24 de enero
Memoria de san Francisco de Sales, obispo de Ginebra y doctor de la Iglesia.
El patrono de los periodistas fue un escritor que se distinguió por decir la verdad con elegancia y sin herir a nadie, por escribir y hablar con tanta delicadeza que nadie se sentía molesto; un escritor y orador que no buscaba el morbo sino la transmisión de la simple y llana verdad evangélica. La generosidad y caridad, la humildad y clemencia del santo eran inagotable. En su trato con las almas fue siempre bondadoso, sin caer en la debilidad; pero sabía emplear la firmeza cuando no bastaba la bondad.
En su maravilloso "Tratado del Amor de Dios" escribió: "La medida del amor es amar sin medida". Supo vivir lo que predicaba.
Verdadero pastor de almas, hizo volver a la comunión católica a muchos hermanos que se habían separado y con sus escritos enseñó a los cristianos la devoción y el amor a Dios. Fundó, junto con santa Juana de Chantal, la Orden de la Visitación, y en Lyon entregó humildemente su alma a Dios el 28 de diciembre de 1621. Fue sepultado en Annecy, en Francia, en este día (1622).
Aprendamos a amar sin medida a Dios y al prójimo, a transmitir la verdad de la fe con sencillez y delicadeza. Que la generosidad, caridad, humildad y clemencia sean también nuestras virtudes.
Comuniquemos con amor el evangelio.
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