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miércoles, 17 de julio de 2013

EXORCISMO

EXORCISMO CONTRA SATANÁS Y LOS ÁNGELES REBELDES
PUBLICADO POR ORDEN DE SU SANTIDAD LEÓN XIII

INTRODUCCIÓN

Un EXORCISMO es un conjuro religioso u oración contra el espíritu maligno (cf. Cat. IC.1673 y CIC. 1172).

El Papa León XIII, el 13-10-1884 durante la Santa Misa, tuvo una visión intelectual en la que escuchó a Satanás pedir a Dios Padre más poder y tiempo para afligir y probar la fidelidad de su Iglesia. Y Dios en sus inescrutables designios, se lo concedió.

Entonces vio legiones de demonios que salieron del Infierno, y como negras sombras invadieron toda la tierra durante un siglo (el siglo de Satanás). Comprendió el Papa la gran importancia que tendría en la lucha el Arcángel San Miguel (Dn. 12,1) y que era el destinado a encadenar y encerrar con las llaves del abismo a todos los demonios (Ap. 20, 1-3;10)

A continuación, el Papa León XIII redactó unas preces, que por mandato suyo se rezaron hasta el Concilio, después de todas las misas, por todos los sacerdotes, de rodillas al pie del altar. En ellas se invocaba el auxilio y protección de Dios sobre la Iglesia, por la intercesión de la Virgen, Madre de Dios, de San José, su esposo, de San Pedro y San Pablo y de todos los santos.

Y a continuación se recitaba la oración a San Miguel Arcángel, compuesta también por León XIII, la cual encabeza este Exorcismo.

Hay varias versiones del relato. Aquí se ha expuesto lo esencial de todas: (C.RR.n.29 del M.S.M. / "Aviso del Cielo", P. O. Box 9654, Casper Wyo 82609 / Amigo de los Ángeles)

Este Exorcismo lo pueden rezar todos los fieles privadamente o en grupo, pues no se trata del exorcismo contra los posesos (o personas poseídas por el demonio) para el cual se requiere ser ordenado y tener un permiso especial del Obispo (CIC. 1172)
Aquí se aplica, no sólo para la Iglesia, sino también por la salvación de España que ha sido invadida por las dos bestias del Apocalipsis 13.

Se puede y se recomienda rezarlo en toda ocasión donde se presuma una actuación del maligno, como nos recomienda San Pablo en el combate espiritual:
"Revestíos de toda la armadura de Dios (su Palabra, la oración, la fe, esperanza y caridad y los Sacramentos) para poder contrarrestar a las asechanzas del diablo, pues nuestra lucha no es contra los hombres de carne y sangre, sino contra los principados, las potestades, y dominaciones de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos esparcidos en los aires". (Ef. 6,11-12)
+EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Gloriosísimo príncipe de los ejércitos celestiales, San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra los principados y las potestades, contra los caudillos de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos esparcidos en los aires (Ef. 6,10-12)
¡Ven en auxilio de los hombres que DIOS hizo a su imagen y semejanza, y rescató a gran precio, de la tiranía del demonio!

A ti venera la Iglesia como su guardián y patrono. A ti confío el Señor las almas redimidas para colocarlas en el sitio de la suprema felicidad. Ruega, pues, al DIOS de paz que aplaste al demonio bajo nuestros pies, quitándole todo poder para retener cautivos a los hombres y hacer daño a la Iglesia.

Pon nuestras oraciones bajo la mirada del Altísimo a fin de que desciendan cuanto antes sobre nosotros las misericordias del Señor, y sujeta al dragón, aquella antigua serpiente, que es el diablo y Satanás, para precipitarlo encadenado a los abismos, de manera que no pueda nunca más seducir alas naciones (Ap. 20)

EXORCISMO

En el nombre de Jesucristo DIOS y Señor nuestro, mediante la intercesión de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios; de San Miguel Arcángel, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los Santos (y apoyados en la sagrada autoridad que nuestro ministerio nos confiere) (Los que no son sacerdotes supriman esta frase entre paréntesis-en color gris.) procedemos con ánimo seguro a rechazar los asaltos que las astucias del demonio mueve en contra de nosotros.

SALMO 67

"Levántese DIOS y sean dispersados sus enemigos y huyan de su presencia los que le aborrecen. Desaparezcan como el humo, como se derrite la cera al calor del fuego, así perezcan los pecadores a la vista de DIOS". (Sal. 67).
V: He aquí la Cruz del Señor ¡huid poderes enemigos!
R: Venció el león de la tribu de Judá, el Hijo de David. p, 49
V: Venga a nos, Señor, tu misericordia.
R: pues que pusimos nuestra esperanza en ti.

SALMO 34

Os exorcizamos, espíritus de impureza, poderes satánicos, ataques del enemigo infernal, legiones, reuniones, sectas diabólicas, en el nombre y por virtud de Jesucristo (cada vez que se encuentre este † signo, debe hacerse la señal de la Cruz con un crucifijo bendecido, sobre el lugar donde se reza el Exorcismo, o sobre el mapa de España) †, Nuestro Señor, os arrancamos y expulsamos de la Iglesia de Dios y de España, de las almas creadas a la imagen de DIOS, y rescatadas por la preciosa sangre del Cordero Divino †. No oses más, pérfida serpiente, engañar al género humano ni perseguir la Iglesia de DIOS †.

