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martes, 10 de junio de 2014

San Antonio de Padua

Fiesta 13 de junio

"El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree". 

Fraile franciscano, Doctor de la Iglesia(1195-1231)

Patrón de mujeres estériles, mujeres embarazadas, contra los naufragios, contra el hambre, indios americanos, animales domésticos, ancianos, pescadores, cosechas,  pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros. Se le invoca por los objetos perdidos y para pedir un buen esposo/a pidiéndoselo en oración y no poniéndolo de cabeza. Recordemos que Dios nos dijo que todo lo que pidamos en oración será concedido.  Antonio vivía de acuerdo a las leyes de Dios, su vida es un ejemplo de santidad profunda.

Era un gran predicador. Se afirmaba que estaba dotado con el poder de obrar milagros. A veces, bastaba su presencia para que los pecadores cayesen de rodillas a sus pies; parecía que de su persona irradiaba la santidad. La gente le seguía para escucharle, incluyendo criminales empedernidos, los indiferentes y los herejes, logrando que pidiesen confesión. Sus sermones eran oídos por enormes auditorios y, para que nadie dejara de oírle, a menudo predicaba en las plazas públicas y en los mercados. En una ocasión, cuando los herejes de Rímini le impedían al pueblo acudir a sus sermones, San Antonio se fue a la orilla del mar y empezó a gritar:

 "Oigan la palabra de Dios, Uds. los pececillos del mar, ya que los pecadores de la tierra no la quieren escuchar".

A su llamado acudieron miles y miles de peces que sacudían la cabeza en señal de aprobación. Aquel milagro se conoció y conmovió a la ciudad, por lo que los herejes tuvieron que ceder. Uno de los milagros más conocidos es el de la mula: Quiso uno retarle a San Antonio a que probase con un milagro que Jesús está en la Santa Hostia. El hombre dejó a su mula tres días sin comer, y luego cuando la trajo a la puerta del templo le presentó un bulto de pasto fresco y al otro lado a San Antonio con una Santa Hostia. La mula dejó el pasto y se fue ante la Santa Hostia y se arrodilló.

“Al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre:«Jesucristo es el Señor»” (Fil. 2, 10-11). “Porque está escrito: Juro que toda rodilla se doblará ante mí y toda lengua dará gloria a Dios, dice el Señor. Por lo tanto, cada uno de nosotros tendrá que rendir cuenta de sí mismo a Dios” (Rm. 14, 11).

Si una mula, un perro o cualquier caballo es capaz de reconocer a su Dios y salvador, ¿por qué siendo nosotros animales racionales, personas humanas, no estamos humanizados y no reconocemos a nuestro salvador? Somos tan ingratos que no nos arrodillamos ante la presencia del Señor en la Santa Misa, somos soberbios que permanecemos sentados cómodamente o parados como si fuéramos más importantes que el mismo Dios que se entregó por nosotros en la Cruz, que se quiso quedarse en  carne y sangre como alimento nuestro. Si reconoces a Dios en la Hostia Consagrada entonces dobla tu rodilla ante Él que te redimió. Y más aún todavía, creer en Dios como San Antonio de Padua, creyó en el Señor y vivan según as Leyes de Dios y prediquen con el ejemplo como lo hizo este humilde santo.

imageEscuchen la palabra de Dios en las misas, léela en la Sagrada Escritura, no sea que las paredes escuchen por nosotros y ellas se hagan santas y nosotros, como árbol que da mal fruto seamos echados a la lumbre, al lagar, el lago de fuego donde hay tantos pecadores purificando su alma y otros más permanecerán ahí por la eternidad. Mejor gánate el reino de los cielos.

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