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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Propósitos para 2015 a la Luz de Cristo

Fuente: Sagradas Escrituras.

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PROPÓSITOS QUE SE DISPONE CUMPLIR UN VERDADERO CATÓLICO.

1. Imitar a Dios, practicando el amor, viviendo como hijo de la luz en bondad, justicia y verdad, compasivo; discerniendo lo que agrada al Señor, cuidando mucho mi conducta y procediendo con sensatez, tratando de saber cuál es la voluntad del Señor. (Ef 5: 1,2,9,10,15,17)

2. Reunirme con otros para recitar salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y celebrando al Señor de todo corazón y dando siempre gracias a Dios. (Ef 5,19-20)

3. Iniciar el año revestido de hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera santidad.

4. Renunciar a la mentira y hablar siempre con la verdad, con palabras buenas, siendo mutuamente buenos y compasivo. (Ef 4. 24-25,29) Ser puros del corazón y hablar con gracia, con palabra dulce y correcta. (Prov. 22,10)

5. Perdonar como Dios me ha perdonado en Cristo. (Ef 4,32)

6. Revestirme con la armadura de Dios, para resistir los ataques del demonio. (Ef. 6,11-19).

7. Trabajar para alcanzar la perfección a la que Jesús invitó en el Sermón de la Montaña, animándome y animando a otros, viviendo en armonía y en paz. (1 Cor 13,11; Mt. 5; 6 y 7)

8. Llenarme del Espíritu Santo, no abusar del vino para no caer en el libertinaje, ni ser necio ni irresponsable. (Ef. 5.15-18)

9. Escuchar y Creer en Dios y no apartarme de Él. Abrirle mi corazón y no endurecerlo, conocer sus caminos, obedecer sus mandatos, no pecar; sino llenarme de fe. (Heb. 3,7-10, 12-13,18-19)

10. Aceptar la corrección que nos hace el Señor a través de su Palabra. Dejar de pecar, enderezar el camino; tomar la cruz con amor y seguir a Jesús. Estar en paz, ser santos y cuidarme para mantenerse santo. No ser inmoral, respetar lo que Dios me manda y cumplirlo. Obedecer los mandatos de Dios, sirviéndolo con amor y verdad. (Heb 12,12-16 y 28)

11. Practicar el amor fraterno: ser hospitalario, acordarme de los presos y los que sufren; respetar el matrimonio y no cometer adulterio, no ir tras el dinero, conformarse con lo que Dios me da. Imitar la fe de los santos. No dejarme engañar por las novedades y doctrinas extrañas a la fe, no se alimentarme de otras creencias, especialmente de costumbres paganas. Salir al encuentro con Jesús cargando la cruz buscando su reino. Celebrar su nombre participando de la Santa Misa Compartir lo que se tengo y hacer el bien a los demás, como sacrificio agradable al Señor. Obedecer sumisos a los pastores para que rindan buena cuenta de mi alma (Heb 13,1-6, 9.13-17)

12. Anunciar su nombre: Poniendo más atención al mensaje de Dios. Anunciar a Jesús a los hermanos. Mantener la confianza en Dios. Aprender a sufrir para poder ayudar a los que sufren. (Heb 2,1,12,-13 y 18)

13. Ser amable: cumpliendo las enseñanzas de Dios, sus mandamientos y apartarme del mal. (Prov. 15.1 y 7)

14. Mantener fe y la lealtad a Dios. Poniendo toda la confianza en Dios y no en la inteligencia, pues de Él viene la ayuda. Ofrecerle parte de lo que gano. (Prov. 15,3, 6 y 8)

15. Ser humilde cuando Dios reprende, buscar la sabiduría, ser prudente, reflexionar antes de actuar y ayudar siempre al necesitado (Prov. 15,9,12.13.27) dando con alegría del corazón (2 Cor 9,7)

16. No tramar el mal contra el prójimo. Discutir solo con aquel que ha hecho un mal para que se haga justicia sin ser violento. (Prov. 15 ,29-31).

