Jesucristo Agonizante nos llama y nos da mensajes a través de Bernabé Nwoye: “Estoy siempre en Getsemaní a causa de la hora que se acerca, la terrible hora, tan espantosa y aterradora, hijos Míos” —dice Jesús—. “Hijos Míos, ¿cuánto sobrevivirán? Permanezcan Conmigo en Getsemaní para que no flaqueen cuando llegue la hora. 41
La “última misericordia”, sostiene el vidente, es un “gran sello” de la Sangre Preciosa que protegerá del “anticristo”, el Sello de la Sangre contra el sello del mal.
Nuestro Señor explicó que en este tiempo del mal Él deseaba crear un tabernáculo viviente en nuestras almas para vencer la resequedad espiritual que vendrá. “Durante el Gran Castigo, muchos serán probados en su fidelidad a Dios y aquéllos que no tenga suficiente Gracia, caerán”.
El “sello” se concede cada tercer viernes, especialmente durante la Cuaresma. Para obtener el sello se debe participar de los Sacramentos, especialmente de la Confesión y la Eucaristía, y llevar a cabo los cinco meses consecutivos de Horas de Getsemaní para recibir el sello de protección durante la consagración del vino durante la Misa.
El Cielo desea unir esta Devoción a la Sangre Preciosa de Jesús a las devociones más antiguas, tales como la del Sagrado Corazón, la Divina Misericordia y la Medalla Milagrosa en preparación para las potenciales calamidades.
Bernabé también sostiene que a través del crucifijo de Jesús Agonizante con la Sangre fluyendo de sus heridas, también seremos protegidos. Dice que este crucifijo tiene un poder especial contra el mal. La comisión teológica designada por el Obispo Anthony Gbuji de Enugu, revisó los mensajes dictados al vidente desde 1997 hasta el 2000.
La Santísima Virgen María ha dicho al vidente que durante la tribulación es muy importante hacer “reparación, reparación, reparación”, repitiendo el mensaje de Fátima.
A través de esta gran Devoción, Dios ha dado a Su remanente un arma para vencer los poderes del infierno. Todos los dones celestiales, tales como la Santa Misa, la Confesión, el Rosario a la Virgen María y a la Preciosa Sangre son para ser utilizados en estos tiempos turbulentos.
EL MENSAJE DE BERNABÉ NWOYE
Al entrar en las muy aguardadas horas de oscuridad, predichas por muchos profetas católicos, los verdaderos hijos de Dios se enfrentan a un fuerte reto. La Iglesia Católica está sufriendo la más grande traición de parte de saboteadores subversivos (masones), que se han infiltrado y alteran la auténtica doctrina y enseñanzas de la Iglesia para crear la apostasía final (cf. Daniel 9, 21; Mate 24, 15 y II Tesalonicenses 2, 3)
Ahora, como nunca antes, se está apresurando todo para lograr el Único Gobierno Mundial, y la “necesidad” de identificar a todos en el mundo con una marca universal (microchip - precursor de la marca de la bestia)
En el mundo secular, la injusticia social y política reina por doquier, junto con la codicia y la avaricia, la lujuria y un endurecimiento general de los corazones hacia las cosas de Dios.
Con todas estas señales o signos evidentes, la batalla entre el bien y el mal está establecida. El Padre Eterno, sabiendo por lo que tiene que pasar Su pueblo, ha tomado ventaja sobre los poderes del infierno ofreciéndonos la Devoción a la Sangre Preciosa.
La mayoría de los mensajes fueron recibidos durante la exposición del Santísimo Sacramento en la parroquia del vidente, la iglesia de san José, Enugu, Nigeria. Los mensajes recibidos son siempre revisados y aprobados por el director espiritual de Bernabé, el reverendo Bonifacio Onah, antes de ser leídos a los presentes durante las apariciones. Los mensajes desde 1997 a 2000 fueron revisados por una Comisión Teológica ordenada por el Obispo Antonio Gbuji de Enugu. Todos ellos han recibido el Nihil Obstat del reverendo Esteban Obiukwu, encargado de Propagación de la Fe.
