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martes, 4 de marzo de 2014

Examen de conciencia

Precisamente por ser pecadores, nos cegamos ante nuestros pecados. El Enemigo quiere hacernos ver que no hay mal en lo que hacemos. Entonces el corazón se endurece, se hace insensible a las exigencias del amor. Por eso es tan importante la conversión del corazón.

"…como dice el Espíritu Santo: "Si escucháis hoy MI voz, no endurezcáis el corazón... ¡Atención hermanos! Que ninguno de ustedes tenga un corazón malo e incrédulo..." Hb 3.

Dios es un Padre amoroso que nos hace ver el pecado para darnos la gracia del arrepentimiento y perdonarnos. El nos quiere libres. El Enemigo no quiere que veamos nuestro pecado. Pero si buscamos el camino de Dios tratará de acosarnos con nuestros pecados para que nos desanimemos y volvamos atrás. Podemos discernir entonces la diferencia. Dios enseña el pecado para liberar y perdonar; el Indeseado lo esconde, pero cuando lo enseña es para que desesperemos. Debemos rechazar enérgicamente estos pensamientos e ir a la confesión con toda confianza en el perdón de Dios. Dios SIEMPRE perdona cuando hay arrepentimiento.

En sus últimos momentos de vida Dios nos insiste en convertirnos y en confirmarnos la gracia de darnos el perdón. Él que sufría la tortura más dolorosa que le quitaba la vida nos muestra que su mirada compasiva, hasta en el último instante logra milagros maravillosos si tenemos verdadero arrepentimiento. Dimas , el malhechor que estaba a su derecha recibió su mirada compasiva cuando éste le mostró su verdadero arrepentimiento cuando le decía al que estaba a la izquierda de Jesús que ellos si merecían esa muerte y Jesús no. Dimas aceptaba su error, reconocía sus culpas e imploró a Jesús que se acordara de él cuando estuviera en su reino, pues ahí lo reconocía como el Hijo de Dios. Jesús le aseguró que “hoy mismo estarás conmigo en la casa de mi Padre”. Qué prueba más queremos de Dios para creer que si reconocemos nuestras culpas y nos arrepentimos verdaderamente, obtendremos el perdón.

Empecemos entonces por hacer un buen examen de conciencia, revisando nuestra vida y buscando aquello que no hemos obedecido a Dios. Revisemos los mandamientos, revisemos si los cumplimos, Seguramente no los hemos cumplido como Dios quiere. Pues entonces reconozcamos en qué hemos fallado a Dios, a nuestros hermanos, a nuestra familia y vayamos a confesarnos para empezar el camino de nuestra verdadera conversión y seguir el camino hasta resucitar con Cristo, eso es, ser santos.

Es muy provechoso hacer examen de conciencia diario y también, con toda humildad, abrirnos a que personas cerca de nosotros nos corrijan. "Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos condenados." (1 Cor. 11, 31) El examen se hace ante Dios, escuchando su voz en la conciencia.

HAS TU EXAMEN DE CONCIENCIA MEDIANTE UNA BUENA REFLEXIÓN DE TUS ACTOS EN RELACIÓN A LOS MANDAMIENTOS DE DIOS Y LIBÉRATE DE TODO LO QUE TE ATA AL PECADO.

 

JESÚS TE ESPERA ARREPENTIDO DE CORAZÓN PARA OTORGARTE EL PERDÓN.

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