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martes, 4 de marzo de 2014

Cuaresma

CUARESMA: Camino de conversión.

Tiempo de arrepentimiento, confesión, conversión, penitencia y de renovación con la práctica del ayuno y de la abstinencia.

La cuaresma son 40 días que dura el camino de preparación hacia la pascua, los cuales pasó Jesús en el desierto haciendo oración y en ayuno antes de salir a predicar. Inicia con el Miércoles de ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. Es el tiempo de conversión, que marca la Iglesia para purificarnos y prepararnos para la Pascua. Es el tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y cambiar en nosotros todas esas cosas que nos hacen indignos de Dios para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. Esforzándonos para ser verdaderos creyentes y vivir como hijos de Dios. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual. Cristo nos invita a cambiar de vida para ser cómo Él mismo nos vino a explicar: obedientes a los mandamientos y practicar todas las enseñanzas que nos heredó. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando, leyendo, reflexionando, orando y practicando la Palabra de Dios; compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, para volver a Él y no alejarnos más de Dios.

La Cuaresma, como tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna, se vive:

1. Arrepintiéndome de mis pecados y confesándome.

Hacer un examen de conciencia, revisar en qué he ofendido a Dios, si me duele haberlo ofendido, si realmente estoy arrepentido. Hacer una confesión preparada y de corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión.

2. Luchando por cambiar.

Analizar mi conducta para conocer en qué estoy fallando. Hacer propósitos para cumplir diariamente y revisa en la noche si lo lograste. Conoce cuál es tu defecto dominante y haz un plan para luchar contra éste.

3. Haciendo sacrificios. (sacrum-facere: "hacer sagrado”). Hacer una cosa sagrada, es decir, algo que ofrecer a Dios por amor: cosas que te cuestan trabajo o dinero (ser amable con el que no te simpatiza o ayudar a otro en su trabajo o en sus necesidades tanto materiales como espirituales., regalar comida, ropa o cosas a un necesitado, pagar la escuela de algún pobre, ayudar a los minusválidos con cosas materiales o dinero)

4. Haciendo oración.

Orar, en plática con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con Él. Puedes leer en la Biblia pasajes relacionados con la Cuaresma.

ORACIÓN, AYUNO Y PENITENCIA

Son las tres grandes prácticas cuaresmales o medios de penitencia cristiana (Mt 6, 1-6 y 16-18)

ORACIÓN: La vida en oración es condición indispensable para el encuentro con Dios en un diálogo íntimo:

Y Durante la cuaresma puedes participar haciendo el viacrucis cada viernes, Los Siete Dolores de Jesús, Los Siete Dolores de María, El Rosario Mariano y el de la Sangre de Cristo (se hacen diario en nuestra parroquia a las 4:30 PM), y todas las oraciones del Devocionario de la Sangre de Cristo(Plegarias de Consolación a Jesús Agonizante, Oraciones de adoración a la Preciosísima Sangre, Oración de Reparación a Jesucristo Agonizante-Llamados Angustiosos, Oraciones de Reparación por la Corona de espinas, Oraciones Místicas de Nuestro Señor Jesucristo). Puedes hacer algunas otras oraciones que le agraden al Señor.

Y Durante todo el año: En familia hacer el Rosario Mariano, el Rosario de la Sangre de Cristo, el Credo, Los 15 minutos con Jesús Sacramentado. Puedes agregar a esto la lectura diaria de la Biblia y algún salmo diario.

AYUNO o mortificación: es la abstinencia de bebida y comida, de cosas materiales superfluas. “ !Proclamad el ayuno! (Jn 1,14) Es un ejercicio que nos sirve para liberarnos voluntariamente de las necesidades de la vida terrena para descubrir la necesidad de la vida que viene del cielo: “No sólo de pan y agua vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4,4; Dt 8,3; Lc 4,4). La abstinencia consiste en no comer carne el miércoles de ceniza, los viernes de cuaresma y viernes santo; hacer una sola comida fuerte durante el día, tomando un alimento muy ligero por la mañana y la noche. Deben hacer abstinencia los mayores de 14 años y ayuno los mayores de 18 años hasta los 59 años, excepto los enfermos. El ayuno y abstinencia, para quienes no puedan cumplirlo pueden cambiarlo por prácticas de piedad (lectura de la Biblia, ir a Misa diario, rezo del Santo Rosario) , mortificaciones corporales concretas, abstención de bebidas alcohólicas, tabaco, espectáculos y limosna.

LIMOSNA: Es una condición del acercamiento hacia el reino de Dios (Mc 10,2). “Arrepentíos y dad limosna” (Mc 1.15). Dar limosna es tener compasión y misericordia; hacer caridad hacia los necesitados. “Hay mayor felicidad en dar que en recibir” (Hch. 20,35) “Porque tuve hambre y me distéis de comer; tuve sed, y me distéis de beber: peregriné, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestistéis; enfermo y me visitasteis; preso y vinisteis a verme. Y les responderán los justos: Señor, ¿Cuándo te vinos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos peregrino y te acogimos, desnudos y te vestimos? ¿Cuándo te vimos en la cárcel y fuimos a verte? Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis? (Mt 25, 35-40)

Ayuda y comparte la comida, el vaso de agua, la palabra buena, el consuelo, el tiempo precioso, etc. Da limosna para las necesidades de la iglesia. para los seminaristas, para la obra evangelizadora, etc. Dale al más necesitado alimento, ropa, medicina, calzado…Da con el corazón, pues a quien se lo des  es Cristo mismo quien lo recibe.

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