Mensajes de Jesucristo Agonizante
EL SANTO PADRE
“Oren, oren mucho por Mi Santa Iglesia. Oren aún más por Mi Papa. Muy pronto Mi Santo Papa será sacado de Roma. El hombre del mal lo sacará, y luego será asesinado. Oren el Rosario por él. Oren para que se mantenga firme en su Fe.” Jesucristo, 14 de enero, 1997.
PERSECUCIÓN DEL PUEBLO
“Hijo Mío, escucha... Yo he advertido a Mi pueblo que la hora para salvarse es corta, y que los días están contados. Ustedes han visto lo que sucederá a los hijos que confían en Mí, Mis hijos fieles. Es por esto que he venido y les he entregado el Rosario de Mi Sangre Preciosa, y les he prometido salvarlos a través de Mi Preciosa Sangre. Yo prometo también salvar a cualquier pecador que invoque Mi Sangre Preciosa. Yo dejaré caer una gota de Mi Sangre Preciosa en sus corazones para que se conviertan antes del día del desamparo…” Jesucristo, 16 de enero, 1997, después de mostrar a Bernabé una terrible visión de las torturas que sufrirá el pueblo fiel de manos del anticristo.
OREN POR LOS SACERDOTES
“Hijo Mío, te digo que solamente una cuarta parte de Mis sacerdotes sobrevivirá después del Gran Castigo. Hijo Mío, reza siempre el Santo Rosario, tal como Mi Madre te lo ha ordenado. Reza el Santo Rosario de Mi Sangre Preciosa inmediatamente después del Rosario (de la Santísima Virgen) Debes hacer esto, porque la hora de la salvación es corta.” Jesucristo, 19 de enero de 1997, después de mostrar a Bernabé la masacre final de los sacerdotes.
LA DEVOCIÓN DE DEVOCIONES
“Hijos Míos, este Rosario de la Sangre Preciosa de Mi Hijo combina todas las devociones sobre Su Pasión. En el Cielo, esta oración es una de las más grandes plegarias, que aplaca la Ira del Padre Eterno y trae misericordia al mundo.” Nuestra Madre Santísima, 29 de enero, 1997.
MEDITACIÓN SOBRE LA AGONÍA
“Hijos Míos, durante vuestra hora de meditación, piensen acerca de Mi Crucifixión, el sudor de Sangre, la Flagelación, la Corona de espinas, Mi Cuerpo traspasado y las tres horas que colgué en la Cruz. Si me aman, tengan Misericordia de Mí.” Jesucristo, 4 de febrero, 1997.
TIBIEZA ESPIRITUAL
“El espíritu del mal ha causado disensión en la Santa Iglesia, en las familias, en las escuelas y en la sociedad. Cardenales lucha contra Cardenales, Obispos contra Obispos. La guerra espiritual se incrementa. Esto ha causado tibieza espiritual en muchas almas.” San Miguel Arcángel, 14 de julio, 1997.
PIENSEN CUÁNTO LOS AMO
“Hijos Míos, cuando el mundo sujetó Mi mano derecha y la atravesó con un largo clavo, Yo grité con gran dolor. Con amor, pensé en ustedes y ofrecí Mi dolor por vuestra sanación y salvación. Mediten en Mi agonía, que soporté por vosotros, Piensen cuánto los amo.” Jesucristo, 4 de julio, 1998. 43
LA AGONÍA SE ACRECIENTA
“Hijos Míos, ¿saben que cada minuto que pasa crece rápidamente la iniquidad? Al aumentar los pecados en el mundo, Mi agonía se acrecienta. Es por esto que busco a alguien que Me consuele.” Jesucristo, 24 de julio, 1998.
ABORTOS
“El número de bebés inocentes abortados diariamente es muy grande. La sangre de estos niños conmueve Mi Corazón agonizante e incrementa Mi agonía. Consuélenme hablando y enseñando estos mensajes.” Jesucristo, 29 de julio, 1998.
