25 de diciembre
Después de la celebración anual del misterio pascual de la muerte y resurrección de Cristo, la Iglesia venera con mayor devoción la memoria de la Natividad del Señor. Navidad es el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. En este tiempo los cristianos por medio del Adviento se preparan para recibir a Cristo, "luz del mundo" (Jn 8, 12) en sus almas, rectificando sus vidas y renovando el compromiso de seguirlo. Durante el Tiempo de Navidad celebramos la redención del hombre gracias a la presencia y entrega de Dios; recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros. La presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos el camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo, luz del mundo, que viene a salvarlo. Algunas personas argumentan que el nacimiento de Jesús no ocurrió el 25 de diciembre. Los evangelios no lo especifican. Lo importante es ¿Qué día dejas tú nacer a Jesús en tu corazón? La fecha exacta del nacimiento quizá se perdió en el tiempo. A lo largo de la historia de la humanidad muchos hemos demostrado que nos hemos perdido de Dios; que ahora nos importe dejar nacer a Dios en nosotros. |
Fiestas que nos hacen presente la entrega total al Señor
San Esteban, mártir que representa a aquellos que murieron por Cristo voluntariamente.
San Juan Evangelista, que representa aquellos que estuvieron dispuestos a morir por Cristo pero no los mataron. San Juan fue el único Apóstol que se arriesgó a estar con La Virgen al pie de la cruz.
Los Santos Inocentes que representan a aquellos que murieron por Cristo sin saberlo.
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