16 de Octubre
Nacida el 22 de julio de 1647 en Lautecour, Francia. Desde pequeña le concedió Dios que Jesucristo fuera el único dueño de su corazón y tenía un gran horror al pecado. Dice que siendo todavía una niña, un día en la elevación de la Santa Hostia en la Misa le hizo a Dios la promesa de mantenerse siempre pura y casta. Estuvo paralizada por varios años por una enfermedad, se consagró a la Virgen Santísima y le ofreció propagar su devoción, con lo que obtuvo la salud. Muy joven quedó huérfana de padre, sufrió muchas penas y se le pareció que Nuestro Señor le decía que deseaba que ella imitara lo mejor posible en la vida de dolor al Divino Maestro que tan grandes penas y dolores sufrió en su Pasión y muerte. Desde entonces aceptaba todo con el mayor gusto por asemejarse lo mejor posible a Cristo sufriente. Le atraía el Sagrario donde está Jesús Sacramentado en la Sagrada Hostia. Ella sentía un amor inmenso hacia Jesús Eucaristía y quería hablarle y escucharle. A los 18 su corazón deseaba dedicarse a la oración y a la soledad. Un día después de comulgar sintió que Jesús le decía: "Soy lo mejor que en esta vida puedes elegir. Si te decides a dedicarte a mi servicio tendrás paz y alegría. Si te quedas en el mundo tendrás tristeza y amargura”
Desde entonces decidió hacerse religiosa y 1671 entró al convento de Paray-le=Monial. Soportó las duras reprimendas y humillaciones Nuestro Señor la preparaba para que se hiciera digna de las revelaciones que iba a recibir. El 27 de diciembre de 1673 se le apareció por primera vez el Sagrado Corazón de Jesús. Ella había pedido permiso para ir los jueves de 9 a 12 de la noche a rezar ante el Santísimo Sacramento del altar, en recuerdo de las tres horas que Jesús pasó orando y sufriendo en el Huerto de Getsemaní. De pronto se abrió el sagrario y apareció Jesucristo sobre el manto su Sagrado Corazón, rodeado de llamas y con una corona de espinas encima, y una herida. Jesús señalando su corazón con la mano le dijo: "He aquí el corazón que tanto ha amado a la gente y en cambio recibe ingratitud y olvido. Tú debes procurar desagraviarme". Nuestro Señor le pidió propagar la devoción al Corazón de Jesús. Durante 18 meses el Corazón de Jesús se le fue apareciendo. Le pidió que se celebrara la Fiesta del Sagrado Corazón cada año el viernes de la semana siguiente a la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus).
El Corazón de Jesús le dijo: "Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí". Antes de morir obtuvo que en su comunidad se celebrara por primera vez la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. El 17 de octubre de 1690 murió. Digamos diario al Sagrado Corazón: "Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo". "Sagrado Corazón de Jesús. En voz confío".
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