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martes, 31 de marzo de 2015

El amor de Dios

Cuando estamos pasando alguna tribulación creemos que Dios no está con nosotros; lo más seguramente posible es que si sentimos eso es porque somos nosotros quienes no estamos con Dios, estamos alejados y por eso no sentimos su presencia, sin embargo Él está en lo secreto viéndonos y haciendo algo por nosotros. Si nos ponemos en sus manos y dejamos que Él mueva nuestras cosas y nuestra vida, viviremos con sus abundantes bendiciones, pero si nos apartamos, entonces tropezamos constantemente.

En las siguientes citas bíblicas podemos conocer cuál es el amor de Dios para nosotros y entender cuánto nos ama.  La pregunta es ¿Cuánto lo amamos nosotros?

El amor es la esencia de Dios (Mt:22:34-40)

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna." (Jn:3:16)

"… Maestro, ¿Cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mt:22:34-40)

“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1Jn:4:7-8)

“Más Dios, muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Ro:5:8)

AMAR ES PONER PRIMERO AL OTRO

“Jesús, …se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”(Fil:2:5-8)

Los mandamientos de Dios son para cumplirlos y necesitamos cumplirlos siempre, no solo cuando tenemos ganas. Muchas personas a quienes hemos instruido acerca del amor nos han dicho que ellas no pueden amar porque les cuesta dar y poner primero al otro. Juan dice que el que no ama no ha conocido a Dios “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.” (1Jn:4:19)

Amar es dar y poner primero al otro. Pero, ¿qué necesita Dios de mí? 0bediencia. “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos…” (1Jn:5:3) “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Jn:14:15) Parte del amor a Dios es cumplir sus mandamientos

“Quien ama a su prójimo ha cumplido la ley. (Ro:13:9) (Ro:13:8-10; Gá:5:14) “Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esto es la ley y los profetas.” (Mt:7:12)

“… yo os digo: amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” (Mt:5:43-45)

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” (Mt:5:9)

“Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros, como yo os he amado…” (Jn:13:34)

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” (Jn:15:13) y Jesús amándonos hasta el extremo dio su vida por nosotros y con pecados y desobediencia hemos pagado el precio de nuestra redención.

“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” (Ef:4:31-5:2)

Dice San Pablo (Gal 2,20): "Me amó y se entregó a sí mismo por mí". Si esta verdad está en nuestro corazón experimentamos el amor de Dios, nos dedicamos a las buenas obras que Él nos mandó hacer, por amor suyo y sin atrevernos a pasarle factura, como afirma Santa Teresa del Niño Jesús: "Después de haber recibido tantas gracias, ¿no puedo cantar con el salmista "cuán bueno es el Señor, cuán eterna es su misericordia. Creo que si todos los hombres se dieran cuenta de tanto amor, nadie tendría miedo a Dios, sino que le amarían inmensamente; nadie cometería nunca ni un solo pecado, por amor y no por temor".

Esa Vida es un don infinito del Amor de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo con el Espíritu Santo, comprada con su preciosa sangre, derramada por amor hacia vosotros" (1 Ped 1,18), para que tuviéramos vida en abundancia (Jn 10,10).

Dios quiere cambiar al hombre para que dejándose poseer por Dios, Dios pueda por él y con él, cambiar al mundo. Déjate poseer por Dios, que Él more en tu corazón y el mundo vivirá en paz. Dios nos da esa libertad de elegir amarlo para construir un mundo de paz, o rechazarlo para vivir en las tinieblas, la maldad, los odios, las guerras, la angustia…De ti depende amar a Dios por libre voluntad para disfrutar de la felicidad que Él nos da y tener vida eterna.

Jesús agonizante te está llamando para que regreses a Él. Regresa pueblo de México, pueblo elegido de Dios a través de María de Guadalupe en el Tepeyac. Déjate gobernar por nuestro Cristo Rey, el Cristo del Cubilete, que nos espera con los brazos abiertos.

