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jueves, 2 de enero de 2014

NUESTRA SEÑORA REINA DE LA PAZ

24 de enero

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El 24 de junio de 1981 la Santísima Virgen se apareció a seis jóvenes en el pueblo de Medjugorje (Yugoslavia): Ivanka, Mirjana, Vicka, Marija Pavlovic (16), Ivan Dragicevic (16), y Jakov Colo (10), Al principio la Virgen dijo: “YO SOY LA REINA DE LA PAZ” y el primer mensaje que dio al mundo fue el de la PAZ: “El mundo con estas tensiones va por el camino de la perdición. El mundo si quiere ser salvado debe encontrar la Paz, pero no encontrará la Paz si no encuentra a Dios. Aquellos que encuentran a Dios, experimentan el gozo del corazón del cual proviene la Paz”. Más tarde, con lágrimas en los ojos, dijo: “Paz, Paz, Paz, reconciliaos con Dios y entre vosotros” y también “Convertíos, es la palabra urgente que digo al mundo”.

 

 

Mensajes dados al mundo:

“Queridos hijos: Hoy os invito a orar por la PAZ. En este tiempo la PAZ está siendo amenazada de un modo especial. Os pido que renovéis el ayuno y la oración en vuestras familias, como al principio de Mi Venida. Hijos míos, deseo que comprendáis la importancia de Mi Venida y la seriedad de la situación y que mucho de lo que sucederá depende de vuestras oraciones. Vosotros oráis poco”. (Julio 1991)

“Amados hijos, vosotros sois importantes. Os necesito. Ayudadme con vuestra oración y ayuno para que Yo pueda realizar todo lo que deseo a través de los Secretos que comencé en Fátima. Procurad de manera muy sencilla el TRIUNFO DE MI INMACULADO CORAZÓN en un mundo de pecado”.

“Ahora más que nunca Satanás es fuerte y desea destruir los Planes de Paz y de Felicidad y desea destruir no sólo vuestra vida humana sino la Naturaleza y el Planeta en el cual vivís. Quiere pervertir al mayor número posible de personas y encaminarlas al pecado y a la muerte. Yo estoy con vosotros, y agradezco a Dios cada uno de los momentos que paso con vosotros. He venido aquí para ayudaros a vivir la BUENA NUEVA y guiaros al Cielo. Deseo salvar a todas las almas y llevarlas a Dios”.

No deseo que habléis de oración, sino que oréis. Dios me ha enviado a vosotros para ayudaros. Si queréis, aferraos al ROSARIO. Sólo el ROSARIO puede hacer milagros en el mundo y en vuestra vida. No deseo que vuestra vida transcurra sólo en palabras sino que glorifiquéis a Dios con vuestras obras hechas con Amor”.

“Queridos hijos, orad y haced sacrificios por MIS INTENCIONES, para que Yo pueda presentar vuestras ofrendas a Dios por aquellas necesidades que son más apremiantes. Amados hijos, poned a un lado vuestros propios deseos y orad por lo que Dios quiere y no por lo que vosotros deseáis”. (Septiembre 1991)

“Queridos hijos: orad, orad, orad”. (Octubre 1991)

La Santísima Virgen nos suplica también que “oremos especialmente por LOS NO CREYENTES y por LOS QUE NO VIVEN SU FE, pues no saben lo que les espera” (Palabras a Mirjana).

MENSAGEIRA DA PAZ7El mundo encontrará la paz solamente si vuelve a Dios.

Primero hay que buscar la paz en el alma, para poder luego comunicarla a los demás. “Pongan la paz de Dios en su corazón, vívanla ustedes primero y luego difúndanla”, ha dicho la Virgen. También ha manifestado: “Ustedes se han alejado de Dios y han perdido la paz, por eso no saben amar y se odian. Si siguen así, se autodestruyen. Yo soy la Reina de la Paz, si me escuchan a mí obtendrán la paz y se salvarán. A Medjugorje he venido a traer la palabra paz y quiero que el Papa la lleve a todo el mundo. Queridos hijos, la paz no es posible sin la oración. La paz espiritual no se alcanza con métodos humanos; ninguna técnica nos da la paz, ninguna forma de concentración, sino sólo Jesucristo cuando nos encontramos con Él”.

La Virgen indica a la FE como condición esencial para el cumplimiento de cualquier oración, deseo o súplica. Sin ella nada se obtiene.

La Virgen nos invita a todos a la conversión (volver a Dios), al cambio de vida. A apartar de nosotros todo aquello que nos separe de Dios: “Purifiquen sus corazones, entren en sí mismos, confiesen sus pecados y cambien de vida. Tener verdadera fe para convertirse y salvarse. Todos deben convertirse”. Nos da los medios para lograrlo: “La oración, el rosario, leer la Biblia, participar en la Misa, ayunar una vez por semana”. La Virgen ha dicho: “Cambien antes de que sea tarde”. Todos juntos podemos ganar esta batalla espiritual. La fuerza está en la oración. Vivir el mensaje de la Virgen significa acoger lo que Dios nos ofrece y rechazar lo que el mal nos pone en el camino.

