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viernes, 2 de enero de 2015

Receta para 2015: escuchar al Señor.

¿Cómo tener éxito durante este año?

Las recetas para iniciar el año son muchas, pero no efectivas, la mejor receta y la única que es importante y debemos tomar en cuenta es aquella receta que Jesús dio a Marta, hermana de Lázaro cuándo ésta se quejaba con Él de que su hermana  María no le ayudaba en los quehaceres de la casa y solo se sentaba a escucharlo:

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Ella atendía al Señor cuando visitaba su casa, dejaba de hacer otras cosas para con gran amor escuchar toda Palabra de Jesús. Eso nos recuerda que la única preocupación es buscar nuestra salvación: escuchar la voz  de Dios a través de su Santa Palabra y ponerla en práctica. Curarnos de la enfermedad del Martalismo y de muchas otras que nos apartan de Él. Alejarnos de todas esas cosas mundanas que nos conducen a un abismo de pecados.

Déjate moldear por el mejor alfarero (Jer. 8), que Él haga de ti un hombre nuevo.

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Perfecciona tu Espíritu y tu carácter a la Luz de Cristo que te ama.

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Para ser BENDECIDOS POR EL SEÑOR para este 2015 hay que despojarse de todo aquello que no nos deja brillar a la Luz de Dios, dejar de ser campanas que solo retiñen 1Cor 13,1 sino:

  • AMANDO A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS Y AMANDO AL PRÓJIMO COMO A NOSOTROS MISMOS: leyendo la Palabra de Dios en familia, para poder conocerlo mejor, aprender a amarlo; reflexionar y corregir y enderezar nuestro camino para ir a su reino transmitiendo la fe a los hijos.
  • Viviendo según las enseñanzas de Cristo. Coherente con el Evangelio Tener una vida de fe llena de obras (Sant 2,20). cumplir la Voluntad del Padre (Mt 7,21). Practicar las enseñanzas morales contenidas en la Biblia (los diez Mandamientos, el Sermón de la montaña (Mt. Caps.5, 6 y 7) –corazón del evangelio-donde Jesús nos invita a ser perfectos como el Padre y las 14 obras de misericordia contenidas en el Catecismo que ilustran ampliamente cuál es el modo de vivir según el Evangelio). Cumplir los Sacramentos. Ser buen fruto (Mt 7, 16). Vivir en el amor y la caridad. Padres dando buen ejemplo a los hijos siendo uno solo (Mateo 19:6), compartidos (1 Corintios 7:4), fieles (1 Corintios 7:2), amándose profundamente, dándose el uno al otro como Cristo se dio por la Iglesia (Ef 5,21-33), soportándose mutuamente por amor con mucha humildad, mansedumbre y paciencia (Ef. 4, 2) manteniendo la paz (Ef. 4, 3); viviendo en la verdad y en el amor, creciendo plenamente, unidos a Cristo (Ef. 4,15); perdonando hasta 70 veces 7 (Mt 18,22), confiando en la Providencia más que en el dinero, desprendiéndose de lo material (Mt 6,24-34), ayudando al peregrino, al hambriento, al sediento, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (Mt 25,33-40); incluso hasta dar la vida por los otros (1Jn 3,16). Padres, no irriten a sus hijos; al contrario, edúquenlos, corrigiéndolos y aconsejándolos, según el espíritu del Señor. (Ef. 6,4) y la Ley de Dios para que siga el camino trazado por Él y nunca se aparte del camino. Corrijan a los jóvenes necios (Prov 22, 6 y 15; ecl 30.1) Los hijos, obedezcan a sus padres (Ef.6,1), no se salgan de los límites que les enseñaron sus padres, según la ley de Dios, continúenlos siempre. (Prov. 22,28). Sirvientes o empleados obedeciendo a sus patrones con temor y respeto, de corazón y buena gana, patrones, comportándose de la misma manera con sus servidores, sin amenazas,( Ef 6,5-8)
  • La oración y el ayuno en familia: pedir al Padre como lo enseñó Jesús (Mt 6,5-15) Dar gracias a Dios cada amanecer, ofrecer el día y rezar un Padre Nuestro, el Magníficat, Dulce Madre y ponerse la armadura de Dios (Efesios 6). Agradecer los alimentos a la hora de comer. Rezar el Rosario, al anochecer dar gracias por el día, pedir perdón por los pecados cometidos, pedir la ayuda del Señor, rezar el salmo 91. Hacer otras oraciones como Soneto al Crucificado, Alma de Cristo Oración Simple (hazme un instrumento de paz) Toda oración hecha de corazón es escuchada en el cielo y todo lo que en ella pedimos se nos da, aún antes de ser pedida y más aún si la acompañamos con el ayuno (Mt 6, 16-18)