ABANDONO EN EL TABERNÁCULO
“Hijo Mío. Yo permanezco por ti en el Sacramento del Amor, prisionero por ti, esperando pacientemente. Tú, raramente te acercas a Mí, porque no recuerdas que estoy prisionero por ti. Hijo Mío, Mi agonía aumenta enormemente cuando veo la frialdad, la negligencia y el descuido con que te acercas a la Santísima Trinidad, cuya presencia llena el Santuario.” Jesucristo, 10 de diciembre, 1998, en uno de los Angustiosos Llamados que componente las Oraciones de Reparación.
VENGAN A GETSEMANÍ
“Hijos, Yo estoy en Getsemaní por vosotros y por Mi Pueblo en el mundo entero. Estoy en Getsemaní siempre, por la hora que se aproxima, la hora dolorosa, tan terrible y aterradora. Hijos, ¿cuántos sobrevivirán? Por el amor que siento por vosotros y por todos los hombres, estoy aquí en Getsemaní, pidiéndoles que vengan y velen Conmigo. Permanezcan en Getsemaní Conmigo para que no se den por vencidos cuando llegue la hora.” Jesucristo, 15 de marzo, 199, llamando a todos Sus hijos a permanecer un tiempo en Él cada jueves de las 11:00 PM a las 3:00 AM del viernes, en la “Hora de Getsemaní”.
ÚNANSE A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Mi sufrimiento es grande. Únanse a Mí en la batalla contra el dragón infernal, todos aquellos que están sellados con la Sangre del Cordero. Luchen Conmigo contra las herejías que destruyen la Iglesia. No teman si son muchos. A través de la Sangre del Cordero sin mancha, la Fe de la verdadera Iglesia, su verdadera doctrina y su santidad serán pronto restauradas.” Santísima Virgen María, 7 de mayo, 1999.
ADOREN MI SANGRE
“Hijos, muchos están invocando la Sangre, pero no la están adorando. Todos los que adoran Mi Sangre Preciosa consuelan a Mi Padre, que tanto ama a Su Hijo. Cuando ustedes adoran Mi Sangre, atenúan los dolores de Mi Sagrado Corazón. El Corazón adolorido de Mi Madre también será consolado.” Jesucristo, 22 de julio, 1999.
PERMANEZCAN FIELES A JESÚS
“Permanezcan fieles a Jesús. Cuando se enfrenten a algo que puede hacerlos caer, manténganse firmes en la Fe. Ese tiempo puede ser un tiempo de decepción y resequedad. Sepan que Jesús ha abierto la puerta y nadie tiene el poder de cerrarla, excepto Él. Cuando llegue ese tiempo, oren más fervorosamente. Sepan también que el tiempo de alegría y gozo está cerca.” San Miguel Arcángel, 28 de julio, 1999.
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RAZONES DE LA AGONÍA DE CRISTO
“La Santa Misa, Mi camino al Calvario por vuestra redención, está siendo convertida por el enemigo en un mero trabajo.”
“Mi agonía es grande cuando veo a muchos de Mis Sacerdotes que permiten que manos no consagradas reparta Mi Sagrado Cuerpo y Sangre. Mi agonía es grande cuando veo gente recibiendo la Santa Comunión en la mano.”
“Mi agonía es grande cuando veo Mi Santo Templo profanado: echan fuera la Gloria de Dios. Hijo, la abominación desastrosa ha invadido la Iglesia, se ha sentado en el lugar Santo.”
Mi agonía es grande al ver el plan del maligno para destruir Mi Iglesia con la ordenación de mujeres como sacerdotes. Mi agonía es grande al ver cómo el enemigo llena los corazones de Mis Sacerdotes con el deseo infernal de casarse.”
