Páginas

lunes, 8 de abril de 2013

LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR

(8 DE ABRIL)

1anunci_tabloide

El Arcángel Gabriel, enviado por Dios visitó a la Virgen María para pedirle que sea la Madre del Verbo por la gracia del Espíritu Santo. Ella, consiente de su dignidad y al mismo tiempo su pequeñez, consintió entregándose sin reservas a la voluntad de Dios. El "Sí" de María Santísima abre el camino a la Encarnación del verbo que ocurre en ese momento y con ello a la salvación de la humanidad.  Dios eterno vino a habitar en ella asumiendo la naturaleza humana.

“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo (...).


Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tú palabra.”
(Lucas 1, 30-32, 38)

Nuestra dulce y tierna Madre nos enseña a ser pequeños ante Dios y decir “SI” para que se cumpla en nosotros la Voluntad de Nuestro Creador. Permitiendo que Él sea dueño de nuestra voluntad para no hacer la nuestra porque si hacemos nuestra voluntad seguramente no agradaríamos a Dios. Por amor a Jesús crucificado le entregamos nuestra vida para que haga con ella lo que mejor convenga para sus planes.

Hacernos pequeños ante Dios, nuestro Creador es algo que Jesús mismo nos dejó dicho:

"Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos”.

María toda su vida fue pequeña ante Dios y cumplió toda la Voluntad del Padre que está en los cielos, como hija obediente, humilde, sencilla, fiel a las cosas del Señor. Todas las dificultades que la Madre Dios y Madre Nuestra padeció lo hizo por amor a su Creador, desde el inicio hasta el último momento. Ella es un ejemplo a imitar, un ejemplo de amor. de obediencia total. Todos estamos llamados por Dios a ser pequeños y obedientes a sus planes. Dejemos entonces que se cumpla la voluntad en nosotros como fieles esclavos del Señor, digamos “Sí”, como María.

No hay comentarios:

Publicar un comentario