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sábado, 7 de diciembre de 2013

ROSARIO A GUADALUPE

ROSARIO A NUESTRA SANTÍSIMA MADRE MARÍA DE GUADALUPE

Meditando las apariciones de la Virgen en el Tepeyac

LAS QUINCE PROMESAS DE LA VIRGEN MARÍA A QUIENES RECEN EL ROSARIO

1.- El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.

2.- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.

3.- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.

4.- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!.

5.- El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.

6.- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá en muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracia, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.

7.- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.

8.- Quiero que todos los devotos de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.

9.- Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.

10.- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.

11.- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente.

12.- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.

13.- Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.

14.- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.

15.- La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.

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Inicio: Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Señor mío Jesucristo Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser tu quien eres y porque  te amo sobre todas las cosas me pesa en el alma haberte ofendido porque eres infinitamente bueno. Yo propongo firmemente enmendarme, confesarme a su tiempo, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta por mis culpas. Te ofrezco mi vida obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Así como lo suplico, así confío en tu divina bondad y misericordia infinita que me perdonarás por los méritos de tu preciosa sangre, vida, pasión y muerte, y me darás gracia para no ofenderte más. Amén.

Guía: Abre Señor mis labios

Todos: Para alabar tu nombre y el de tu Santa Madre María de Guadalupe.

Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Todos: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén

ORACIÓN PARA OFRECER SACRIFICIOS

¡Oh Jesús, te ofrezco este sacrificio por tu amor, por la conversión de los pecadores y en solicitud de la Maternal protección de la Santísima Virgen María de Guadalupe para sus hijos mexicanos y para el mundo entero!

¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman! (Tres veces).

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

Guía: Ofrecemos el rezo de este Santo Rosario y la meditación de las apariciones de nuestra Santísima Madre de Guadalupe en el Tepeyac para solicitarle su protección, ayuda y el remedio a todos los males que oprimen a su pueblo mexicano.

MISTERIOS

Primer Misterio: La Virgen de Guadalupe trae un mensaje de paz y consuelo a su pueblo.
“Sabe y ten entendido, tú, el más pequeño de mis hijos, que yo soy la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive; del Creador, en quien está todo; y es Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, a todos los moradores de esta tierra; porque yo en verdad soy su madre compasiva, tuya y de todos los hombres que en esta tierra están, y de las demás variadas estirpes de hombres, mis amadores, los que a mí clamen, los que me busquen, los que confíen en mí, porque allí les escucharé su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores y para realizar lo que pretende mi compasiva mirada misericordiosa”.

Meditación: Confiados en tus palabras dichas a Juan Diego y que tomamos como promesa que derrama tu misericordia, te pedimos Santísima Madre tengas compasión de tu pueblo que gime de dolor y corras presurosa en nuestro auxilio y defensa para que remedies todos los males que nos aquejan: nuestras miserias, enfermedades, dolores; pero sobre todo esa falta de amor en nuestros corazones y que realices en nosotros lo que sea tu voluntad para Gloria e instalación del Reino de Dios en estas tierras y en el mundo entero. En tus benditas manos ponemos todas nuestras necesidades y aflicciones y nos ponemos confiados bajo tu Sagrado Manto.

Segundo Misterio: Juan Diego comparte a la Virgen su humildad y su pequeñez a los ojos de los hombres. “Mucho te suplico, Señora, niña mía, que alguno de los principales, conocido, respetado y estimado, le encargues que lleve tu mensaje para que le crean, porque yo soy un hombre de campo, soy mecapal, soy parihuela, soy cola, soy ala.”

Meditación: Madre te suplicamos que nos ayude a ser tan humildes de corazón como tu mensajero del Tepeyac, para que podemos ser tan obedientes como él lo fue e insistentes para llevar tus mensajes a nuestros hermanos para que todos practiquemos la humildad y sencillez con el prójimo y seamos también obedientes al Dios Verdadero, tu Santo Hijo.