“Mi agonía es grande al ver los millones de almas que mueren diariamente, y casi todas van al infierno a causa de los pecados de la carne. Hijo Mío, sufro aún más por el río de sangre de los bebés no nacidos, que se aumenta cada día. Esta sangre conmueve al Cielo, ¡más que la sangre de Abel! Jesucristo, 12 de noviembre, 1999, en un extenso llamado a hacer reparación por los pecados por los cuales continúa agonizando en nuestro tiempo.
OBEDEZCAN A LA IGLESIA
“Hijos, deben obedecer a la Iglesia, no al maligno. Cualquiera que trate de destruir la Iglesia está contra Ella. La Iglesia es Mi Cuerpo. Les ruego no se peleen con mi clero. Más bien, oren por ellos. Yo Soy Quién los escogió y los puso donde están.” Jesucristo, 5 de enero, 2000.
MI MADRE HA VENIDO MUCHAS VECES
“Mi Madre ha venido a ustedes muchas veces para advertirles acerca de la hora que se aproxima. Ella ha visto los desastres que vendrán sobre ustedes. Ha llorado por ustedes. Ha llorado lágrimas de sangre por ustedes, y todavía no entienden lo que se aproxima. Yo he sudado sangre en gran agonía por ustedes. También he vertido lágrimas y sangre por amor a ustedes. Y todavía no entienden el tiempo que viven.” Jesucristo, 7 de abril, 2000.
EL SUFRIMIENTO NO ES EN VANO
“El sufrimiento, cuando se está bajo obediencia, gana muchas gracias. Aquéllos que entiendan esto se gozarán en sus sufrimientos y su persecución. Porque en el sufrimiento de la Santa Cruz está la verdadera felicidad. Si entendieran y oraran pidiendo sufrimientos y persecución, apresurarían la llegada del Glorioso Reino. A medida que se acreciente el sufrimiento la hora de la paz se acerca más.” San Francisco de Asís, en conversación con otros Santos, 15 de julio, 2000.
LA CRUZ DE LA VERDAD
“Vuestro nombre está escrito en el Libro de la Vida. Yo reduciré millones de años en vuestro Purgatorio por cada verdad que salga de vuestra boca. De la misma manera, millones de años serán agregados a vuestro Purgatorio por cada mentira que salga de vuestra boca. Hijos, les hago este llamado: reciban de Mí la Real Cruz de la Verdad.” Jesucristo, 24 de julio, 2000.
USTEDES ESTÁN LLAMADOS A VENIR
“Aunque sea la hora de la Gran Confusión, la hora del desamparo, los llamo: Vengan a Mí. Aunque sean días dolorosas. Yo los llamo para que vengan a Mí. Hijos, oren para que puedan venir. Tengan todo preparado antes que vengan esos días. La hora está próxima.” Jesucristo, 7 de agosto, 2000.
HUMILDAD Y PUREZA
“Al perder a Mis seres queridos, José y Mi amado Jesús, satanás me tentó para que me desesperara. Pude superar esto, no por energía humana, ni por violencia o gritando, sino por el Fuego de la Pureza y el Poder de la Humildad. Yo soy la Mujer que aplastó la cabeza de satanás.” Nuestra Madre Bendita, 28 de julio, 2001.
EL CAMINO DE ESPINAS
“Hijos, les digo: no hay nada valioso en esos sitios de placer y gozo. No hay nada valioso en la vida fácil. Todos los tesoros más preciosos, quiero decir, tesoros del Cielo, están escondidos en la vida llena de espinas. Miren, Yo escogí el camino del Calvario, el camino del dolor, el camino sangriento, lleno de dolor y agonía, por vuestra salvación. No pude encontrar otro camino de salvación que el camino doloroso. Hijos, no rechacen el camino del Calvario. Aunque es doloroso, el final está lleno de felicidad.” Jesucristo, 12 de septiembre, 2001, durante un retiro de reparación de cinco días en septiembre.
VISIÓN DEL ANTICRISTO
Jesús dijo: “¡Bernabé, mira!”
