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sábado, 6 de julio de 2013

Mes de la Preciosa Sangre de Cristo

Nueva imagen (1)

Julio es el Mes de la Preciosa Sangre de Cristo

Jesús ha pedido que hagamos tres novenas muy importantes durante el mes de julio:

1ª. Del 1 al 9 de julio: Novena de la Preciosa Sangre, en honor de los nueve coros de los Ángeles.

2ª. Del 13 al 15 de julio: En honor a la Santísima Trinidad.

3ª. Del 20 al 31 de julio: Por Israel (México y el mundo entero)

ORACIONES QUE DEBEN REZARSE

1. Santo Rosario a la Santísima Virgen María.

2. Santo Rosario a la Preciosa Sangre / Letanías.

3. Oración de Consagración a la Preciosa Sangre.

4. Oraciones de Consolación y Adoración.

5. Oración de Reparación a Jesucristo Agonizante (Llamados Angustiosos)

6. Otras oraciones místicas de Nuestro Señor Jesucristo.

Jesús ha pedido a todos sus hijos que vayan con Él a Getsemaní (Huerto de los Olivos). Jesús dijo al pequeño Bernabé:

“Hijos Míos, Yo estoy en Getsemaní por ustedes y por la gente del mundo entero. Yo siempre estoy en Getsemaní debido a la hora que se acerca, la hora de terror, muy temible y terrible.

Hijos Míos, ¿cuántos sobrevivirán? Por el amor que les tengo a ustedes y a todos los hombres, Yo estoy aquí en Getsemaní, llamándoles para que vengan y velen Conmigo. Permanezcan en Getsemaní Conmigo, de manera que ustedes no se rindan cuando llegue la hora”.

LA HORA DE GETSEMANÍ

Cada jueves, de 11:00 PM, hasta las 3:00 AM del viernes es la hora de Getsemaní. Las siguientes oraciones se deben rezar durante ese tiempo:

1. Rosario de la Santa Virgen María.

2. Santo Rosario de la Preciosa Sangre / Letanías.

3. Oración de Consagración a la Preciosa Sangre.

4. Oraciones de Consolación y Adoración.

5. Oración de Reparación a Jesucristo Agonizante (Los Siete Llamados Angustiosos).

6. Otras oraciones místicas de Nuestro Señor Jesucristo.

7. La Misa Votiva de la Preciosa Sangre y exposición del Santísimo Sacramento (cuando sea posible).

Para los que lleven a cabo la Hora de Getsemaní hay promesas de gracias. Además, Jesús ha dicho que aquéllos que son fieles a esta Hora no tendrán nada que temer del Anticristo.

DOCE PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A QUIEN DEVOTAMENTE RECE EL ROSARIO DE LA PRECIOSA SANGRE

1. Yo prometo proteger de los ataques del maligno a quien devotamente rece este Rosario.

2. Yo preservaré sus cinco sentidos.

3. Yo lo protegeré de una muerte súbita.

4. Doce horas antes de su muerte, beberá Mi Preciosa Sangre y comerá Mi Cuerpo.

5. Veinticuatro horas antes de su muerte, le mostraré Mis cinco Llagas, para que sienta un profundo arrepentimiento por todos sus pecados y tenga perfecto conocimiento de ellos.

6. Quien rece este Rosario como novena, conseguirá lo que pide. Su oración será contestada.

7. Yo realizaré muchos milagros maravillosos a través del rezo de este Rosario.

8. A través de esta oración destruiré muchas sociedades secretas y liberaré muchas almas atadas, por medio de Mi Misericordia.

9. A través de esta oración salvaré muchas Almas del Purgatorio.

10. Yo le mostraré Mi camino a quien honre Mi Preciosa Sangre con este Rosario.

11. Yo tendré Misericordia de aquéllos que tengan misericordia de Mis Preciosas Llagas y Sangre.

12. Quienquiera que enseñe esta oración a otra persona ganará una indulgencia de cuatro años.

“Hijos míos, este Rosario de la Preciosa Sangre de mi Hijo combina todas las devociones de su Pasión.” (Santísima Virgen María, 29 de enero de 1997)

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR SOBRE LA CORONA DE ESPINAS

1. Yo sanaré las heridas de los corazones de aquéllos que adoren Mi Sagrada Cabeza a través de esta Corona.

2. Yo consolaré a los que Me consuelen con estas oraciones.

3. Yo derramaré el océano de la Divina Misericordia sobre aquéllos que adoren las Heridas de Mi Sagrada Cabeza a través de estas oraciones.