17. Ser recto, justo, humilde y sabio (Prov. 15 ,32-35). Se sabio, pon atención a lo que dicen las Sagradas escrituras, escucha el mensaje que Dios te da y, consérvalas en tu corazón para que las practiques y de tu labio solo salga palabras agradables al Señor. (Prov. 22, 17-18)

18. Cuidar del buen nombre, ser precavido y alejarse del mal, temer al Señor. Cuidarme a mí mismo apartándose del mal camino. (Prov. 22. 1, 3-5)

19. Ser generoso compartiendo el pan con el que no tiene. (Prov. 22,9)

20. Reconciliarme con Dios. (2. Cor. 5. 20) confesándome, cumpliendo mi penitencia y no volviendo a pecar.

21. Vivir en libertad, sirviendo con amor a los otros. (Gal. 5,13) animados por el Espíritu, dejándonos conducir por él; dando buen fruto con amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y templanza; sin vanagloriarse sin provocaciones ni envidias. (Gal. 5, 22-26)

22. Corregir con dulzura al que cometa alguna falta a Dios y hacer siempre el bien. (Gal. 6, 1 y 9)

23. Ayudar a los padres con compasión en su vejez y no causarles tristezas. (Ecl. 3:12-14).

24. Ser paciente y fiel al Señor, teme al Señor, abandónate en su confianza. (Eclo 2, 3-7 y 18) Ser fiel al trabajo. (Eclo 11,20)

25. Tener presente todas las advertencias contenidas en el Sermón de la Montaña, Eclesiástico, el Eclesiastés y Proverbios; además de las enseñanzas contenidas en los Evangelios.

26. No robar ni atropellar a nadie. (Prov. 22, 22)

27. No ser injusto, no engañarme ni ser impuro, ni idólatra, ni adúltero, ni afeminado, ni homosexual, ni ladrón, ni avaro, ni borracho, ni ultrajador, ni explotador (1 Corintios 6:9-10).

28. Evitar entristecer al Espíritu Santo de Dios, con amargura, arrebatos, ira, gritos, insultos y toda clase de maldad. (Ef 4. 30) Ni irritarme o enfadarme, ni caer en la ira. (Prov. 22, 24)

29. Evitar obscenidades, malas conversaciones y bromas groseras y dar gracias a Dios. No dejarse engañar ni ser cómplices de quienes lo hagan ni participar en malas obras (Ef. 5. 4, 6; 7 y 11)

30. Evitar obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. (Gal. 19-21)

31. Evitar las costumbres y fiestas paganas como la “cena de navidad” y la “cena de año nuevo” donde reinan la comilona, la borrachera, el libertinaje; la partida de rosca que te invita a seguir la comilona y te distrae de la verdadera práctica religiosa de vivir el tiempo de adviento con la Corona de adviento durante cuatro domingos anteriores a la Navidad. Evitando salir con maletas a media noche por la calle, usar ropas de tal o cual color como amuletos-rojo para el amor, amarillo para el dinero-y otras prácticas similares.

32. Vivir la navidad con su verdadero sentido: dejando a Dios nacer en el corazón para mantenerlo vivo durante todo el año que inicia y participando en las posadas, cantando glorias al Señor, alabándolo y compartiendo santamente los alimentos según las posibilidades.

33. Vivir la cuaresma santamente siguiendo las indicaciones de la Santa Iglesia.

34. Valorar la pasión del Señor manteniendo presente siempre que Él murió por salvarme para no ofenderlo ni crucificarlo con mis pecados.

35. Cumplir los deseos de la Virgen María y de Jesús practicando los mensajes que nos ha enviado a través de los videntes.

Quien alcance cumplir estos propósitos obtendrá santidad que le abrirá las puertas del Cielo y ser habitante del Reino de Dios. A tomar la cruz con amor y caminar los senderos que nos pone el Señor.

En el tiempo de los jueces, cuando se moría un juez la gente se olvidaba de pedirle a Dios les enviara otro; en ese tiempo sin un dirigente de Dios la gente vivía sin Él en la calamidad y la desgracia hasta que se acordaban que viviendo guiados por Dios gozaban de paz y abundancia clamaban al Altísimo pidiéndole otro juez y Dios en su infinita misericordia les daba otro juez. Hoy estamos peor, vivimos una vida de inseguridad donde la paz es un anhelo, hay descarada corrupción, injusticias, altísimos grados de violencia, muertes en todos los sentidos…pero aun así no nos doblamos ante el Señor a orar, corregir nuestras vidas y trabajar por nuestra salvación. Recuerda: El infierno está lleno de buenas voluntades y deseos.” (Francisco de Sales) Que tus propósitos sean hechos reales y no solo deseos o voluntades que te lleven al infierno.

Para RECIBIR LA BENDICIÓN DE DIOS son necesarias dos grandes condiciones:

1. AMAR A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS.

2. AMAR A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.

¿Cómo tener éxito durante este año?