Te manda DIOS Altísimo † a quien por tu gran soberbia, aún pretendes asemejarte y cuya voluntad es que todos los hombres se salven y vengan en conocimiento de la Verdad (1 Tim. 2-4) † Te manda DIOS Padre †, te manda DIOS Hijo †, te manda DIOS Espíritu Santo † Te manda Cristo Verbo eterno de DIOS hecho carne † que para salvar nuestra raza, perdida por tu envidia, se humilló y fue obediente hasta la muerte (Flp. 2,8), que ha edificado su Iglesia sobre firme piedra prometiendo que las puertas del Infierno no prevalecerán jamás contra ella (Mt. 16,18) y que permanecería con ella todos los días hasta la consumación de los siglos (Mt. 28.20) †. Te manda la santa señal de la Cruz † y la virtud de todos los misterios de la fe cristiana †. Te manda el poder de la Excelsa Madre de DIOS la Virgen María † que desde el primer instante de su Inmaculada Concepción aplastó tu muy orgullosa cabeza por virtud de su humildad †. Te manda la fe de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y la de los demás Apóstoles †. Te manda la sangre de los Mártires, y la piadosa intercesión de los Santos y Santas †.

Así, pues, dragón maldito y toda la legión diabólica, os conjuramos por el DIOS † vivo; por el Dios † verdadero; por el DIOS † Santo; por el Dios que tanto amó al mundo, que llegó hasta darle su hijo Unigénito, a fin de que todos los que creen en Él no perezcan, sino que vivan vida eterna (Jn. 3,16). Cesad de engañar a las criaturas humanas y brindarles el veneno de la condenación eterna. Cesad de perjudicar a la Iglesia y de poner trabas a su libertad.

Huye de aquí nuestra Patria, Satanás, inventor y maestro de todo engaño, enemigo de la salvación de los hombres. Retrocede delante de Cristo en quien nada has encontrado que se asemeje a tus obras. Retrocede ante la Iglesia, una, santa, católica y apostólica que Cristo mismo compró con su Sangre. Humíllate bajo la poderosa mano de DIOS, tiembla y desaparece ante la invocación, hecha por nosotros, del santo y terrible nombre de Jesús, ante el cual se estremecen los infiernos; a quien están sometidas las virtudes de los Cielos, las Potestades y las Dominaciones: que los Querubines y serafines alaban sin cesar en sus cánticos diciendo: ¡Santo, Santo, Santo, es el Señor DIOS de los ejércitos! (Is. 6,3).

V: ¡Señor, escucha mi plegaria!
R: Y mi clamor llegue hasta Ti.
V: El Señor sea con vosotros.
R: Y con tu espíritu.

ORACIÓN

Dios del cielo y de la tierra, DIOS de los Arcángeles, DIOS de las Patriarcas, DIOS de los Profetas, DIOS de los Apóstoles, DIOS de los Mártires, DIOS de los Confesores, DIOS de las Vírgenes, DIOS que tienes el poder de dar la vida después de la muerte, el descanso después del trabajo, porque no hay otro DIOS, que delante de Ti no puede haber otro, sino Tú mismo. Creador de todas las cosas visibles e invisibles, cuyo reino no tendrá fin: Humildemente suplicamos a la majestad de tu gloria, se digne librarnos eficazmente y guardarnos sanos de todo poder, lazo, mentira y maldad de los espíritus infernales. Por Cristo Señor nuestro. Amén.
De las acechanzas del demonio, líbranos Señor. Que te dignes conceder a tú Iglesia y a nuestra Patria la seguridad y la libertad necesaria para tu servicio, te rogamos, óyenos. Que te dignes humillar a los enemigos de la Santa Iglesia y de España, de México. te rogamos, escúchanos.
(Se rocía con agua bendita el lugar donde se recita el exorcismo) p. 50

INVOCACIÓN PARA PEDIR PROTECCIÓN
(7 de julio, 1997)
¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración! ¡A Ti, oh arma poderosa!
¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración! ¡A Tu Sangre Preciosa!
Misericordioso Jesucristo Agonizante, derrama Tu Sangre Preciosa sobre las almas. Satisface nuestra sed y vence al enemigo. Amén.
Poderosa Sangre de Salvación, combate al enemigo.
Con licencia eclesiástica


NIHIL OBSTAT
Fr. Albertus Colunga, O. P.
Censor
26 marzo de 1923
Concedemos nuestra licencia para la reimpresión de este Exorcismo en castellano y para que se pueda recitar en privado.
Obispado de Julián, Obispo de Salamanca. Salamanca


ÁNGEL DE COLOMBIA ¡Salva a COLOMBIA!
ÁNGEL DE COLOMBIA ¡Ruega por COLOMBIA!
ÁNGEL DE COLOMBIA ¡Protege a COLOMBIA!
Un Padre nuestro en cada invocación

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