4. Todos los que adoren la Preciosísima Sangre de Mi Sagrada Cabeza a través de esta Corona, recibirán la gracia de la Divina Sabiduría.

5. Yo custodiaré sus cinco sentidos.

6. Cuando toquen esta Corona con amor, Yo permitiré que una gota de Mi Sangre caiga sobre sus cabezas.

7. Yo renovaré el amor de un pecador arrepentido que adore misericordiosamente Mi Sagrada Cabeza con esta Corona.

8. Siempre hay un rocío de Mi Preciosísima Sangre dondequiera que estén estas Espinas. No estoy lejos, estoy cerca.

9. Yo coronaré la cabeza de los que adoren las Sagradas Heridas y la Sangre de Mi Sagrada Cabeza a través de esta Corona, con una corona de victoria.

10. Yo prometo mostrar Mi Sagrada Cabeza un día antes de su muerte a todos los que amen su Corona y adoren Mi Sagrada Cabeza por medio de ella, de manera que tengan perfecto conocimiento de sus pecados y se arrepientan.

El 15 de septiembre de 2001, Nuestra Madre dijo que Ella le había pedido a su Hijo Jesús bendecir la Corona de Espinas con poder sanador.

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A AQUÉLLOS QUE VENEREN EL CRUCIFIJO AGONIZANTE

1. En preparación para la batalla, les entrego Mi Crucifijo Agonizante. Yo prometo proteger contra las fuerzas del mal a cualquiera que tenga este Crucifijo Agonizante.

2. A través de este Crucifijo, Yo salvaré a muchos del cautiverio.

3. Cuando se levante este crucifijo en contra del poder del maligno, Yo abriré el Cielo y dejaré fluir Mi Preciosa Sangre para vencer así el poder maligno.

4. Yo dejaré fluir Mi Preciosa Sangre de todas Mis Sagradas Llagas y cubriré a todos los que veneren Mis Llagas y Sangre a través de este Crucifijo.

5. Yo prometo proteger las casas donde esté el Crucifijo Agonizante, de todo poder destructivo en la hora de la oscuridad.

6. Yo prometo realizar numerosos milagros a través de este Crucifijo.

7. Yo quebrantaré los corazones de piedra y derramaré Mi amor en los que veneren Mi Crucifijo Agonizante.

8. Yo prometo también atraer las almas descarriadas hacia Mí a través de este Crucifijo.

9. Hijos, en los días del maligno, ustedes podrán andar libremente sin peligro debido a este Crucifijo.

Finalmente, Nuestro Señor enfatizó: “Hijos, por medio de esta Cruz, Yo venceré. Estas Cruz pronto será una Cruz victoriosa.”

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A LOS QUE RECEN O ESCUCHEN LAS ORACIONES DE REPARACIÓN (LLAMADOS ANGUSTIOSOS)

1. Hijos, cada vez que las Oraciones de Reparación se recen con amor, Yo prometo convertir 12 de los más empedernidos pecadores en el mundo.

2. Yo permitiré que Mi Sangre Preciosa se derrame sobre cada alma que escuche decir estas Oraciones. Su amor por Mí crecerá.

3. Yo perdonaré los pecados de una nación que se vuelva a Mí a través de estas oraciones.

4. Ellos no sufrirán el peso de la condena debida por sus pecados.

(Por favor, envíen testimonios de favores recibidos a través de esta Devoción al apostolado de Nigeria)

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A AQUÉLLOS QUE DEVOTAMENTE RECEN LAS ORACIONES DE CONSOLACIÓN Y ADORACIÓN

1. Hijos Míos, Yo prometo proteger contra los ataques del mal a quien devotamente Me consuele y adore con estas oraciones. No morirá de muerte súbita. No será quemado por el fuego.