La Virgen pide que llevemos una vida de pobres. Corazón de pobres abiertos al Señor. El rico rechaza a Dios diciendo: “No tengo necesidad de nadie”. En cambio, el pobre implora: “Tengo necesidad de ti, Señor”. Tengamos necesidad del Señor.

La Santísima Virgen ha dicho: “El mejor ayuno es el de pan y agua, si es posible los viernes. Solamente los enfermos están dispensados del ayuno. La paz, la curación de los enfermos, cualquier gracia para el cuerpo y el alma, son inasequibles sin oración y ayuno. El ayuno puede alejar las guerras. Oren y ayunen. No tengo más que decirles, porque con la oración y el ayuno ustedes lo pueden conseguir todo”.

María nos pide “Creed. Vivid vuestra Fe completamente”

-Hacer oración con el corazón: “Rezad cada día el Santo ROSARIO, completo, y meditadlo” (las tres Partes del Salterio más los misterios luminosos)

- “Leed y meditad diariamente las SAGRADAS ESCRITURAS, y después hacedlas vida en vosotros”.

- “La Santa Misa debe ser el centro de vuestra vida: vividla”.

“Preparad vuestro corazón para asistir a la Santa Misa. Id al Templo antes de que comience la Eucaristía y quedaos, después, para dar gracias”

- La confesión: “Recibidlo con frecuencia. Por lo menos una vez al mes y siempre que lo necesitéis” “No os conforméis con confesar vuestros pecados. Debéis esforzaros en cambiar de vida” “Naciones enteras de Occidente se curarían si la gente se confesara a menudo”

- PENITENCIA: Haced sacrificios y mortificaciones por Amor a Dios y por la Conversión del mundo”

“Renunciad a cosas superfluas o perjudiciales” (Televisión, Internet, redes sociales, juegos, fiestas, quema de cuetes, parrandas, bebidas alcohólicas, cosas materiales, lujos, etc.)

“Renunciad, sobre todo, al pecado”

ABANDONO TOTAL EN DIOS

- Confiad plenamente en Su AMOR y en Su PROVIDENCIA”

- “Llevad una vida sencilla, austera”

- “Dios os ama y está siempre a vuestro lado, especialmente cuando tenéis dificultades o sufrimientos”

CONSAGRACIÓN A LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA

- “No recitéis únicamente una oración, sino esforzaos en vivir fieles a esta consagración en cada momento de vuestra vida”

Que la oración ofrecida a María y a Dios sea como dice Santa Teresita: …un brote desde el corazón”

ORACIÓN POR UN ENFERMO

Dictada el 22 de junio de 1985, a Jélena Vasilij por la Virgen y que el mismo Jesús la ha aconsejado. Jesús quiere que, durante el rezo de esta plegaria, tanto el enfermo como quien intercede por él se abandonen con confianza en las manos de Dios.

(Recitad tres veces el Gloria, antes de esta oración)

“Oh, Dios mío, el enfermo que se encuentra ante Ti ha venido exponerte su deseo, pidiéndote lo que juzga ser para él la cosa más importante. Dios mío, infunde Tú en su corazón este convencimiento: ¡Lo importante es que gocemos de salud en el alma! ¡Que se cumpla en todo, Señor, sobre él tu santa voluntad! Si quieres su curación, que se cure, pero si tu voluntad es otra, que siga llevando su cruz.

También te pido por cuantos intercedemos por él: purifica nuestros corazones para que seamos dignos de transmitir, por nuestro medio, tu divina misericordia. Señor, protégelo y alivia sus penas. Que se cumpla en él tu santa voluntad. Que sea revelado por su medio tu Santo Nombre. Ayúdale a llevar con valentía su cruz.”

Por nuestra parte nos atenemos al Juicio que la Iglesia dé en su día y entre tanto sigamos los Consejos y las llamadas a la CONVERSIÓN.

El mejor regalo que podemos ofrecer a la Virgen para que nos conceda la paz es vivir realmente sus mensajes: que nuestros actos sean como la voluntad que Dios quiere.

 

Para cumplir la voluntad de Dios es vivir las Sagradas Escrituras, regir nuestra vida por los mandamientos que Él nos dejó.

 

A la Virgen siempre le decimos: “…no desoigas nuestras súplicas…” y nosotros no queremos escuchar sus mensajes y si los llegamos a leer nos hacemos los sordos y olvidadizos. ¿Cómo entonces puede nuestra Madre, a esa que decimos amar, oír nuestras súplicas?

