es una prolongación del Bautismo (cf SC 71).
1299 En el rito romano, el obispo extiende las manos sobre todos los confirmandos, como signo del don del Espíritu. Y el obispo invoca la efusión del Espíritu para que Éste los llene del espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad; y los colme del espíritu de Su santo temor. (Ritual de la Confirmación, 25).
1300 Siguiendo el rito esencial del sacramento es conferido a los confirmados la unción del santo crisma en la frente, con la imposición de la mano. (Pablo VI, Const. ap. Divinae consortium naturae).
1301 El beso de paz con el que concluye el rito del sacramento significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles (cf San Hipólito Romano, Traditio apostolica, 21).
III. Los efectos de la Confirmación
1302 De la celebración se deduce que el efecto del sacramento de la Confirmación es la efusión especial del Espíritu Santo, como fue concedida en otro tiempo a los Apóstoles el día de Pentecostés.
1303 Por este hecho, la Confirmación confiere crecimiento y profundidad a la gracia bautismal:
— nos introduce más profundamente en la filiación divina que nos hace decir "Abbá, Padre" (Rm 8,15).;
— nos une más firmemente a Cristo;
— aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo;
— hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia (cf LG 11);
— nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo, para confesar valientemente el nombre de Cristo y para no sentir jamás vergüenza de la cruz (cf DS 1319; LG 11,12)
Dice el Señor:
“Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él, produce mucho fruto; porque sin mí no pueden hacer nada” (Jn 15,5).
Permanecer y fructificar, es lema de nuestro III Obispo, Mons. José Alberto invitándonos a permanecer unidos a Cristo para así fructificar.
Que los confirmados permanezcan unidos a Cristo y produzcan mucho fruto.
El sábado 8 de agosto 2015 a las 11:00 A.M. se celebró la Misa del Sacramento de la Confirmación presidida por nuestro III Obispo Mons. José Alberto González Juárez, quien por primera vez ofició la Misa Eucarística en nuestra Parroquia de San Juan de los Lagos.
¡Bienvenido Mons. José Alberto!