2015

Para ser BENDECIDOS POR EL SEÑOR para este 2015 hay que despojarse de todo aquello que no nos deja brillar a la Luz de Dios, dejar de ser campanas que solo retiñen 1Cor 13,1 sino:

  • AMAR A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS Y AMANDO AL PRÓJIMO COMO A NOSOTROS MISMOS: leyendo la Palabra de Dios en familia, para poder conocerlo mejor, aprender a amarlo; reflexionar y corregir y enderezar nuestro camino para ir a su reino transmitiendo la fe a los hijos.
  • Vivir según las enseñanzas de Cristo. Coherente con el Evangelio Tener una vida de fe llena de obras (Sant 2,20). cumplir la Voluntad del Padre (Mt 7,21). Practicar las enseñanzas morales contenidas en la Biblia (los diez Mandamientos, el Sermón de la montaña (Mt. Caps.5, 6 y 7) –corazón del evangelio-donde Jesús nos invita a ser perfectos como el Padre y las 14 obras de misericordia contenidas en el Catecismo que ilustran ampliamente cuál es el modo de vivir según el Evangelio). Cumplir los Sacramentos. Ser buen fruto (Mt 7, 16). Vivir en el amor y la caridad. Padres dando buen ejemplo a los hijos siendo un solo (Mateo 19:6), siendo compartidos (1 Corintios 7:4), fieles (1 Corintios 7:2), amándose profundamente, dándose el uno al otro como Cristo se dio por la Iglesia (Ef 5,21-33), soportándose mutuamente por amor con mucha humildad, mansedumbre y paciencia (Ef. 4, 2) manteniendo la paz (Ef. 4, 3); viviendo en la verdad y en el amor, creciendo plenamente, unidos a Cristo (Ef. 4,15); perdonando hasta 70 veces 7 (Mt 18,22), confiando en la Providencia más que en el dinero, desprendiéndose de lo material (Mt 6,24-34), ayudar al peregrino, al hambriento, al sediento, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (Mt 25,33-40); incluso hasta dar la vida por los otros (1Jn 3,16). Padres, no irriten a sus hijos; al contrario, edúquenlos, corrigiéndolos y aconsejándolos, según el espíritu del Señor. (Ef. 6,4) y la Ley de Dios para que siga el camino trazado por Él y nunca se aparte del camino. Corrijan a los jóvenes necios (Prov 22, 6 y 15; ecl 30.1) Los hijos, obedezcan a sus padres (Ef.6,1), no se salgan de los límites que les enseñaron sus padres, según la ley de Dios, continúenlos siempre. (Prov. 22,28). Sirvientes o empleados obedeciendo a sus patrones con temor y respeto, de corazón y buena gana, patrones, comportándose de la misma manera con sus servidores, sin amenazas,( Ef 6,5-8)
  • La oración y el ayuno en familia: pedir al Padre como lo enseñó Jesús (Mt 6,5-15) Dar gracias a Dios cada amanecer, ofrecer el día y rezar un Padre Nuestro, el Magníficat, Dulce Madre y ponerse la armadura de Dios (Efesios 6). Agradecer los alimentos a la hora de comer. Rezar el Rosario, al anochecer dar gracias por el día, pedir perdón por los pecados cometidos, pedir la ayuda del Señor, rezar el salmo 91. Hacer otras oraciones como Soneto al Crucificado, Alma de Cristo Oración Simple (hazme un instrumento de paz) Toda oración hecha de corazón es escuchada en el cielo y todo lo que en ella pedimos se nos da, aún antes de ser pedida y más aún si la acompañamos con el ayuno (Mt 6, 16-18)

martes, 30 de diciembre de 2014

Evitemos enfermedades que debilitan nuestro servicio a Cristo.

 

En su mensaje dirigido a la Curia Romana, el Papa Francisco nos invita a todo servidor de Cristo a evitar cualquier enfermedad que debilite nuestro servicio a Dios. Refiriéndose a la Curia Romana como en un pequeño modelo de la Iglesia, asimismo estamos invitados todos a formar una Iglesia que sea un cuerpo sano, armonioso y unido entre sí y con Cristo. Para que diario nos esforcemos por mejorar y crecer en comunión, santidad y sabiduría que nos permitan realizar plenamente la misión que Dios ha encomendado a cada uno de nosotros, como fieles y servidores.

El Pontífice mencionó 15 “enfermedades y tentaciones que debilitan nuestro servicio al Señor” Hagamos un examen de conciencia y evitemos estas enfermedades.