 

Si la Virgen nos ve que no escuchamos sus mensajes o los desoímos entonces ella solo se queda esperando a que volvamos a Dios y entonces Dios le permite atender nuestras súplicas. Para ser merecedores hay que saber escuchar y obedecer lo que nos pide. Al desobedecer nos alejamos de Dios y ella no puede hacer algo por quien se aleja. Comúnmente solo pedimos pero no damos, no somos ni hacemos lo que Dios nos pide, Él nos da la libertad de elegirlo y si lo elegimos entonces nuestro deber es obedecer sus mandatos.

Cuando los padres dan órdenes a sus hijos y éstos no las cumplen, los padres buscan la manera de hacer al hijo obedecer y si no obedecen le dan un castigo, no le dan lo que los hijos piden, éstos deben ganarse lo que piden, así también con Dios para recibir de Él lo que le pedimos hay que cumplir lo que nos indica.

 

Tu vida puede cambiar, ser más hermosa si vivimos las enseñanzas que nos dejó Jesús, si cumplimos los mandamientos. La decisión está en ti, Dios no te obliga, Él simplemente te espera con los brazos abiertos para recibirte.

 

Hoy decide aceptar verdaderamente a Dios y cumple con su hijo obediente, así disfrutarás de las Gracias Divinas.

El 26 de junio de 1981la virgen le responde a los videntes cuando le piden una señal:

"Bienaventurados aquellos que no ven y creen".

Eso es lo que debemos hacer creer porque en estos tiempos la fe se ha ido perdiendo, es necesario CREER en Dios y en aquellas apariciones que Dios da al mundo y para no caer en falsas apariciones es mejor pedir en nuestra oración a Dios:

Señor muéstranos las cosas que vienen de ti y descubre ante nuestros ojos aquellas que son falsas para que no nos dejes caer en los engaños del enemigo. Líbranos de la ceguera y permítenos ver tus maravillas. Enséñanos a distinguir las apariciones que Tu nos envías de las que no lo son para que así pueda contemplarlas y alabarte. Amén

Oración Por la Paz de los Obispos de México

Señor Jesús, Tu eres nuestra Paz.

Mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad.

Consuela el dolor de quienes sufren.

Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernen.

Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte.

Dales el don de la conversión.

Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades.

Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna.

Amén.

Oración por la paz

¡Oh Madre de misericordia! Intercede ante Tu Hijo Jesús Príncipe de la Paz

y obtennos la gracia de la reconciliación cristiana entre los hombres y entre los pueblos.

Obtennos las gracias que en un instante puedan convertir los corazones humanos,

aquellas gracias que puedan preparar y asegurar la anhelada paz

en nuestra patria y en el mundo entero.

Reconocemos que nos hemos alejado de Dios y hemos perdido la paz

porque no sabemos amar y nos odiamos.

Enséñanos a encontrar a Dios para encontrar la paz;

Aprender a amar como Jesús nos amó

Y podamos experimentar el gozo del corazón del cual proviene la paz

Pon la paz de Dios en nuestro corazón

Para que podamos vivirla y transmitirla.

Tu misma dijiste que

la paz no es posible sin la oración;

infunde en nuestro corazón

el deseo intenso de unirnos a ti en la oración

y hacer junto contigo el Santo Rosario

medio infalible para lograr la paz

según Tu misma lo has prometido.

Mira nuestra Patria dañada y al mundo entero,

Mira a tus hijos heridos por el odio y la violencia;

Mira a los niños con el corazón temeroso

Y sus sentimientos lacerados,

Mira a la juventud tan perdida,

Míranos Madre Nuestra implorando

Tu pronto auxilio.

Consuela el corazón de esta humanidad mutilada

Y ruega por nosotros Reina de la Paz

Danos la gracia de amar a Dios con toda el alma

Y de amarnos los unos a los otros

Pues si nos llenas de amor tendremos paz.

Reina de la Paz, ruega por nosotros

Que recurrimos a Ti, abandonados en tu confianza.

Amén

 

CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA*

Oh Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad,

muéstranos Tu Amor para con nosotros.

La llama de Tu Corazón, Oh María,

inflama a todos los hombres.

Te amamos infinitamente.

Imprime en nuestros corazones el verdadero Amor,

de modo que tengamos un continuo deseo de Ti.

Oh María, de suave y humilde Corazón,

acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado.

Tú sabes que todos los hombres pecan.

Concédenos, por medio de Tu Inmaculado

y maternal Corazón,

que seamos curados de toda enfermedad espiritual.

Haz que siempre podamos contemplar

la Bondad de tu Corazón Maternal

y nos convirtamos por medio de la llama

de Tu corazón. Amén.


*Dictada por Nuestra Señora a Elena Vasilij, el 28.11.83

 

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