Bernabé relata: “Nuestro Señor señaló hacia el este y vi una enorme bestia con siete cabezas y diez cuernos saliendo del mar. Mientras observaba, la bestia se convirtió en un hombre que lucía como un soldado. En este momento la visión terminó y volví en mí.” Visión recibida el 15 de septiembre, 2001, durante el retiro de reparación de septiembre
EL REGALO DEL GRAN SELLO
El regalo del Sello ha causado mucho interés entre los fieles y, por lo tanto, es necesaria mucha exactitud en la explicación. Como podemos leer en la Biblia, cuando los israelitas salieron hacia la Tierra Prometida, fueron instruidos por el Señor a través de Moisés para rociar sangre de corderos en las jambas de las puertas. Esta sangre serviría como un “sello” de protección contra el Ángel de la muerte, enviado a castigar a los egipcios. (Éxodo 12, 21-18)
Un sello, en el sentido espiritual, es algo extremadamente importante que el Espíritu Santo a una persona para soportar los ataques y pruebas causados por satanás y sus agentes. En los mensajes de la Devoción a la Preciosa Sangre. Jesús reveló a Bernabé que un don precioso sería concedido a todos los devotos. El 11 de diciembre de 1998, Bernabé presenció una visión de Jesús descendiendo con un Cáliz que tenía encima una lengua de fuego. Rayos divinos partían del Cáliz. Jesús dijo:
“Hijos Míos, reciban esto… esto es Mi Sangre, la Sangre de vuestra redención. Abran sus corazones a Mi Gran Sello.”
Jesús explicó que Él deseaba crear dentro de nuestros corazones un tabernáculo viviente para residir en él. El ofrecimiento de un corazón a Él es de gran importancia, ya que en los tiempos finales, cuando muchos tabernáculos serán profanados y cerrados serán nuestros corazones lo que guardarán la presencia de Jesús en nosotros. Los tiempos que vendrán serán también de severas pruebas y sufrimientos y, como se ha profetizado, muchos estarán espiritualmente ciegos y caerán en las redes del anticristo. El regalo del Sello es una fuente de fortaleza y gracia para permanecer firmes en nuestra Fe. Sobre esto dijo Jesús el 9 de julio de 1999:
“Recibe tu sello ahora para que no estés reseco cuando entres en el desierto de aridez. En ese tiempo, todos los que estén sellados serán fortalecidos por Mi Preciosísima Sangre. Sus almas débiles se volverán valerosas.”
Para explicar cómo un alma sellada está rodeada por Huestes Celestiales, Jesús dijo en el mismo mensaje:
“Regocíjate, oh Jerusalén, porque en ti fue construido Mi Tabernáculo de amor. El océano de Mi Preciosísima Sangre brotará y renovará el mundo. Estás rodeado por multitud de Ángeles del Cielo, que te guardarán día y noche. Nadie tiene el poder de destruirte nuevamente.”
Los devotos reciben el Sello por la ardua lucha por permanecer en estado de Gracia Santificante, especialmente en el período especificado para el Sello. Jesús indicó que el Sello debería ser distribuido cada Viernes del año entre las horas del Sello, de 12:00 M a 3:00 PM, especialmente en los siguientes períodos:
Segundo Viernes de diciembre, continuando todos los Viernes del mes hasta el Primer Viernes de enero.
Primer Viernes de abril, continuando todos los Viernes hasta el Primer Viernes de mayo.
Cada Viernes del gran mes de julio (mes generalmente dedicado a la Sangre Preciosa)
Antes de recibir el Sello, los devotos deben tratar de llevar a cabo cinco meses consecutivos de Horas de Getsemaní, tiempo en que todas las oraciones dictadas por Jesús se rezan. Luego, en una Misa votiva de la Sangre Preciosa, los devotos son consagrados, y a través de las bendiciones del sacerdote, las almas son selladas.