2. Hijos Míos, Yo prometo proteger contra los ataques de los espíritu malignos a quien devotamente Me consuele y adore.

3. Cualquier soldado que rece esta oración antes de entrar al campo de batalla, no será derrotado. Ninguna bala tendrá efecto en él.

4. Si una mujer en labores de parto reza esta oración, sus dolores serán disminuidos. La mujer que rece devotamente esta oración tendrá un parto seguro.

5. Ponga esta oración sobre la cabeza de cualquier niño perturbado por los malos espíritus. Mis Querubines lo protegerán.

6. Yo prometo proteger a las familias de los efectos de rayos y truenos; y la casa donde esté esta oración será protegida de las tormentas.

7. Si esta oración se reza ante un moribundo, Yo prometo que su alma no se perderá.

8. Cualquier pecador que Me consuele y adore a través de esta oración, obtendrá la conversión.

9. Yo prometo proteger con mi Preciosa Sangre y esconder dentro de Mis Llagas a todos los que Me consuelen y adoren. El veneno no tendrá efecto sobre ellos. Yo guardaré sus cinco sentidos.

10. Yo prometo bautizar a los niños abortados que son asesinados diariamente en el mundo, y conceder un profundo arrepentimiento y contrición en los corazones de sus padres a través del poder de Mi Preciosa Sangre.

11. Todos los que Me consuelen y adoren con esta oración hasta su muerte se unirán a los Ejércitos y Coros Celestiales. Les concederé la Estrella de la Mañana.

ORACIÓN DE REPARACIÓN POR LA CORONA DE ESPINAS

Dada a Bernabé por Santa Cecilia el 14 de julio de 2000)

HIMNO

Estoy solo, estoy abandonado

me han dejado con la corona de espinas

que penetran Mi cabeza

y Mi pueblo me ha abandonado.

Amados Míos, ¿dónde estáis?

Esta corona de espinas ha penetrado Mi alma.

Retiren las espinas, tengan misericordia de Mí.

Por amor a vosotros

Morí en la Cruz con la corona de espinas.

Estoy nuevamente viviendo con las espinas.

Yo Soy el Agonizante Jesucristo.

ORACIÓN

¡Mi amado Jesucristo Agonizante, Hijo del Altísimo! Me postro a Tus pies en medio de mi nada. Recuerdo todas mis ofensas hacia Ti. Te ruego, Señor, ten misericordia de mí. Mis pecados te han mantenido en agonía por estos miles de años.

Te contemplo aún vivo, colgado en la Cruz, con esa terrible corona de espinas, la sangre bañando Tu Rostro y las espinas punzando Tu Santa Faz. Me arrepiento por ese regalo que te di: la corona de espinas. Deseo quitarte la corona de espinas y ofrecerte con amor una corona de oro.

(Besando la corona y apretándola contra su corazón Santa Cecilia oró así:)

Jesús mío, yo laceré Tu Sagrada Cabeza con una corona de espinas…

Ten misericordia de mí, y perdona al mundo.

Jesús mío, que sufres místicamente el dolor y la agonía de mi terrible corona de espinas en Tu Sagrado Corazón…

Ten misericordia de mí, y perdona al mundo.

Jesús mío, que sufres la ignominia de mi terrible corona de espinas…

Ten misericordia de mí, y perdona al mundo.

(Apretando la corona de espinas contra su cabeza, Santa Cecilia besó los pies de Jesucristo Agonizante en la Cruz, y oró:)

Mi Agonizante Jesús, recuerdo cómo yo golpeé Tu Sagrada Cabeza con varilla de hierro para que te penetraran aún más las espinas en Tu cerebro. Sentiste un dolor como si fuera un rayo que estremeciera todo Tu Cuerpo virginal. ¡Oh cuánto te ha hecho sufrir mi maldad!