Jesucristo Agonizante nos hace cinco Llamados angustiosos (Devocionario de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo)…¿los escuchamos por amor? ¿Acudimos a sus llamados?

PRIMER LLAMADO ANGUSTIOSO

“¿Dónde estás, hijo Mío? ¡Tu Señor te busca…! ¡Ven a Mí! ¡Ven, acércate más y escucha Mi angustioso llamado!

Hijo Mío, había una vez un Hombre que tenía muchas ovejas…, las cuidaba y pastoreaba bien. Cuando tenía sed, las conducía a un manantial de agua fresca para que pudieran satisfacer su sed. No permitía que pasaran hambre. Las llevaba a verdes praderas. Ellas comían y engordaban y se fortalecían. El hombre fortificó la tierra donde pastaban para que ningún lobo entrara y dañara el rebaño.

Un día las ovejas planearon una rebelión, y a la fuerza escaparon del campo y se adentraron en el bosque. Allí fueron capturadas por animales salvajes. Eran como esclavas sin esperanzas. Sus cuerpos y sangre eran utilizados para festivales y sacrificios de animales a sus dioses.

A pesar de todo esto, el Hombre no se olvidó de su rebaño. Envió a sus sirvientes, y a todos los mataron. Por último, envió a Su Hijo, Quien al fin ganó la batalla.

El Hijo del Hombre condujo al rebaño día y noche a través del desierto. En este caminar, surgieron muchas dificultades, que no podían soportar. Se quejaron al Hijo del Hombre, profirieron toda clase de palabras crueles contra Él, y finalmente lo mataron.

Hijo, ¿qué piensas que hará el Padre del Hijo del Hombre cuando se entere de la muerte de Su Hijo?

Hijo, ustedes son el rebaño. Mi Padre es el dueño del rebaño, Quien envió muchos profetas a Su pueblo que vivió en un desierto terrible. Yo soy el Hijo, a Quien ustedes persiguieron y mataron. ¿Qué les he hecho? A pesar de todos vuestros pecados, Mi Padre aún los está llamando para que regresen a Él, pero ustedes no prestan atención a Su llamado.

¡REGRESEN! ¡OH, ISRAEL, PUEBLO MÍO!

Hagan reparación por sus pecados y los pecados que el mundo entero comete contra Mi Padre y contra Mi Preciosa Sangre. ¡YO SOY EL AGONIZANTE JESUCRISTO!

(Silencio)

SEGUNDO LLAMADO ANGUSTIOSO

“Hijo Mío, acércate a Mí, escucha MI angustioso llamado. Por amor a ti ofrezco Mi Cuerpo como sacrificio vivo, Pan de Vida para todos los hombres. Mi Sangre, Preciosa Bebida, Bebida de los Ángeles del Cielo, entregada con amor a los hombres.

Hijo Mío, permanezco por ti en el Sacramento del Amor…, esperando pacientemente por ti en el Tabernáculo, donde estoy prisionero por ti. Tú raras veces te acercas a Mí, porque no te acuerdas de Mí, que estoy prisionero por ti.

Hijo Mío, Mi agonía es grande cuando veo la frialdad, la indiferencia y la negligencia con que te acercas a la Santa Trinidad, cuya Presencia llena el Santuario Santo. Yo estoy aquí, hijo Mío… Yo estoy aquí en plenitud. Teme la Presencia de tu Dios. Acércate con respeto y reverencia. Hijo Mío, ¿sabes tú lo que sufro cuando entro en el santuario de tu corazón a través de la Sagrada Comunión? Tus pecados me amarran y me flagelan sin misericordia. En tu corazón no hay nadie que Me consuele. Luego de haberme flagelado insensiblemente, Me arrastras fuera y cierras con llave la puerta de tu corazón con iniquidad. Esto es lo que Me haces con tu vida de pecado. Yo Soy el Pan de Vida para todos los hombres que me reciben en estado de santidad. Vengo a darles vida, no muerte. Limpia las iniquidades de tu corazón. Ábreme la puerta de tu corazón. Haz de tu corazón un tabernáculo de consuelo para Mí.