PROPÓSITOS QUE SE DISPONE CUMPLIR UN VERDADERO CRISTIANO.

1. Imitar a Dios, practicando el amor, viviendo como hijo de la luz en bondad, justicia y verdad, compasivo; discerniendo lo que agrada al Señor, cuidando mucho mi conducta y procediendo con sensatez, tratando de saber cuál es la voluntad del Señor. (Ef 5: 1,2,9,10,15,17)

2. Reunirme con otros para recitar salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y celebrando al Señor de todo corazón y dando siempre gracias a Dios. (Ef 5,19-20)

3. Iniciar el año revestido de hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera santidad.

4. Renunciar a la mentira y hablar siempre con la verdad, con palabras buenas, siendo mutuamente buenos y compasivo. (Ef 4. 24-25,29) Ser puros del corazón y hablar con gracia, con palabra dulce y correcta. (Prov. 22,10)

5. Perdonar como Dios me ha perdonado en Cristo. (Ef 4,32)

6. Revestirme con la armadura de Dios, para resistir los ataques del demonio. (Ef. 6,11-19).

7. Trabajar para alcanzar la perfección a la que Jesús invitó en el Sermón de la Montaña, animándome y animando a otros, viviendo en armonía y en paz. (1 Cor 13,11; Mt. 5; 6 y 7)

8. Perdonar a los otros como Dios me ha perdonado en Cristo. (Ef 4, 31)

9. Llenarme del Espíritu Santo, no abusar del vino para no caer en el libertinaje, ni ser necio ni irresponsable. (Ef. 5.15-18)

10. Escuchar y Creer en Dios y no apartarme de Él. Abrirle mi corazón y no endurecerlo, conocer sus caminos, obedecer sus mandatos, no pecar; sino llenarme de fe. (Heb. 3,7-10, 12-13,18-19)

11. Aceptar la corrección que nos hace el Señor a través de su Palabra. Dejar de pecar, enderezar el camino; tomar la cruz con amor y seguir a Jesús. Estar en paz, ser santos y cuidarme para mantenerse santo. No ser inmoral, respetar lo que Dios me manda y cumplirlo. Obedecer los mandatos de Dios, sirviéndolo con amor y verdad. (Heb 12,12-16 y 28)

12. Practicar el amor fraterno: ser hospitalario, acordarme de los presos y los que sufren; respetar el matrimonio y no cometer adulterio, no ir tras el dinero, conformarse con lo que Dios me da. Imitar la fe de los santos. No dejarme engañar por las novedades y doctrinas extrañas a la fe, no se alimentarme de otras creencias, especialmente de costumbres paganas. Salir al encuentro con Jesús cargando la cruz buscando su reino. Celebrar su nombre participando de la Santa Misa Compartir lo que se tengo y hacer el bien a los demás, como sacrificio agradable al Señor. Obedecer sumisos a los pastores para que rindan buena cuenta de mi alma (Heb 13,1-6, 9.13-17)

13. Anunciar tu nombre: Poniendo más atención al mensaje de Dios. Anunciar a Jesús a los hermanos. Mantener la confianza en Dios. Aprender a sufrir para poder ayudar a los que sufren. (Heb 2,1,12,-13 y 18)

14. Ser amable: cumpliendo las enseñanzas de Dios, sus mandamientos y apartarme del mal. (Prov. 15.1 y 7)

15. Mantener fe y la lealtad a Dios. Poniendo toda la confianza en Dios y no en la inteligencia, pues de Él viene la ayuda. Ofrecerle parte de lo que gano. (Prov. 15,3, 6 y 8)

16. Ser humilde cuando Dios reprende, buscar la sabiduría, ser prudente, reflexionar antes de actuar y ayudar siempre al necesitado (Prov. 15,9,12.13.27) dando con alegría del corazón (2 Cor 9,7)

17. No tramar el mal contra el prójimo. Discutir solo con aquel que ha hecho un mal para que se haga justicia sin ser violento. (Prov. 15 ,29-31).