ENFERMEDAD

COMO EVITARLA

Sentirse ‘inmortal’, ‘inmune’ o incluso ‘indispensable’

Autocriticarnos, actualizarnos y trabajar para servir a todos.

‘Martalismo’

Hacer tu trabajo, descansar haciendo la mejor parte: leyendo y reflexionando la Palabra de Dios diario en familia, especialmente en vacaciones, recargarse espiritualmente. Escuchar a Dios, guardar su Palabra en el corazón y practicarla.

Endurecimiento mental y espiritual

Mantener la serenidad interior, la vivacidad y audacia, ser sensibles hombres de Dios para consolar entender los sufrimientos ajenos y acompañarlos.

Planificación excesiva y el funcionalismo

Planear las cosas sin excesos y pedir a Dios que mueva nuestros pasos y conduzca en el camino.

Mala coordinación

Trabajar en equipo, bien coordinados.

Alzheimer espiritual

Recordar la Historia de la salvación, crecer espiritualmente caminando al encuentro del Señor.

Rivalidad y la vanagloria

Servir con humildad, sacrificio, caridad, capacidad y obediencia total a los superiores y a la iglesia, abrazando la cruz diariamente.

Esquizofrenia existencial

Ser honestos y únicos, viviendo el evangelio que predicamos.

Habladurías,

Hablar a solas y directamente con la persona a la que queremos decirle algo sin lastimarla ni difamarla. Evitar las murmuraciones.

Divinizar a los jefes

Jesús es el único Dios del que debemos implorar su misericordia por lo tanto solo respetemos el cargo de un jefe sin divinizarlo.

Indiferencia hacia los demás

Pensar en los demás y poner al servicio de los otros aquello que sabemos y compartámoslo. Levantar al caído y animarlo.

Cara de funeral

Ser cortés, cálido y alegre con los hermanos

acumulación:

Llenar espiritualmente el corazón y evitar la acumulación de bienes materiales.

Círculos cerrados

Unirse a un grupo que mantiene buena comunicación y coordinación con otros grupos para servir unidos fuertemente a la Iglesia que es el cuerpo de Cristo.

Ganancia mundana, del lucimiento

Servir con humildad sin esperar nada a cambio de nadie. No lucirse ante los demás y evitar desacreditar, calumniar o difamar a otros.

El Papa nos dice que todos estamos propensos a estas enfermedades y tentaciones y solo el Espíritu Santo puede sanarnos, darnos fortaleza para purificarnos y convertirnos. Para curarnos debemos aceptar que tenemos la enfermedad y decidir “personal y comunitariamente curarse. Invitó a vivir en el amor, y a crecer espiritualmente, formando un cuerpo unido a la cabeza de Cristo.

Este diagnóstico del Papa nos lleve a reconocernos grandes pecadores y busquemos la cura implorando la misericordia de Dios para que nos envíe al Espíritu Purificador y Santificador. Pero sobre todo caminemos santos hacia el encuentro con Jesús que está llamando a nuestra puerta y no la abrimos para recibirlo.

Texto original en https://www.aciprensa.com/noticias/estas-son-las-15-enfermedades-de-la-curia-vaticana-diagnosticadas-por-el-papa-francisco-64748/

LA SAGRADA FAMILIA

(DOMINGO SIGUIENTE AL DÍA DE NAVIDAD, 28 DE DICIEMBRE 2014)

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Esta fiesta nos presenta como modelo de familia cristiana a la familia de Jesús. Lc 2, 22-23 la Iglesia nos invita a fijarnos en la familia, que es la primera escuela del amor y la unidad. Esta familia tuvo sus momentos de sufrimiento y dolor, pero unidos pudieron soportar las pruebas y cumplieron siempre la voluntad de Dios.

Jesús trabajaba y ayudaba a su familia con generosidad; obedecía fielmente a sus padres, confiaba en ellos y los quería.

María se dedicaba a cuidar a las labores del hogar y educaba a su hijo según las Sagradas escrituras.

José trabajaba duramente con gran esfuerzo para conseguir le sustento de la familia.

LA FAMILIA CRISTIANA, ESCUELA DE VIRTUDES.

