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viernes, 18 de abril de 2014

Amor a Dios

¿Amamos a Dios?

El amor es la esencia de Dios (Mt:22:34-40)

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna." (Jn:3:16)

"… Maestro, ¿Cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mt:22:34-40)

“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1Jn:4:7-8)

“Más Dios, muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Ro:5:8)

AMAR ES PONER PRIMERO AL OTRO

“Jesús, …se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”(Fil:2:5-8)

Los mandamientos de Dios son para cumplirlos y necesitamos cumplirlos siempre, no solo cuando tenemos ganas. Muchas personas a quienes hemos instruido acerca del amor nos han dicho que ellas no pueden amar porque les cuesta dar y poner primero al otro. Juan dice que el que no ama no ha conocido a Dios “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.” (1Jn:4:19)

Amar es dar y poner primero al otro. Pero, ¿qué necesita Dios de mí? 0bediencia. “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos…” (1Jn:5:3) “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Jn:14:15) Parte del amor a Dios es cumplir sus mandamientos

“Quien ama a su prójimo ha cumplido la ley. (Ro:13:9) (Ro:13:8-10; Gá:5:14) “Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esto es la ley y los profetas.” (Mt:7:12)

“… yo os digo: amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” (Mt:5:43-45)

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” (Mt:5:9)

“Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros, como yo os he amado…” (Jn:13:34)

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” (Jn:15:13) y Jesús amándonos hasta el extremo dio su vida por nosotros y con pecados y desobediencia hemos pagado el precio de nuestra redención.

“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” (Ef:4:31-5:2)

Dice San Pablo (Gal 2,20): "Me amó y se entregó a sí mismo por mí". Si esta verdad está en nuestro corazón experimentamos el amor de Dios, nos dedicamos a las buenas obras que Él nos mandó hacer, por amor suyo y sin atrevernos a pasarle factura, como afirma Santa Teresa del Niño Jesús: "Después de haber recibido tantas gracias, ¿no puedo cantar con el salmista "cuán bueno es el Señor, cuán eterna es su misericordia. Creo que si todos los hombres se dieran cuenta de tanto amor, nadie tendría miedo a Dios, sino que le amarían inmensamente; nadie cometería nunca ni un solo pecado, por amor y no por temor".

Esa Vida es un don infinito del Amor de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo con el Espíritu Santo, comprada con su preciosa sangre, derramada por amor hacia vosotros" (1 Ped 1,18), para que tuviéramos vida en abundancia (Jn 10,10).

Dios quiere cambiar al hombre para que dejándose poseer por Dios, Dios pueda por él y con él, cambiar al mundo. Déjate poseer por Dios, que Él more en tu corazón y el mundo vivirá en paz. Dios nos da esa libertad de elegir amarlo para construir un mundo de paz, o rechazarlo para vivir en las tinieblas, la maldad, los odios, las guerras, la angustia…De ti depende amar a Dios por libre voluntad para disfrutar de la felicidad que Él nos da y tener vida eterna.

Alma de Cristo

Alma de Cristo. Santifícame
Cuerpo de Cristo. Sálvame
Sangre de Cristo. Embriágame
Agua del costado de Cristo. Lávame
Pasión de Cristo. Confórtame
¡Oh! mi Buen Jesús. Óyeme
Dentro de tus llagas. Escóndeme
No permitas que me aparte de Ti.
Del Maligno Enemigo Defiéndeme
en la hora de mi muerte Llámame
y mándame ir a ti para que con tus Santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.
Del Maligno Enemigo Defiéndeme
en la hora de mi muerte Llámame
y mándame ir a ti para que con tus Santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.

http://www.youtube.com/watch?v=Tpz7R1Px88k

Soneto al crucificado

No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme al verte
clavado en una Cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera;
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.

http://www.youtube.com/watch?v=KnWHYV4sSTc

Jesús agonizante te está llamando para que regreses a Él. Regresa pueblo de México, pueblo elegido de Dios a través de María de Guadalupe en el Tepeyac. Déjate gobernar por nuestro Cristo Rey, el Cristo del Cubilete, que nos espera con los brazos abiertos.

Jesús agonizante te está llamando para que regreses a Él. Regresa pueblo de México, pueblo elegido de Dios a través de María de Guadalupe en el Tepeyac. Déjate gobernar por nuestro Cristo Rey, el Cristo del Cubilete, que nos espera con los brazos abiertos.

Regresa a Dios Israel (todo el mundo, vuelve tus ojos al Dios que te dio la libertad, al que te dio la vida y todo lo que tienes en este mundo. Regresa pronto, que nadie te detenga. Regresa, regresa, regresa…

¡Vuelve a Dios!

Si amo a Dios hago todos los esfuerzos necesarios para santificarme.

Los cuarenta días de la cuaresma hago mi viacrucis siguiendo el camino de conversión que me indica la Iglesia. Participo cada viernes en el Viacrucis y especialmente en el del Viernes Santo; acompaño a Jesucristo en Getsemaní la noche del Jueves Santo (y de ser posible todos los jueves del año, mínimamente los de Cuaresma),Acompaño a mi Santísima Madre de su dolor en la Procesión del Silencio. El Sábado Santo oro en el sepulcro de Jesús y en la noche, la Madre de todas las noches; La Noche de Vigilia Pascual participo de la Misa de Vigilia, renuevo mi promesa bautismal, llevo mi cirio pascual a bendecir para llevar la Luz de Cristo a mi hogar.

 

La santidad es la gracia que Dios nos concedió en el bautizo y debemos mantenerla resplandeciente toda la vida.

Santifícate y regresa a Dios

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