18. Ser recto, justo, humilde y sabio (Prov. 15 ,32-35). Se sabio, pon atención a lo que dicen las Sagradas escrituras, escucha el mensaje que Dios te da y, consérvalas en tu corazón para que las practiques y de tu labio solo salga palabras agradables al Señor. (Prov. 22, 17-18)

19. Cuidar del buen nombre, ser precavido y alejarse del mal, temer al Señor. Cuidarme a mí mismo apartándose del mal camino. (Prov. 22. 1, 3-5)

20. Ser generoso compartiendo el pan con el que no tiene. (Prov. 22,9)

21. Reconciliarme con Dios. (2. Cor. 5. 20) confesándome, cumpliendo mi penitencia y no volviendo a pecar.

22. Vivir en libertad, sirviendo con amor a los otros. (Gal. 5,13) animados por el Espíritu, dejándonos conducir por él; dando buen fruto con amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y templanza; sin vanagloriarse sin provocaciones ni envidias. (Gal. 5, 22-26)

23. Corregir con dulzura al que cometa alguna falta a Dios y hacer siempre el bien. (Gal. 6, 1 y 9)

24. Ayudar a los padres con compasión en su vejez y no causarles tristezas. (Ecl. 3:12-14).

25. Ser paciente y fiel al Señor, teme al Señor, abandónate en su confianza. (Eclo 2, 3-7 y 18) Ser fiel al trabajo. (Eclo 11,20)

26. Tener presente todas las advertencias contenidas en el Eclesiástico, el Eclesiastés y Proverbios.

27. No robar ni atropellar a nadie. (Prov. 22, 22)

28. No ser injusto, no engañarme ni ser impuro, ni idólatra, ni adúltero, ni afeminado, ni homosexual, ni ladrón, ni avaro, ni borracho, ni ultrajador, ni explotador (1 Corintios 6:9-10).

29. Evitar entristecer al Espíritu Santo de Dios, con amargura, arrebatos, ira, gritos, insultos y toda clase de maldad. (Ef 4. 30) Ni irritarme o enfadarme, ni caer en la ira. (Prov. 22, 24)

30. Evitar obscenidades, malas conversaciones y bromas groseras y dar gracias a Dios. No dejarse engañar ni ser cómplices de quienes lo hagan ni participar en malas obras (Ef. 5. 4, 6; 7 y 11)

31. Evitar obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. (Gal. 19-21)

32. Evitar las costumbres y fiestas mundanas como la “cena de navidad” y la “cena de año nuevo” donde reinan la comilona, la borrachera, el libertinaje; la partida de rosca que te invita a seguir la comilona y te distrae de la verdadera práctica religiosa de vivir el tiempo de adviento con la Corona de adviento durante cuatro domingos anteriores a la Navidad. Evitando salir con maletas a media noche por la calle, usar ropas de tal o cual color como amuletos-rojo para el amor, amarillo para el dinero-y otras prácticas similares.

33. Vivir la navidad con su verdadero sentido: dejando a Dios nacer en el corazón para mantenerlo vivo durante todo el año que inicia y participando en las posadas, cantando glorias al Señor, alabándolo y compartiendo santamente los alimentos según las posibilidades.

34. Vivir la cuaresma santamente siguiendo las indicaciones de la Santa Iglesia.

35. Valorar la pasión del Señor manteniendo presente siempre que Él murió por salvarme para no ofenderlo ni crucificarlo con mis pecados.

36. Cumplir los deseos de la Virgen María y de Jesús practicando los mensajes que nos ha enviado a través de los videntes.

Para RECIBIR LA BENDICIÓN DE DIOS son necesarias dos grandes condiciones:

1. AMAR A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS.

2. AMAR A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.

2015

San Francisco de Sales decía: 

“El infierno está lleno de buenas voluntades y deseos.” 

Que tus propósitos sean hechos reales y no solo deseos o voluntades que te lleven al infierno.

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