30 de diciembre
Dios quiso nacer dentro de una familia para que tuviera alguien que lo cuidara, lo protegiera, lo ayudara y lo aceptara como era. Con este hecho Dios ha santificado la familia humana.
María y José cuidaban a Jesús, se esforzaban y trabajaban para que nada le faltara, tal como lo hacen todos los buenos padres por sus hijos.
Jesús aprendió a trabajar y a ayudar a su familia con generosidad. Jesús. Él siendo Todopoderoso, obedecía fielmente a sus padres humanos, confiaba en ellos, los ayudaba y los quería. Se dedicaba a los más humildes trabajos diarios.
María se dedicaba a cuidar que no faltara nada en la casa de Nazaret. Educaba a su hijo según las Sagradas escrituras.
José trabajaba duramente con gran esfuerzo para conseguir le sustento de la familia.
Las familias de hoy, deben seguir este ejemplo tan hermoso que nos dejó Jesús tratando de imitar las virtudes que vivía la Sagrada Familia: sencillez, bondad, humildad, caridad, laboriosidad, etc.
La familia debe ser una escuela de virtudes. Es el lugar donde crecen los hijos, donde se forman los cimientos de su personalidad para el resto de su vida y donde se aprende a ser un buen cristiano. Es en la familia donde se formará la personalidad, inteligencia y voluntad del niño. Enseñar a los niños el camino hacia Dios para llevar con amor estas almas al cielo.
“La familia es la primera comunidad de vida y amor el primer ambiente donde el hombre puede aprender a amar y a sentirse amado, no sólo por otras personas, sino también y ante todo por Dios.” (Juan Pablo II, 1990).
Así como Jesús creció en sabiduría y gracia ante Dios y los hombres, en nuestras familias debe suceder lo mismo. Esto significa que los niños deben aprender a ser amables y respetuosos con todos, ser estudiosos obedecer a sus padres, confiar en ellos, ayudarlos y quererlos, orar por ellos, y hacer oración en familia.
La salvación del mundo, el porvenir de la humanidad de los pueblos y sociedades pasa siempre por el corazón de toda familia. Es la célula de la sociedad. Cuando las familias imitan las virtudes y santidad de la Sagrada Familia se santifican y entonces son dignas de ser parte de la Casa de Dios. A donde ha de llegar la familia completa, llenas del amor de Dios; que habiendo cumplido los mandamientos y leyes del Creador se han ganado la salvación.
En la segunda venida del Señor ¿como le presentarás a tu familia?
Más vale para su salvación que sea una familia unida y santificada.
Oración
“Oremos hoy por todas las familias del mundo para que logren responder a su vocación tal y como respondió la Sagrada Familia de Nazaret. Oremos especialmente por las familias que sufren, pasan por muchas dificultades o se ven amenazadas en su indisolubilidad y en el gran servicio al amor y a la vida para el que Dios las eligió”
(Juan Pablo II)
♫ Todo podría ser mejor si en fervor y en armonía las madres fueran como María y los Padres San José y sus hijos imitases a Jesús de Nazaret.♫
Si así fuera la paz se extendería en el mundo, cuando las familias eduquen con la Palabra de Dios entonces gozaremos de la paz y el mundo se salvará. Todos los males de hoy son producto de la educación que proviene de las familias, máxima institución educadora.
Las conductas de los hijos son responsabilidad de los Padres, la seguridad y el bienestar son responsabilidad de las familias de cada lugar y la PAZ es producto de aquello que hemos logrado todas las familias del mundo. Lo que los padres hacen frente a los hijos es imitado por éstos, así que cuando en nuestros hijos nos resultan conductas desagradables a los ojos de Dios no te preguntes Dios ¿Qué he hecho? ¿En qué me equivoqué? Mejor ocúpate de tomar la Biblia cada día y enseñarle con amor la Palabra de Dios contenida en ella.
ORACION DE LOS ESPOSOS Y LA FAMILIA
Señor: Haz de nuestro hogar un sitio de Tu amor
que no haya injuria, porque Tú nos das comprensión.
Que no haya amargura porque Tú nos bendices.
Que no haya egoísmos porque Tú nos alientas a dar.
Que no haya rencor porque Tú nos das el perdón.
Que no haya abandono porque Tú estás con nosotros.
Que sepamos marchar hacia Tí en nuestro diario vivir.
Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio.
Que cada noche nos encuentres con más amor de esposos.
Haz Señor de nuestras vidas que quisiste unir, una página llena de tí.
Haz Señor de nuestros hijos lo que tú anhelas; ayúdanos a educar,
a orientar por tu camino.
Que nos esforcemos en el consuelo mutuo.
Que hagamos del amor un motivo para amarte más.
Que demos lo mejor de nosotros para ser felices en el hogar.
Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro,
nos concedas el hallarnos para siempre en tí. Amén.
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