La Sagrada Palabra describe como debe ser una familia cristiana:

  • Honrar a los padres (mandamiento 4): En Sirácides 3, 3-7 y 14-17 nos dice que: “El que teme al Señor honra a sus padres” Los hijos tienen el deber de honrar a sus padres: con actos de pureza, honradez y rectitud. (mandamientos del 5º al 10º)
  • Vivir la vida de familia en el Señor para amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo: Practicar con los demás las virtudes de la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión, el amor y la paz de Cristo en nuestras familias (Col. 3 12-21)
  • Presentar y consagrar los hijos al Señor (Lc 2, 22-23), Por amor a Dios (mandamiento 1) santificar las fiestas de nuestra Iglesia (3º mandamiento), para que éstos puedan ir creciendo bajo la gracia de Dios. Y los padres eduquen a sus hijos en la fe, cumplan sus sacramentos –Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal, y Matrimonio.-
  • Ser testigos fieles de Dios. (8º y 2º mandamiento) con nuestras obras.

La familia debe ser una escuela de virtudes. Es el lugar donde crecen los hijos, donde se forman los cimientos de su personalidad para el resto de su vida y donde se aprende a amar a Dios y ser un buen cristiano; moldeando la personalidad, inteligencia y voluntad del niño según la voluntad de Dios. Así como Jesús creció en sabiduría y gracia ante Dios y los hombres, en nuestras familias debe suceder lo mismo. Los niños deben aprender a ser amables y respetuosos con todos, ser estudiosos, trabajadores, obedecer a sus padres, confiar en ellos, ayudarlos, quererlos y orar en familia.
Cuando las familias imitan las virtudes y santidad de la Sagrada Familia se santifican convirtiéndose en dignas de entrar a la Casa de Dios: que habiendo cumplido los mandamientos y leyes del Creador se han ganado la salvación.

Preséntale a Dios tu familia unida y santa.

La familia cristiana debe asumir gozosa y testimonialmente los deberes y derechos de esa vocación y carisma. Imitar las virtudes de María, José y Jesús. Las familias separadas o que enfrentan situaciones de conflicto busquen la sanación y la reconciliación entre ellos, con sus hijos y en Dios para que sus hijos sean sanos mentalmente evitando que entre el odio, la violencia y la perdición en sus vidas.

Oración
“Oremos hoy por todas las familias del mundo para que logren responder a su vocación tal y como respondió la Sagrada Familia de Nazaret. Oremos especialmente por las familias que sufren, pasan por muchas dificultades o se ven amenazadas en su indisolubilidad y en el gran servicio al amor y a la vida para el que Dios las eligió”

(Juan Pablo II)

♫ Todo podría ser mejor si en fervor y en armonía las madres fueran como María y los Padres San José y sus hijos imitasen a Jesús de Nazaret.♫

La paz se extenderá en el mundo, cuando las familias eduquen con la Palabra de Dios, basándose en las enseñanzas de los libros de Eclesiastés, Proverbios, Sabiduría; donde encontramos explícitamente cómo ser, cómo actuar y nos dan una serie de advertencias sabias; y en base a la enseñanza que María y José dieron a Jesús y que podemos conocer al leer los Evangelios de Lucas, Mateo, Marcos y Juan que nos muestran cómo fue educado Jesús y cómo se comportaba en todos los momentos de su vida desde su nacimiento hasta su muerte y en donde resaltan sus virtudes: amor, mansedumbre, obediencia, sencillez, humildad, trabajo, honestidad, bondad, generosidad, confianza en Dios Padre. Todos los males de hoy son producto de la educación que las familias dan a sus hijos.

Las conductas de los hijos son responsabilidad de los Padres, la seguridad y el bienestar son responsabilidad de las familias de cada lugar y la PAZ es producto de aquello que hemos logrado todas las familias del mundo. Lo que los padres hacen frente a los hijos es imitado por éstos, así que cuando en nuestros hijos nos resultan conductas desagradables a los ojos de Dios no te preguntes en dónde lo aprendió ni quien se lo enseñó, ustedes padres lo enseñaron o lo permitieron. Ahora ocúpate de educarlo como Dios te lo exige: corrígelo con firmeza y con amor (Eclesiastés 30).

Cuida tu familia porque de ella entregarás cuentas al Señor.

Oración por las familias

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 235)
Dios Padre de todos, que te defines como Amor
Y que quisiste que tu hijo, Cristo Jesús, creciera al calor
Del amor familiar al lado de María su madre y de san José,
Bendice con tu espíritu a nuestras familias cristianas,
Que en medio de cansancios y esperanzas, dudas y alegrías,
Gozos y temores, ilusiones y desencantos, caminan hacia ti.