Cualquier sacerdote puede realizar la consagración especial dictada a Bernabé y así el Sello será recibido. Esto, en cualquier parte del mundo. Nuestro Señor indicó que la Misa del Sello fuera oficiada el tercer Viernes del mes, entre las horas del Sello, 12:00 M a 3:00 PM, especialmente en los períodos mencionados.
Es también importante para los devotos renovar este Sello de tiempo en tiempo. La renovación del Sello puede ser hecha personalmente cada Viernes en las horas del Sello. Lo que importa es que la persona esté en ambiente de oración y devoción, bien sea en su propia casa o en la iglesia.
Si la persona está trabajando, entonces, Jesús simplemente pide que trabaje con espíritu de mortificación. Una renovación de un grupo de oración puede ser llevada a cabo en el tiempo apropiado y en las horas especificadas.
Para evitar perder el Sello, se deben evitar con todo esfuerzo las ocasiones de pecar. Es por esto que es tan importante renovar el propio Sello de tiempo en tiempo. También se debe permanecer fiel a la Devoción.
EL CRUCIFIJO AGONIZANTE
Nuestro Señor también ha otorgado a la Devoción de la Preciosa Sangre un sacramental muy poderoso, del cual dijo que sería un arma “clave” contra toda clase de calamidades.
El 5 de enero de 2000, Bernabé presenció una visión en la cual Jesús caminaba solo en el desierto. El vidente relata que al acercársele Jesús le entregó a Bernabé un crucifijo al tiempo que decía.
“Bernabé, toma esto.”
Luego de entregarle el crucifijo, Jesús continuó:
“Este es tu Señor crucificado, el que te ama. Es a Él a Quien diariamente tú crucificas. Acéptalo de parte Mía, y llévalo siempre contigo. Muéstralo al mundo, has que todos los hombres lo tengan también. Hijos, esto es lo que me producen vuestros pecados.”
El vidente, observando más de cerca el crucifijo, notó que la diferencia era que las llagas y heridas del Cuerpo de Nuestro Señor se notaban mucho. La Sangre manaba constantemente de Él. En el crucifijo se leía esta inscripción: “Yo Soy el agonizante Jesucristo, el que te ama.”
Nuestro Señor ha concedido muchas promesas al Crucifijo, que incluyen que en los días del anticristo toda casa que posea este sacramental será protegida de todo daño y que muchas sanaciones y liberaciones serían realizadas a través del Crucifijo. Este Crucifijo Agonizante es recibido por los devotos el día de su consagración, junto con una insignia que les recuerde que están sellados. Debido a los numerosos pedidos de información acerca de la Devoción a la Sangre Preciosa y al Sello del Dios Viviente, se han establecido varios representantes de la Devoción en Estados Unidos.
Cristo nos llama con insistencia y nosotros seguimos ciegos y sordos. En mensajerías (wassap, twiter, etc) nos pasamos mensajes áridos donde pedimos reenviarlo a un determinado número de personas sino te pasará algo malo. Eso no es correcto. Lo correcto es propagar la fe a través de oraciones, rosarios, devociones que den a conocer el evangelio y den testimonio de los milagros que hace el poder de Dios. ¡Difundir con seriedad y amor a Dios!
¿Esta cuaresma te convertiste verdaderamente? dejaste la playa y diversiones por acompañar a Cristo y santificarte?
Quien esté en estado de Gracias, es decir en santidad, el día y la hora en que Cristo venga por segunda vez, será salvado, quien tenga mancha perecerá. Los tiempos finales están encima en nuestra cabeza, no tenemos más que unos instantes,por decirlo de alguna forma, en que el Juez de jueces nos juzgará. Él ya está por presentarse ante nosotros y ¿cómo estamos? ¿Resplandecemos de santidad? Hagamos como nos indica nuestra Madre adolorida:
“Reparación, reparación, reparación”
Y quizá muchos aún se pregunten reparación ¿de qué?… de nuestros pecados!!!!! Reconozcámonos como los más grandes pecadores del mundo, es nuestra última oportunidad. Hagámoslo ya!
Cristo nos espera santos.
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