Cuando medito en Tu terrible caminar hacia el Calvario, lloro amargamente porque mi maldad colocó esa corona de espinas en Tu Sagrada Cabeza, sede de la Divina Sabiduría. Te veo cayéndote bajo el peso de la Cruz, que hacía que las espinas penetraran más profundamente en Tu Cabeza.

Me veo arrastrándote y golpeándote la Cabeza con una vara. ¡No hubiera querido ser yo quien hizo todo esto a mi amado Salvador!

Jesús mío, te he tratado cruelmente, perdóname, perdóname, perdona a Tu pueblo. Haré todo lo que pueda para retirar esas espinas, cambiando de vida de ahora en adelante.

Mi maldad mantuvo la corona de espinas en Tu cabeza hasta Tu muerte para que así no pudieras tener ni un poco de alivio en Tu Pasión. ¡Señor, ten misericordia de mí! ¡Cristo, ten misericordia de mi maldad!

Contemplo Tu Sagrada Cabeza recostada sobre el regazo de Tu Madre dolorosa estando ya muerto. Puedo ver las manos de Juan el amado, de María Magdalena y de Tu Madre dolorosa desprendiendo, con lágrimas de amor, la corona de espinas de Tu Sagrada Cabeza. Desearía ser uno de ellos para retirar la corona y ofrecerte a cambio una corona de oro, como muestra de mi amor hacia Ti.

(Sosteniendo la corona de espinas y meditando en silencio,

Santa Cecilia oró así:)

Te ofrezco todo mi ser y te prometo cargar mi cruz tras de Ti, con alegría y amor, todos los días de mi vida. Recibe los méritos de mis sufrimientos y persecuciones que prometo aceptar con amor en reparación por mis pecados y los pecados del mundo entero. Queridísimo Jesús Agonizante, con este humilde ofrecimiento, deseo retirar la corona de espinas que te coloqué y ofrecerte una corona de oro. Recibe con amor esta corona de oro que te ofrezco. Amén.

Padre Eterno, te he ofendido gravemente al lacerar la Sagrada Cabeza de Tu Hijo Unigénito a Quién tanto amas. Ten misericordia de mí. Perdóname y perdona al mundo. Amén. (Tres veces)

MENSAJES DADOS A BERNABÉ

LA DEVOCIÓN DE DEVOCIONES: “Hijos Míos, este Rosario de la Sangre Preciosa de Mi Hijo combina todas las devociones sobre Su Pasión. En el Cielo, esta oración es una de las más grandes plegarias, que aplaca la Ira del Padre Eterno y trae misericordia al mundo.” Nuestra Madre Santísima, 29 de enero, 1997.

MEDITACIÓN SOBRE LA AGONÍA: “Hijos Míos, durante vuestra hora de meditación, piensen acerca de Mi Crucifixión, el sudor de Sangre, la Flagelación, la Corona de espinas, Mi Cuerpo traspasado y las tres horas que colgué en la Cruz. Si me aman, tengan Misericordia de Mí.” Jesucristo, 4 de febrero, 1997.

PIENSEN CUÁNTO LOS AMO:“Hijos Míos, cuando el mundo sujetó Mi mano derecha y la atravesó con un largo clavo, Yo grité con gran dolor. Con amor, pensé en ustedes y ofrecí Mi dolor por vuestra sanación y salvación. Mediten en Mi agonía, que soporté por vosotros, Piensen cuánto los amo.” Jesucristo, 4 de julio, 1998. 44

LA AGONÍA SE ACRECIENTA “Hijos Míos, ¿saben que cada minuto que pasa crece rápidamente la iniquidad? Al aumentar los pecados en el mundo, Mi agonía se acrecienta. Es por esto que busco a alguien que Me consuele.” Jesucristo, 24 de julio, 1998.

ABORTOS: “El número de bebés inocentes abortados diariamente es muy grande. La sangre de estos niños conmueve Mi Corazón agonizante e incrementa Mi agonía. Consuélenme hablando y enseñando estos mensajes.” Jesucristo, 29 de julio, 1998.

