El carnaval, dice Gustavo Daniel D´Apice Profesor de Teología y filosofía de la Pontificia Universidad Católica “No tendría que ser el “reino del desorden”. Pareciera que retoma la etimología de los bacanales romanos, orgías de vino, embriaguez y desenfreno, en que la “carne” (carne-vale) lo vale todo, pero la carne en contraposición a la razón y el espíritu. La cuaresma no trata de remediar los excesos de la carne “carnavalesca”, sino para cuidar más y mejor la totalidad del ser humano, cuerpo (carne), psiquis (razón) y espíritu, y para querer participar con un cuerpo sano, limpio y puro, de la fiesta de la resurrección, sabiendo que estos mismos cuerpos resucitarán, por lo que son nuestros compañeros de camino y debemos presentarlos saludables, alineados, limpios. Muchas veces se da lo ridículo de una sociedad que se dice cristiana y en pleno tiempo de cuaresma continúa con carnavales que poco tienen que ver con el espíritu cristiano”
Tiempos atrás, los fieles católicos, hacían un día antes de iniciar la cuaresma una comida en que consumían todo tipo de carne, sus derivados y productos de origen animal que tenían en sus casas porque durante la cuaresma no se consumiría ninguno de estos alimentos. Por lo que el carnaval actual es una grandísima tentación que el enemigo pone a la humanidad. Quien participa de este carnaval cae en grandísimo pecado. La cuaresma no es el remedio del que participa del carnaval. El remedio es renunciar totalmente y para siempre de participar en esa práctica del enemigo.Tradición que solo muestra el desenfreno de la carne humana que se exhibe semidesnuda, acto que recuerda a Jesús cuando le desgarraron sus ropas para ponerlo en la cruz, y que hace brillar la lujuria y las bajas pasiones, un libertinaje corporal inmoral a las reglas sociales y a las reglas de Dios.
Eres tú quien elige a Dios reflexionando y participando de la palabra de Dios y de las prácticas espirituales que nos pone en cada tiempo o lo rechaza participando de aquellos actos pecaminosos y desagradables a los ojos de nuestros Creador.
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