Hijo, que Yo viva en tu santuario de una Comunión a otra. ¡Acógeme, hazme sentir bienvenido!

Hijo Mío, todos los que Me acogen, acogen a Mi Padre y al Espíritu Santo que viven en Mí. Todos los que Me rechazan, ¡rechazan a la Santísima Trinidad!

Hijo, aun cuando otros Me rechacen, haz de tu corazón un tabernáculo de consuelo para Mí.

¡Yo Soy Jesucristo Agonizante, llamándote para que REGRESES!” (Silencio)

TERCER LLAMADO ANGUSTIOSO

“Hijo Mío: Yo estoy en tu corazón, un Getsemaní solitario donde estoy velando y nadie viene a velar Conmigo, ni siquiera por una hora. Te prefieres ir tras la posesión de bienes terrenales, aun a riesgo de tu perdición, dejándome sufrir solo.

El enemigo se aproxima rápidamente…, está conquistando terreno para ganar muchas almas, mientras tú duermes.

Hijo, ¿no puedes levantarte y velar Conmigo siquiera una hora? Yo estoy en el santuario de tu alma, un Getsemaní solitario, esperando que vengas. Muchas almas, muchas almas van al infierno a causa de los pecados de la carne. Hijo, mira cómo tú conduces muchas almas a la perdición a través de tu forma de vestir. Yo Soy Aquél a Quien tú expones desnudo públicamente.

Hijo, consuélame. Hijo, ten misericordia de Mí.

¡Nunca debe un hombre imitar a una mujer! ¡Nunca debe una mujer imitar a un hombre! Sé tal como Yo te hice, hijo; sé tal como Yo te hice. Te digo, aléjate de esta moda mundana. Ese es el plan del enemigo: destruir el templo del Espíritu Santo que es tu cuerpo. Vive una vida modesta.

Mi hijo amado, porque te amo y deseo que me muestres amor, te suplico me ofrezcas todo tu ser, que lo guardes para Mí y solamente para Mí. Que él me glorifique siempre, que me consuele siempre. No hago este llamado al mundo, sino a ti a quien amo. Ofrécemelo… Ofrécelo para salvación. ¡Yo Soy Jesucristo Agonizante, llamándote para que REGRESES!

CUARTO LLAMADO ANGUSTIOSO

“Hijo Mío: ¿Es así como traicionas a tu Señor y Salvador? Solamente por el dinero mundano y perecedero, escogiste traicionar a tu Señor y entregarme a esos hombres crueles para que Me crucificaran. Hijo, te estás convirtiendo en el Judas de este último tiempo. ¡Cuán terrible será todo para aquellos que traicionan al Hijo del Hombre y lo entregan a hombres pecadores para ser crucificado! Mira cuán lamentablemente va a la eternidad a sufrir por siempre.

Aun entre los Sacerdotes de Mi Corazón hay muchos Judas que prefieren los bienes terrenales a cambio de su Señor, Quién está en agonía.

Esto me causa mucho dolor, hijo Mío, porque están haciendo de la casa de Mi Padre un mercado. Mi Padre está grandemente molesto. Miren bien cómo ustedes me están sacando de Mi Santo templo. Hijo, ¿deseas la presencia de tu Dios? Ofréceme tu vida.

Yo Soy Aquél a Quien ustedes están traicionando solamente por cosas terrenales. Hijo, ya que todas esas cosas por las que estás trabajando serán destruidas por el fuego, ¿por qué estás trabajando en vano?

Regresa a Mí, hijo Mío, ten misericordia de Quien vino a salvarte. Que Mis Sacerdotes regresen a Mí. ¡Yo Soy Jesucristo Agonizante, llamándoles para que REGRESEN!