Haz, Señor, que crezca siempre más y más el amor mutuo
De los esposos y de los padres e hijos entre sí.
Consolida la unión de quienes llamaste al matrimonio
Y la familia, y haz que nuestros hogares reflejen fielmente
Las virtudes domésticas de la Familia de Nazaret.
Amén.

El Santo Padre llamó los trabajadores de la Santa Sede a cuidar de la vida familiar y espiritual, así como evitar que la Navidad se convierte en una fiesta de consumo; a reflexionar sobre el discurso que dirigió a la Curia Vaticana; hacer ''un examen de conciencia” para cumplir el sacramento de la Confesión ''con ánimo dócil para recibir la misericordia del Señor que llama a la puerta de nuestro corazón, en la alegría de la familia”. Un llamado que hace al mismo tiempo a toda familia cristiana.

Francisco explicó que “cuidar” implica “manifestar interés diligente y preciso que compromete tanto a nuestra alma como a nuestra actividad, hacia alguien o algo; significa mirar con atención a cualquiera que necesite cuidado sin pensar en nada más; significa aceptar el dar o el recibir cuidados”.

Invitó “a cuidar la vida espiritual, la relación con Dios, cuidar la vida familiar y la relación con los demás”. “Cuidar la forma de hablar purificando la lengua de las palabras ofensivas, cuidar las heridas del corazón con el aceite del perdón. Cuidar el trabajo realizándolo con entusiasmo, humildad y pasión”.

“Tener cuidado con la envidia, la lujuria, el odio y los sentimientos negativos que devoran la paz interior y nos transforman en personas destruidas y destructivas; tener cuidado también con el rencor, que nos lleva a la venganza, y con la pereza que nos lleva a la eutanasia existencial. Cuidar de los más pobres, los ancianos, los enfermos, los hambrientos y los vagabundos, y cuidar la Santa Navidad, para que no sea una fiesta de consumismo, apariencias, regalos inútiles y derroches”.

Francisco invitó a imaginarse “cómo cambiaría nuestro mundo si cada uno de nosotros comenzase enseguida... Esta es la verdadera Navidad: la fiesta de la pobreza del Dios que se despojó a sí mismo, tomando forma de esclavo, del Dios que se pone a servir en la mesa y que se esconde de los inteligentes y sabios para revelarse a los pequeños, los simples y los pobres... pero es sobre todo la fiesta de la paz que el Niño Jesús trae a la tierra y que los ángeles cantan”.

“Una paz que necesita nuestro entusiasmo, nuestro cuidado para calentar los corazones helados, para animar las almas descorazonadas y para iluminar los ojos apagados con la luz del rostro de Jesús”.

La familia actual está sumida en una terrible crisis de valores.

Las familias de hoy se han olvidado de Dios, tienen corazones fríos y duros. Pocas familias pueden tener corazones tibios. La familia de Dios exige corazones que ardan en su amor para poder educar a sus hijos con firmeza, dulzura, amor y sabiduría. Por desconocer las Sagrada Palabra las familias están sumidas en el pecado arrastrando a sus hijos al abismo de los pecados, están educando hijos irresponsables, sin amor, perezosos, despreocupados, irrespetuosos, exigentes, desobedientes y llenos de todos los males imaginables. Se están criando delincuentes, se está permitiendo la violencia y la angustia, la incertidumbre en sustitución del amor y la paz. La muerte ronda por doquier: secuestros, asesinatos, balaceras, depresión, estrés…

Si quieren ser familias santas entonces SANTÍFIQUENSE, lean los libros de Eclesiastés, Proverbios, Sabiduría.

Hagan el Santo Rosario en Familia, la familia que reza y ora unida permanece unida. Es una promesa que la Virgen nos dio con el Santo Rosario. Y cumplamos este deseo de la Virgen ahora, para después ya será inútil.

OREMOS POR NUESTRAS FAMILIAS, POR NUESTROS HIJOS, POR UN PUEBLO DIGNO DE DIOS.

Oración para la familia

Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria porque Tú nos das comprensión. Que no haya amargura porque Tú nos bendices. Que no haya egoísmo porque Tú nos alientas. Que no haya rencor porque Tú nos das el perdón. Que no haya abandono porque Tú estás con nosotros. Que sepamos marchar hacia ti en tu diario vivir. Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio. Que cada noche nos encuentre con más amor. Haz Señor con nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena de ti. Haz Señor de nuestros hijos lo que anhelas, ayúdanos a educarlos, orientarlos por tu camino. Que nos esforcemos en el apoyo mutuo. Que hagamos del amor un motivo para amarte más. Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro nos conceda el hallarnos unidos para siempre en ti. Amén.