Tercer Misterio: María de Guadalupe escogió a Juan Diego por su sencillez y obediencia y no por su sabiduría.
“Oye hijo mío, el más pequeño, ten entendido que son muchos mis servidores y mensajeros a quienes puedo encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad, pero es muy necesario que tú personalmente vayas, ruegues que por tu intercesión se haga mi voluntad…y con rigor te mando que otra vez vayas a ver al Obispo y dile que yo, la Madre de Dios, te mando”

Meditación: Santísima Madre así como fue sencillo y obediente el más pequeño de tus hijos, tu instrumento; así queremos servirte fielmente, ser tan obedientes a tus mandatos para que vayamos las veces que sea necesario a insistir ante nuestros hermanos que Tú eres Madre del Dios que nos creó y que es urgente que vayamos a Ti para que nos conduzcas con Tu Divino Hijo. Te suplicamos nos ayudes a transmitir con insistencia la palabra de Cristo a los demás.

Cuarto Misterio: La Virgen María cura a Juan Bernardino como signo de que quiere salud y felicidad para su pueblo.

“Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige; no se turbe tu rostro,tu corazón; no temas a esa enfermedad ni alguna otra angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo tu salud? ¿No soy, yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa? No te aflija ni te perturbe otra cosa, no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella. Está seguro de que ya sanó".

Meditación: Señora amada confiados en tu compasiva misericordia no tendremos más aflicción ante la enfermedad o tristeza pues Tú nos das alegría desde el momento que elegiste nuestra Patria para morar en ella. Solo te pedimos la salud para los enfermos que confían en tu maternal compasión, especialmente por los niños con enfermedades graves o de mucho cuidado como los que tienen cáncer, epilepsia, por los niños cristal y por los ancianos que están abandonados de sus familiares o conocidos y nos des siempre la salud para ir alegres a acompañar en la enfermedad, en la angustia y el dolor a los que podamos servir en Tu Nombre y en nombre de Dios.

Quinto Misterio: María nos deja su imagen para recordarnos su ternura, su amor y su constante protección.
Juan Diego trajo a la Señora del Cielo las diferentes rosas que fue a cortar; las que, así como las vio, cogió con sus manos y otra vez se las echó en el regazo diciendo: “Hijo mío, el más pequeño, esta diversidad de rosas es la prueba y señal que llevarás al obispo, le dirás en mi nombre que vea en ella mi deseo y que por ello realice mi querer, mi voluntad. Tú eres mi embajador, muy digno de confianza.”

Meditación: Dulce y tierna Madre, tanta misericordia para tus hijos de estas tierras nos halaga y llena de alegría porque no tan solo viniste a darnos consuelo en nuestros dolores y penas, sino que quisiste quedarte entre nosotros para siempre, para darnos más confianza, para estar muy cerca de nosotros como toda buena Madre pendiente de sus hijos más necesitados. Gracias por tan hermoso regalo Madre amorosa que tu bella imagen nos sirva siempre para ver en ella tus deseos y obedientes cumplirlos, como fieles servidores dignos de tu confianza y así saber escuchar y ayudar a nuestros hermanos.

Guía: Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu Voluntad, en la tierra como en el Cielo.

Todos: Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, asì como también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos de todo mal. Amén.

-10 Ave María

Guía: Dios te salve María llena eres de Gracia el Señor está contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

Todos: Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte Amén.

Guía: Gloria al Padre, al Hijo y el Espíritu Santo

Todos: Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos Amén.

-Guía: María Madre de Gracia y Madre de Misericordia

-Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.

_Guía: Dulce corazón de María.

Todos: Sed la salvación del alma mía.

_Guía: Sagrado corazón de Jesús

Todos: en vos confío

-Guía: Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo

Todos: te pedimos perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

Oh Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén.

Guía: Mi corazón en amarte eternamente se ocupe

Todos: y mi lengua en alabarte Madre mía de Guadalupe.

Guía: Santa María de Guadalupe

Todo: Salva nuestra Patria y aumenta nuestra fe.

Al finalizar los cinco misterios:

Guía: Oh soberano santuario, Madre del Divino Verbo.

Todos: Libra Virgen del infierno a los que rezamos tu Santo Rosario.

Guía: Emperatriz poderosa, de los mortales consuelo.

Todos: ábrenos Virgen del Cielo, con una muerte dichosa y danos pureza de alma, Tú que eres tan poderosa.