QUINTO LLAMADO ANGUSTIOSO

“Hijo Mío, ¿cuándo terminarán los tormentos de Mi flagelación, causados por tus pecados y los del mundo? ¿Por qué Me están flagelando y al mismo tiempo coronándome de espinas? Y diciendo: ‘DÉJENME PECAR… YA IRÉ DESPUÉS A CONFESARME’. Yo Soy el Agonizante Jesús a Quien tú constantemente torturas. 28

Hijo, ¿ACASO TE DI EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA PARA QUE TE CONVIRTIERAS EN UN POZO DE INIQUIDAD?

Ese es el Sacramento de Mi Amor. Él abre el océano de la misericordia divina. Mi Sangre y Agua Preciosas, que brotaron para salvar y lavar tu iniquidad para que vayas y no peques más.

Hijo, retira la corona de espinas… ten misericordia de Mí, no Me flageles más. Ama a tu Dios, tu Creador. No te hagas falsos dioses de ninguna creatura. Sólo a tu Dios temerás y adorarás. No pronuncies el nombre de tu Dios en vano.

Hijo, recuerda guardar el día obligatorio, santo. Haz respetar Mi Nombre en este mundo corrupto. Haz todas estas cosas para aminorar los dolores de Mi agonía. Ofrece todos tus desengaños, pruebas y persecuciones en reparación por tus pecados y los del mundo entero. ¡Yo Soy el Agonizante Jesucristo, llamándote para que REGRESES!”

Jesús ha pedido a todos sus hijos que vayan con Él a Getsemaní (Huerto de los Olivos). Por lo tanto, cada jueves, desde las 11:00 PM y hasta las 3:00 AM de la mañana del viernes es la hora de Getsemaní.

Jesús dijo al pequeño Bernabé:

“Hijos Míos, Yo estoy en Getsemaní por ustedes y por la gente del mundo entero. Yo siempre estoy en Getsemaní debido a la hora que se acerca, la hora de terror, muy temible y terrible.

Hijos Míos, ¿cuántos sobrevivirán? Por el amor que les tengo a ustedes y a todos los hombres, Yo estoy aquí en Getsemaní, llamándoles para que vengan y velen Conmigo. Permanezcan en Getsemaní Conmigo, de manera que ustedes no se rindan cuando llegue la hora”.

LA HORA DE GETSEMANÍ

Cada jueves, de 11:00 PM, hasta las 3:00 AM del viernes es la hora de Getsemaní. Las siguientes oraciones se deben rezar durante ese tiempo:

1. Rosario de la Santa Virgen María.

2. Santo Rosario de la Preciosa Sangre / Letanías.

3. Oración de Consagración a la Preciosa Sangre.

4. Oraciones de Consolación y Adoración.

5. Oración de Reparación a Jesucristo Agonizante (Los Siete Llamados Angustiosos).

6. Otras oraciones místicas de Nuestro Señor Jesucristo.

7. La Misa Votiva de la Preciosa Sangre y exposición del Santísimo Sacramento (cuando sea posible).

Para los que lleven a cabo la Hora de Getsemaní hay promesas de gracias. Además, Jesús ha dicho que aquéllos que son fieles a esta Hora no tendrán nada que temer del Anticristo.

Alma de Cristo

Alma de Cristo. Santifícame
Cuerpo de Cristo. Sálvame
Sangre de Cristo. Embriágame
Agua del costado de Cristo. Lávame
Pasión de Cristo. Confórtame
¡Oh! mi Buen Jesús. Óyeme
Dentro de tus llagas. Escóndeme
No permitas que me aparte de Ti.
Del Maligno Enemigo Defiéndeme
en la hora de mi muerte Llámame
y mándame ir a ti para que con tus Santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.
Del Maligno Enemigo Defiéndeme
en la hora de mi muerte Llámame
y mándame ir a ti para que con tus Santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.

http://www.youtube.com/watch?v=Tpz7R1Px88k

Soneto al crucificado

No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme al verte
clavado en una Cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera;
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.

http://www.youtube.com/watch?v=KnWHYV4sSTc

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