Navidad

La Navidad: “falso revestimiento empalagoso”

-Papa Francisco.

Dice el Papa Francisco que le estamos imponiendo a la Navidad un falso revestimiento empalagoso que no le pertenece. Ciertamente la humanidad nos hemos desviado de la verdadera práctica navideña: creer en el nacimiento de Dios que vino a redimirnos.

Contrariamente a lo que exige la “Natividad del Señor” caemos en una celebración pagana plagada de un alto consumismo; donde las pachangas consistentes en grandes comilonas, borracheras e intercambios de regalos pareciera que gritaran: Jesús, no me importa tu nacimiento…que bueno que naciste, que te atienda María y la Iglesia, yo… solo quiero DIVERTIRME, no aburrirme. Y alguien más podría decir: si naciste y eres Dios porque hay guerras, odios, muertes ¡Qué ironía no reconocer que la maldad existe porque nosotros somos quienes le abrimos la puerta de par en par! Si no cumplimos los mandamientos, sino vivimos la Sagrada Palabra de Dios ¿Cómo reclamamos paz?

En esta navidad el Papá nos recuerda San “Esteban con su martirio honra la venida al mundo del Rey de reyes, da testimonio de Él, y ofrece como don su misma vida, en el servicio a los más necesitados”. Esta es una clara muestra de cómo vivir en plenitud el misterio de la Navidad. Jesús había dicho a sus apóstoles: Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará’.

En toda “prueba aceptada a causa de la fe, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida”. San Esteban fue martirizado y alcanzó la vida eterna. En cambio nosotros desde que inicia el año nos vamos preparando para la fiesta pagana (no para la natividad de Dios); hacemos planes, decimos que daremos para la pachanga pero dejando fuera al celebrado, al cumpleañero: JÉSUS. Nos desvivimos por divertirnos en el reventón, por “VIVIR” la vida; cuando solo estamos “viviendo para MORIR” rechazando con nuestro paganismo la VIDA ETERNA que Dios nos ofrece.

Si SOY CATÓLICO (a), no puedo ser PAGANO.

Siendo católico me preparo durante el tiempo de adviento para recibir con amor la fiesta del Nacimiento de mi Salvador. “Para acoger verdaderamente a Jesús en nuestra existencia y prolongar la alegría de la Nochebuena, el camino es … testimoniar a Jesús en la humildad, en el servicio silencioso, sin miedo a ir contracorriente y pagar en persona. ..y ser coherente, en cada circunstancia, con la fe que profesa”. “…vivir como cristianos.

Y no decir soy cristiano y vivir como pagano. La coherencia es una gracia que hay que pedir hoy.”

“Seguir el Evangelio es un camino exigente – pero ¡bello, bellísimo! -  el que lo recorre con fidelidad y valentía recibe el don prometido por el Señor a los hombres y a las mujeres de buena voluntad: ¡paz, paz!”

“…oremos, por cuantos son discriminados, perseguidos y asesinados por su testimonio de Cristo… si llevan esta cruz con amor, han entrado en el misterio de la Navidad, han entrado en el corazón de Cristo y de la Iglesia.” Hagamos todos los esfuerzos por detener la violencia “que ya ha causado demasiado daño”.

NATIVIDAD DE JESÚS, EL NIÑO-SOL, LA LUZ QUE ILUMINA A LAS NACIONES.

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La liturgia de la santa noche de Navidad nos presenta el nacimiento del Salvador como luz que irrumpe y disipa la más densa oscuridad. La presencia del Señor en medio de su pueblo libera del peso de la derrota y de la tristeza de la esclavitud, e instaura el gozo y la alegría”.-Francisco

Dios vino a nacer entre nosotros en una noche fría, oscura y solitaria. En un humilde pesebre de una cueva, carente de lo más necesario para su nacimiento. Dios quiso enseñarnos que en la sencillez y la humildad Él siempre está presente, que no necesitamos tantas cosas materiales, que lo más importante que necesitamos para “vivir” es tenerlo a Él. Con su alumbramiento, disipó nuestras tinieblas, nos iluminó para guiar nuestras vidas, nos ofreció su calor, su luz, su amor y nos dio la alegría, la felicidad, el gozo al acogerlo en nuestro corazón. Cuando dejamos a Dios resplandecer en nuestros corazones y actuamos como Él nos dejó dicho, podemos experimentar ese goce en Dios y sentir esa libertad que nos regaló.