Guía: Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra FE para que la ilumines y crezca más cada día, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu vientre, Jesús.

Todos: Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte Amén.

Guía: Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra ESPERANZA para que la alientes, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu vientre, Jesús.

Todos: Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte Amén.

Guía: Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra CARIDAD para que la inflames, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu vientre, Jesús.

Todos: Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte Amén.

Guía: Dios te salve María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original

Todos: Dios te salve Reina y Madre, Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos y gimiendo en este valle de lágrimas. ¡Ea!, pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de tu vientre, ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Letanías

Guía: Señor ten piedad de nosotros.

Todos: Señor ten piedad de nosotros.

Guía: Cristo ten piedad de nosotros.

Todos: Cristo ten piedad de nosotros.

Guía: Señor ten piedad de nosotros.

Todos: Señor ten piedad de nosotros.

Guía: Jesucristo, óyenos.

Todos: Jesucristo, óyenos.

Guía: Jesucristo, escúchanos

Todos: Jesucristo, escúchanos.

Guía: Dios Padre celestial

Todos: Ten piedad de nosotros.

Guía: Dios Hijo Redentor del mundo.

Todos: Ten piedad de nosotros.

Guía: Dios Espíritu Santo.

Todos: Ten piedad de nosotros.

Guía: Santísima Trinidad que eres un solo Dios.

Todos: Ten piedad de nosotros.

A cada invocación decir todos: ruega por nosotros

Guía:

Santa María

Santa Madre de Dios

Santa Virgen de las Vírgenes

Madre de Jesucristo

Madre de la iglesia

Madre de la Divina Gracia

Madre Purísima

Madre Castísima

Madre Virgen

Madre Inmaculada

Madre Amable

Madre Admirable

Madre del Buen Consejo

Madre del Creador

Madre del Salvador

Virgen Prudentísima

Virgen Venerable

Virgen Laudable

Virgen Poderosa

Virgen Clemente

Virgen Fiel

Espejo de Justicia

Trono de la Sabiduría

Causa de Nuestra Alegría

Templo del Espíritu Santo

Vaso Espiritual de Elección

Vaso Precioso de la Gracia

Vaso Insigne de Devoción

Rosa Mística

Torre de David

Torre de Marfil

Casa de Oro

Arca de la Alianza

Puerta del Cielo

Estrella de la Mañana

Salud de los enfermos

Reina de los Profetas

Reina de los Apóstoles

Reina de los Mártires

Refugio de los Pecadores

Consuelo de los Afligidos

Auxilio de los Cristianos

Reina de los Ángeles

Reina de los Patriarcas

Reina de los Confesores

Reina de las Vírgenes

Reina de todos los santos

Reina Concebida sin Pecado Original

Reina Elevada al Cielo

Reina del Santísimo Rosario

Reina de la Paz

Reina de Latinoamérica

Guía: Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.

Todos: Perdónanos Señor.

Guía: Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.

Todos: Escúchanos Señor.

Guía: Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.

Todos: Ten piedad y misericordia de nosotros

Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te hacemos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros, ¡Oh Virgen Gloriosa y Bendita!

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oh María, te pedimos de la fe santa el aumento, la exaltación de la iglesia, para el Papa Francisco fortaleza y mejor acierto, la Santificación de todos los sacerdotes, religiosos y misioneros; la unión de la Nación Mexicana y un gobierno justo, Que todos conozcamos a Dios, que el hereje vea sus yerros, ellos y todos los pecadores tengamos arrepentimiento verdadero. Que los cautivos cristianos sean libres del cautiverio. Que por tu infinita misericordia tengan salud los enfermos y que en el purgatorio logren las ánimas refrigerio. Y que este santo ejercicio tenga aumento tan completo en toda la cristiandad para que nos unamos al rezo del santo rosario que nos has dado con maternal dulzura uniéndonos a Ti en la gran batalla contra el enemigo para que venga el reino de Cristo Rey y que alcancemos por su medio el ir y alabar a Dios y gozar de su compañía en el cielo. Amén.

