8 de Octubre
Nació en Suecia, a la edad de siete años, tuvo una visión de la Madre del Cielo, y a los diez, a raíz de un sermón sobre la Pasión y Muerte de Nuestro Señor, soñó con el Señor Jesús, convirtiéndose la Pasión del Cristo en centro de su vida espiritual. A los 28 años de casada queda viuda y dedicada a la penitencia y oración. Las visiones y revelaciones de Santa Brígida se referían a los asuntos más polémicos de su época; que lograron algunos acuerdos de paz, establecer relaciones políticas entre los estados, entre otras cosas. Fundó en Vadstena un monasterio, y la orden del Santísimo Salvador. Severa consigo misma era bondadosa con el prójimo y entregada al cuidado de los pobres y enfermos. Fallece el 23 de julio de 1372, a los 71 años. Fue canonizada en 1391 y es venerada como la patrona de Suecia.
Por mucho tiempo, Santa Brígida había deseado saber cuántos latigazos había recibido Nuestro Señor en Su Pasión. Cierto día se le apareció Jesucristo, diciéndole: “Recibí en Mi Cuerpo cinco mil, cuatrocientos ochenta latigazos; son 5.480 azotes. Si queréis honrarlos en verdad, con alguna veneración, decid 15 veces el Padre Nuestro; también 15 veces el Ave María, con las siguientes oraciones, durante un año completo. Al terminar el año, habréis venerado cada una de Mis Llagas”. (Nuestro Señor mismo le dictó las oraciones a la santa.)
Oración de las 7 gracias que la Santisima Virgen dictó a Santa Brigida de Suecia
Todo el que medita la pasión de Cristo también debe tener en cuenta a su madre. LA madre de Dios reveló a Santa Brigida de Suecia que todo el que rezara 7 avemarías diariamente mientras se meditan sus dolores, recibiría las siguientes gracias:
1-Paz en su familia
2-Esclarecimiento de los misterios de Dios
3-Cumplimiento de todos sus deseos siempre y cunado estos, estén dentro de la voluntad de Dios y sean buenos para la salud de su alma.
4-Para los que propaguen esta devoción, serán trasladados de esta vida terrena a la felicidad eterna directamente, sin el purgatorio.
5-Consuelo en sus penas y acompañamiento en sus trabajos
6-LA defensa directa de la Virgen Santísima en los combates espirituales contra el enemigo infernal y protección constante en todos los momentos de la vida
7-Asistencia directa de Nuestra Señora en el momento de la muerte: verán el rostro de la Virgen.
a oración dice así:
1ªoración:
La profecía del anciano Simeón: María, al presentar a su hijo en el Templo, conoce la muerte despiadada que sufriría en la edad adulta. Avemaría.
2ªoración:
La huida de María a Egipto con José y Jesús. Avemaría.
3ªoración:
María pierde a Jesús, con la cruz a cuestas, camino del calvario. Avemaría.
4ªoración:
María encuentra a Jesús, con la cruz a cuestas, camino del calvario. Avemaría.
5ªoración:
María al pie de la cruz, contempla y participa de la agonía y muerte de Jesús. Avemaría.
6ªoración:
María ve que el centurión hunde la lanza en el corazón de su hijo y, bajado de la cruz, lo tiene en sus brazos. Avenaría.
7ªoración:
Piensa en la soledad de María, después de ser enterrado su hijo. Avemaría.
Oración 12 años santa Brígida
Promesas que le hizo Nuestro Señor Jesucristo sobre esta oración:
“Debes hacer saber que Yo garantizaré las siguientes gracias a aquellas personas que honren mi más preciosa sangre durante doce años, con las siguientes oraciones seguidas por siete padrenuestros, siete avemarías y siete glorias”
1) El alma que las rece no será enviada al purgatorio.
2) Será considerado un mártir como si hubiera derramado su sangre por la fe.
3) Mantendré a tres almas entre sus familiares, de su elección, en un estado de gracia santificadora.
4)Las almas de sus familiares, hasta la cuarta generación, evitarán ser enviadas al infierno.
5)Conocerá la llegada de su muerte con un mes de antelación.
Las siguientes oraciones deben recitarse todos los días durante doce años consecutivos. Si por una razón grave, un día particular, tuvieran que saltarse, al día siguiente se rezarán doblemente. Aquel que fallezca antes de cumplimentar las oraciones durante esos doce años será considerado por mí como orante válido, tal y como si las hubiese podido completar. Por último, es totalmente necesario rezarlas con atención profunda y deben ser recitadas con devoción y meditación, pensando en las palabras que se pronuncian en ellas.