Dice el Santo Padre “Cuando rezo, Dios respira en mi”. Dejemos que Dios respire en nosotros, que palpite en nuestros corazones, que mire por nuestros ojos, que hable en nuestra lengua, que piense en nuestro cerebro. Entonces, disfrutaremos de la verdadera felicidad. Si queremos ser felices y libres para gozar de la paz esforcémonos por vivir la Sagrada Palabra, por lo que hay que leer la Biblia y especialmente los libros de Eclesiatés, Proverbios y Sabiduría, donde encontraremos cómo ser con las personas, como actuar con sabiduría de Dios y nos muestran las sentencias para quienes no actúan conforme a la voluntad de Dios.

Dejemos que la Palabra de Dios nos llegue al corazón como a San Agustín, que habiendo llevado una vida pagana, escuchó el llamado del Señor al leer en la Biblia: Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de despertarse, porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. Comportémonos como en pleno día, con dignidad: nada de comilonas y borracheras, nada de lujurias y desenfrenos, nada de rivalidades y envidias. Revístanse, más bien, del Señor Jesucristo y no se preocupen por satisfacer los deseos de la carne. Rom 13, 11-14

Recordemos que “está escrito: "Juro que toda rodilla se doblará ante mí y toda lengua dará gloria a Dios", dice el Señor. Por lo tanto, cada uno de nosotros tendrá que rendir cuenta de sí mismo a Dios.” Romanos 14, 11-12 Y cada quién decide si da gloria a Dios o se pierde en el paganismo que proviene del enemigo. La decisión hoy es Santificar la fiesta de la Natividad y cumplir:

Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios:

1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas. (Entre ellas las de Navidad)
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos.

Todos los Mandamientos se resumen en dos: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo, y más aún, como Cristo nos amó.

Ciertamente como lo afirma el Papa:”…junto a las lágrimas del Niño Jesús están las lágrimas de  los niños víctimas del aborto y de las guerras, cuyo silencio impotente grita bajo la espada de tantos Herodes. Sobre su sangre campea hoy la sombra de los actuales Herodes”. Esta grave falta al 5º mandamiento son lamentos en el cielo. Regalemos al Niño Dios nuestra defensa a la vida y no participemos en “matar inocentes”. !NO AL ABORTO!

DEJEMOS QUE DIOS NAZCA CADA DÍA DE NAVIDAD EN NUESTROS CORAZONES Y PUEDA RESPLANDECER EN NUESTROS ACTOS, ASOMARSE EN NUESTRA MIRADA, HABLAR CON NUESTRA LENGUA CON SU DULZURA, ESCUCHAR LA VOZ DE NUESTRO PADRE CREADOR Y CUMPLIR SU VOLUNTAD. APRENDAMOS A SER SENCILLOS Y HUMILDES PARA GOZAR LA ALEGRÍA DE DIOS. RECIBAMOS A DIOS EN NUESTRO CORAZÓN ESTA NAVIDAD PARA MANTENERLO DURANTE EL 2015 Y RENOVARLO LA PRÓXIMA NAVIDAD.

Dejarse moldear.

Déjate moldear por Dios como el barro en las manos del alfarero, si dejas la maldad Él cambiará los proyectos y te salvará del castigo, haz lo que agrada a Dios y siempre escucha su voz. Arrepiéntete de tu mal proceder, mejora tu conducta y tus obras. No te desvíes de sus caminos, de sus viejos senderos. Jer. 18; 6, 8, 10, 11 y 15

Que esta navidad sea para que dejes a Dios nacer en tu corazón y mantenerlo ahí un año más, para seguir dejándolo nacer en ti cada navidad.

natividad

lunes, 15 de diciembre de 2014

Nuevos cambios al sitio

Debido a situaciones inesperadas perdimos el dominio TiempoDeLaSantaFe.tk. En lugar de intentar recuperarlo, será trasladado a TiempoDeLaSantaFe.org.mx. Esto traerá otros cambios en la organización que hará todo más cómodo.

Esperamos que la mudanza nos permita organizar todo de mejor manera en lugar de la actual, el objetivo del sitio no cambiará, solo lo haremos más agradable de usar.

Sentimos los inconvenientes causados y esperamos seguir contando con su apoyo en el nuevo dominio.