Guía: Ave María Purísima

Todos: sin pecado concebida

Ofrezcamos la Devoción de las Tres Ave Marías por las intenciones diarias del Papa, de Nuestro obispo (nombre), de los sacerdotes de nuestra Diócesis y los de nuestra parroquia.

"María Madre mía, líbranos de caer en pecado mortal.

1. Por el poder que te concedió el Padre Eterno haciéndote la más poderosa en el cielo y en la tierra, así también asístenos en la tierra para fortificarnos y apartar de nosotros toda potestad enemiga. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
2. Por la sabiduría que te concedió el Hijo asístenos para llenar nuestra alma de las luces de la fe y de la verdadera sabiduría, para que no la oscurezcan las tinieblas del error y la ignorancia. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
3. Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo haciéndote tan amable que después de Dios eres la más dulce y misericordiosa, asístenos en la muerte y en la vida llenando nuestra alma de tal suavidad de amor divino, que toda pena y amargura se cambie para en delicias”. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén!"

Consagración al Inmaculado Corazón de María

“Hijos míos: consagraos totalmente a mí. Yo tomaré vuestras vidas en mis manos maternas y os enseñaré la paz y el amor, y entonces las entregaré a Mi Hijo.” María

Consagrémonos a su Inmaculado Corazón:

Con el corazón desbordante de alegría porque en el momento más doloroso de tu vida cuando perdías a Tu Hijo amado al pie de la Cruz por nuestros pecados, nuevamente dijiste Sí y aceptaste ahora la solicitud de Tu Hijo de tomarnos como Hijos Tuyos; me consagro servicial y amorosamente a tu Inmaculado Corazón, porque quiero así hacerlo por libre voluntad, porque creo en Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y porque creo en Ti que eres Madre de Dios Hijo y Madre Nuestra, por amor de Jesús a nosotros que nos ama como hermanos. Me consagro con corazón sincero y te entrego mi voluntad para que guíes mis pasos y mis acciones, para que seas dueña absoluta de todo mi ser y hagas de mí lo que sea necesario para Gloria de Dios. Te consagro mi vida entera, a mi familia y a toda mi descendencia para que dispongas de ella a tu servicio. Te consagro a mi Patria y al mundo entero y te pido que ofrezcas a Tu Hijo todas mis oraciones, sacrificios y ayunos por la conversión de los pecadores que tanto ofenden a Tu Inmaculado Corazón y que siguen flagelando y crucificando a Cristo nuestro Redentor. Yo prometo ser siempre fiel a tus deseos y solo te pido fortaleza para no caer ante las dificultades y ayudarte en la batalla contra el maligno y todos sus agentes por medio del santo Rosario. Amén

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Mensaje de la Virgen María el 13 de mayo de 1990: –“La humanidad no ha acogido mi invitación maternal de volver al Señor por el camino de la conversión del corazón y de la vida, de la oración y de la penitencia…–Satanás ha sido el dominador indiscutible en los acontecimientos de este vuestro siglo, llevando a la humanidad entera al rechazo de Dios y de su Ley de Amor, difundiendo en todas partes la división y el odio, la inmoralidad y la maldad y haciendo legitimar en todas partes el divorcio, el aborto, la obscenidad y la homosexualidad, y el uso de todos los medios para impedir la vida.” La humanidad vivirá el momento de su gran castigo, será de este modo preparada para recibir al Señor Jesús, que volverá a vosotros en gloria.-… hoy, Yo desciendo todavía del cielo… para disponeros a vivir los acontecimientos que ya están a punto de cumplirse, para llevaros de la mano a recorrer el trecho más difícil y doloroso de este segundo adviento y para preparar las mentes y los corazones de todos a recibir a Jesús en el próximo momento de su retorno glorioso.”

RECORDEMOS que Jesús vino a salvarnos y ahora viene a gobernarnos, somos nosotros quienes hemos de hacer sacrificios para nuestra salvación. HAGAMOS EL ROSARIO tal como nos lo pide nuestra Madre y su hijo. “Hagan primerio el rosario de mi Santa Madre (mariano) e inmediatamente después el de mi preciosa sangre.

El himno que los mexicanos ofrecemos a nuestra Madre de los Cielos y Tierra. Madre del Dios Verdadero por quien vivimos.

 

 

 

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