LA ORACIÓN
Oh, Señor, ven en mi ayuda
Oh, Señor, date prisa en socorrerme
Gloria
Credo
Oración inicial: «Oh, Jesús, deseo rezar ahora estas siete oraciones uniéndolas al amor con el que Tú santificaste esta oración en Tu corazón. Tómalas de mis labios y llévalas hasta Tu Sagrado corazón, mejóralas y complétalas para que brinden honor y felicidad a la Trinidad en la tierra como Tú deseas. Que se derramen sobre Tu santa humanidad para la glorificación de Tus dolorosas heridas y Tu preciosísima Sangre»
1) La circuncisión: «Padre Eterno, a través de las manos inmaculadas de la Virgen María y del Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las primeras heridas, los primeros dolores y las primeras gotas de sangre derramadas por Jesús siendo niño durante la circuncisión, como expiación de los pecados de mi infancia y de toda la humanidad, y como protección contra los pecados mortales, especialmente contra aquellos que puedan cometer mis familiares.»
padrenuestro, avemaría y gloria.
2) Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos: «Padre Eterno, a través de las manos inmaculadas de la Virgen María y del Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco el intenso sufrimiento que el Corazón de Jesús experimentó en el Huerto de los Olivos, y cada gota de su sudor de sangre como expiación de mis pecados de corazón y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para que se extienda el amor divino y fraterno.»
padrenuestro, avemaría y gloria.
3)La flagelación: «Padre Eterno, a través de las manos inmaculadas de la Virgen María y del Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las muchas miles de heridas, los terribles dolores y la preciosísima sangre derramada durante la flagelación de Jesús, como expiación de mis pecados de la carne y los de toda la humanidad y como protección contra tales pecados. Que sirvan para ayudarme a conservar mi pureza e inocencia, al igual que la de mis familiares.
padrenuestro, avemaría y gloria.
4) La coronación de espinas: «Padre Eterno, a través de las manos inmaculadas de la Virgen María y del Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las heridas, los dolores y la preciosísima sangre de la sagrada cabeza de Jesús que se derramó durante y, después de la coronación de espinas, como expiación de mis pecados del espíritu y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para que se extienda el reino de Cristo aquí en la tierra.»
padrenuestro, avemaría y gloria.
5) Cargando con la cruz: Padre Eterno, a través de las manos inmaculadas de la Virgen María y del Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco los sufrimientos en el camino de la Cruz, especialmente la santa herida en su hombro y su preciosísima sangre, como expiación de mi negación de la cruz y la de toda la humanidad, todas mis protestas contra tus planes divinos y todos los demás pecados de la lengua. Como protección contra este tipo de pecados, y para amar verdaderamente a la cruz.»
padrenuestro, avemaría y gloria.
6) La crucifixión de Jesús: «Padre Eterno, a través de las manos inmaculadas de la Virgen María y del Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco a tu Hijo subido y clavado en la cruz; el extremo dolor de su cuerpo y de su alma; su extrema pobreza y su perfecta obediencia; las heridas de sus manos y sus pies y los tres hilos de su preciosísima sangre, esa que derramó allí por nosotros. Las extremas torturas del cuerpo y del alma, su muerte preciosa y su renovación no sangrienta en todas las misas que se celebran hoy aquí en la tierra, como expiación de todas las heridas contra los votos y normas en las órdenes religiosas; como reparación de mis pecados y los del mundo entero; por los enfermos y los moribundos (aquí se puede nombrar a todas aquellas personas amadas y que están enfermas o cerca de la muerte), por todos nuestros sacerdotes y laicos, por las intenciones del papa, por la restauración de las familias cristianas, por el fortalecimiento de la fe, por nuestro país y sus dirigentes, por la unión de todas las naciones en Cristo, su Iglesia y por la diáspora de los judíos.»
padrenuestro, avemaría y gloria.
7) La llaga del sagrado costado: «Padre Eterno, acepta como dignas, por las necesidades de la Santa Iglesia y como expiación de los pecados de toda la humanidad, la preciosísima sangre y el agua que brotaron de la herida del Sagrado Corazón de Jesús. Sé misericordioso para con nosotros. ¡Sangre del costado de Cristo, lávame de todas mis culpas de pecado y lava las de todos los hombres! ¡Agua del costado de Cristo, lávame de las penitencias y castigos del pecado y extingue las llamas del purgatorio para mí y para todas las almas de los pobres difuntos que moran en el Purgatorio!»
padrenuestro, avemaría y gloria
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