ABANDONO EN EL TABERNÁCULO: “Hijo Mío. Yo permanezco por ti en el Sacramento del Amor, prisionero por ti, esperando pacientemente. Tú, raramente te acercas a Mí, porque no recuerdas que estoy prisionero por ti. Hijo Mío, Mi agonía aumenta enormemente cuando veo la frialdad, la negligencia y el descuido con que te acercas a la Santísima Trinidad, cuya presencia llena el Santuario.” Jesucristo, 10 de diciembre, 1998, en uno de los Angustiosos Llamados que componente las Oraciones de Reparación.

VENGAN A GETSEMANÍ: “Hijos, Yo estoy en Getsemaní por vosotros y por Mi Pueblo en el mundo entero. Estoy en Getsemaní siempre, por la hora que se aproxima, la hora dolorosa, tan terrible y aterradora. Hijos, ¿cuántos sobrevivirán? Por el amor que siento por vosotros y por todos los hombres, estoy aquí en Getsemaní, pidiéndoles que vengan y velen Conmigo. Permanezcan en Getsemaní Conmigo para que no se den por vencidos cuando llegue la hora.” Jesucristo, 15 de marzo, 199, llamando a todos Sus hijos a permanecer un tiempo en Él cada jueves de las 11:00 PM a las 3:00 AM del viernes, en la “Hora de Getsemaní”.

ÚNANSE A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA: “Mi sufrimiento es grande. Únanse a Mí en la batalla contra el dragón infernal, todos aquellos que están sellados con la Sangre del Cordero. Luchen Conmigo contra las herejías que destruyen la Iglesia. No teman si son muchos. A través de la Sangre del Cordero sin mancha, la Fe de la verdadera Iglesia, su verdadera doctrina y su santidad serán pronto restauradas.” Santísima Virgen María, 7 de mayo, 1999.

ADOREN MI SANGRE: “Hijos, muchos están invocando la Sangre, pero no la están adorando. Todos los que adoran Mi Sangre Preciosa consuelan a Mi Padre, que tanto ama a Su Hijo. Cuando ustedes adoran Mi Sangre, atenúan los dolores de Mi Sagrado Corazón. El Corazón adolorido de Mi Madre también será consolado.” Jesucristo, 22 de julio, 1999.

PERMANEZCAN FIELES A JESÚS Cuando se enfrenten a algo que puede hacerlos caer, manténganse firmes en la Fe. Ese tiempo puede ser un tiempo de decepción y resequedad. Sepan que Jesús ha abierto la puerta y nadie tiene el poder de cerrarla, excepto Él. Cuando llegue ese tiempo, oren más fervorosamente. Sepan también que el tiempo de alegría y gozo está cerca.” San Miguel Arcángel, 28 de julio, 1999.

MI MADRE HA VENIDO MUCHAS VECES para advertirles acerca de la hora que se aproxima. Ella ha visto los desastres que vendrán sobre ustedes. Ha llorado por ustedes. Ha llorado lágrimas de sangre por ustedes, y todavía no entienden lo que se aproxima. Yo he sudado sangre en gran agonía por ustedes. También he vertido lágrimas y sangre por amor a ustedes. Y todavía no entienden el tiempo que viven.” Jesucristo, 7 de abril, 2000.

LA CRUZ DE LA VERDAD: “Vuestro nombre está escrito en el Libro de la Vida. Yo reduciré millones de años en vuestro Purgatorio por cada verdad que salga de vuestra boca. De la misma manera, millones de años serán agregados a vuestro Purgatorio por cada mentira que salga de vuestra boca. Hijos, les hago este llamado: reciban de Mí la Real Cruz de la Verdad.” Jesucristo, 24 de julio, 2000.

USTEDES ESTÁN LLAMADOS A VENIR: “Aunque sea la hora de la Gran Confusión, la hora del desamparo, los llamo: Vengan a Mí. Aunque sean días dolorosas. Yo los llamo para que vengan a Mí. Hijos, oren para que puedan venir. Tengan todo preparado antes que vengan esos días. La hora está próxima.” Jesucristo, 7 de agosto, 2000.

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